La Habana/Bogotá (Reuters).- La guerrilla colombiana de las FARC liberó tres trabajadores ante la presión de las Fuerzas Militares para rescatarlos, mientras que cinco soldados murieron en combates con los rebeldes, que también derribaron una torre de energía en un recrudecimiento del conflicto en medio de un diálogo de paz.

La liberación de los trabajadores que habían sido capturados el miércoles y los nuevos ataques se produjeron después de que el Gobierno y las (FARC) cruzaron fuertes declaraciones cuestionándose su rol en el proceso de paz, que busca acabar con un conflicto armado de casi 50 años.

La guerrilla anunció esta semana que seguirá capturando efectivos de las Fuerzas Armadas, una decisión que para el Gobierno que no aceptó pactar un cese del fuego durante las negociaciones pone en duda la voluntad del grupo rebelde de llegar a un acuerdo.

Las dos partes reanudaron el jueves en La Habana la negociación.

"Nosotros estamos dispuestos a permanecer en esta mesa hasta encontrar un camino que nos conduzca a la paz. Por eso decimos que no nos levantaremos de esta mesa hasta no lograr materializar ese anhelo de la gente en Colombia que es la paz", dijo a periodistas el comandante , jefe negociador del grupo rebelde.

Rehenes libresEl Ejército informó que tres trabajadores de una contratista de la petrolera canadiense fueron liberados el jueves por las FARC en el departamento del Caquetá, ante la presión de las Fuerzas Militares que por aire y tierra intentaban rescatarlos.

Los tres trabajadores, de nacionalidad colombiana, habían sido secuestrados el miércoles.

"Están en buenas condiciones, la guerrilla los dejó libres ante la presión de las tropas", dijo el comandante de la sexta división del Ejército, general Germán Giraldo.

Previamente, el fin de semana dos policías fueron secuestrados en el departamento del Valle por las FARC.

Márquez aseguró que "nosotros no tenemos hasta ahora ningún reporte oficial en torno al hecho, si son o no son las FARC", en referencia esos dos policías.

Otros combatesPor otra parte, cuatro soldados murieron el miércoles en un combate con miembros de las FARC cerca del municipio de Policarpa, en el departamento de Nariño.

Además, el mismo grupo disparó contra un helicóptero militar cuando desembarcaba tropas en zona rural del municipio de Puerto Asís, en el selvático departamento del Putumayo, como parte de una operación contra la guerrilla, y en el ataque murió un suboficial, informó el ejército.

Las Fuerzas Militares también reportaron que las FARC derribaron con una bomba una torre de energía en zona rural del municipio de Tibú, en el departamento de Norte de Santander, dejando sin electricidad una amplia región.

Las recientes acciones confirman que el grupo rebelde, considerado como una organización terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea, aún tiene capacidad para realizar ataques.

Las FARC han sido debilitabas por más de una década de ofensiva militar, apoyada por Estados Unidos, en la que han muerto importantes comandantes guerrilleros y miles de combatientes han desertado.

El Gobierno del presidente ha descartado firmar un acuerdo bilateral de cese al fuego con la guerrilla y advirtió que eso sólo ocurrirá si tiene éxito la negociación y se llega a un acuerdo para poner fin al conflicto.

"Si el propósito es obligar al Gobierno a un cese bilateral de fuegos, eso no va a ocurrir. Sólo habrá cese bilateral el día que firmemos un acuerdo para terminar el proceso", dijo en la capital de Cuba el jefe del equipo negociador, Humberto de la Calle.

El funcionario descartó la posibilidad de suscribir acuerdos parciales para humanizar la confrontación como lo han propuesto las FARC y aseguró que eso sólo contribuiría a prolongar el conflicto.

"Se trata terminar de manera expedita y en el menor tiempo posible el conflicto", precisó de la Calle.