Redacción Gestión

redaccion@gestion.pe

París (Reuters).- El presidente francés, Nicolas Sarkozy, reiteró sus promesas de abordar los temas de inmigración y seguridad con el fin de atraer a votantes de extrema derecha, luego del apoyo récord logrado por el Frente Nacional en la primera ronda electoral.

El líder de centro derecha Sarkozy, que sería el primer presidente en funciones que sale segundo en para su reelección en más de 30 años, quedó detrás de un ajustado liderazgo obtenido por el socialista Francois Hollande de cara a la segunda ronda del 6 de mayo.

Hollande, de centro izquierda, venció a Sarkozy por un estrecho margen en la primera vuelta, en la que participaron 10 candidatos, con un 28.6%, frente a un 27.1% del actual mandatario, pero la líder del Frente Nacional Marine Le Pen se robó la noche con un 18%, el mejor resultado obtenido alguna vez por un candidato de extrema derecha.

Su desempeño se hizo eco de avances en todo el continente de populistas euroescépticos anti-establishment desde Amsterdam a Viena a Helsinki y Atenas mientras la crisis de deuda de la zona euro profundiza el malestar por los recortes del gasto público y el desempleo.

"Los del Frente Nacional deben ser respetados", dijo Sarkozy a periodistas al dejar la sede de su campaña en París. " E xpresaron su opinión. Fue un voto de sufrimiento, un voto de crisis. Por qué insultarlos? He escuchado al señor Hollande criticarlos", declaró.

El impopular Sarkozy tendrá que dividirse para atraer tanto a electores de extrema derecha como a centristas, pues necesita a ambos para ganar el balotaje.

Su débil resultado preocupó a los inversores, que ya están inquietos por la capacidad de los Gobiernos europeos de honrar sus deudas, provocando una baja de las acciones y los bonos franceses.

Al regresar a sus actividades de campaña, Sarkozy insistió en sus promesas de endurecer los controles de frontera, reforzar la seguridad en las calles y mantener el trabajo industrial, temas centrales para Le Pen en medio del descontento con la inmigración, el crimen violento y un desempleo cercano a un máximo de 12 años.

Tras liderar a la quinta economía mundial por cinco años que también es una potencia nuclear y miembro del Consejo de Seguridad de la ONU Sarkozy podría seguir la misma suerte de otros 10 líderes de la zona euro que han abandonado el cargo desde el comienzo de la crisis financiera a fines del 2009.

Hollande, de 57 años y que según sondeos del domingo ganaría el balotaje con entre un 53 y un 56% de las preferencias, prometió que si es elegido cambiará la dirección de Europa y liderará una reactivación económica con mayor justicia social.

Pero el fuerte desempeño de Le Pen dio a Sarkozy una inesperada luz de esperanza. "El avance de Marine Le Pen deja la segunda ronda bien abierta", decía el titular del principal diario de derecha Le Figaro, mientras que Liberation, de centro izquierda, publicó: "Hollande al frente. Le Pen, la aguafiestas".