El último sábado 31 de octubre venció el plazo para que los partidos políticos presenten, ante la ONPE, sus listas definitivas de precandidatos, tanto a la Presidencia de la República, como al Congreso y Parlamento Andino, que participarán en las elecciones internas, a realizarse en dos fechas (29 de noviembre y 6 de diciembre).
Al cierre del plazo legal se presentaron, en total, 33 precandidatos a la Presidencia de la República. Sus inscripciones vienen siendo evaluadas por la ONPE, a fin de determinar si cumplieron con los requisitos de ley.
No todos los actuales aspirantes al sillón de Pizarro son nuevos en política, ya que muchos de ellos vienen de otras tiendas políticas.
De los 33 precandidatos a la Presidencia de la República, 17 han participado en procesos electorales anteriores representando a otros partidos, ya sea postulando a un cargo de elección popular (alcalde, regidor, congresista, presidente o vicepresidente) o militando en dicha agrupación.
De Barnechea a Forsyth
Los ejemplos saltan a la vista. Antes de ser afiliado al partido de la lampa, el precandidato de Acción Popular, Alfredo Barnechea, fue un conspicuo militante aprista. Es más, en 1983 postuló, sin éxito, a la alcaldía de Lima; sin embargo, dos años después fue elegido diputado por el mismo partido.
En 1987 Barnechea renunció al Apra alegando diferentes motivos, entre ellos, la estatización de la banca impulsada por el entonces presidente Alan García.
Otro claro ejemplo es George Forsyth. En el año 2010 fue elegido regidor distrital de La Victoria como parte de la lista del entonces alcalde Alberto Sánchez-Aizcorbe, del PPC. Al año siguiente se afilió al partido del mapa.
En las elecciones municipales del 2018 abandonó al PPC y se enroló a Somos Perú. Bajo los colores del partido que creó el fallecido Alberto Andrade se convirtió en alcalde de La Victoria.
No obstante, en setiembre pasado anunció que se inscribiría en Restauración Nacional, con miras a presentar su precandidatura a la Presidencia de la República para los comicios del 2021.
El último caso registrado es el de Richard Arce, integrante del Congreso que fue disuelto en setiembre del año pasado.
Arce llegó al Parlamento, en el año 2016, bajo los colores del Frente Amplio, liderado por el excura Marco Arana; no obstante, los problemas internos en la agrupación hicieron que un bloque se separara y formara su propia bancada, Nuevo Perú, bajo la tutela de Verónika Mendoza.
Arce fue pieza clave por varios años en el Nuevo Perú, agrupación que está en proceso de inscripción ante el JNE; sin embargo, en octubre del año pasado renunció luego que se conociera la alianza entre el bloque de izquierda con Perú Libre, de Vladimir Cerrón, con miras a los comicios congresales de enero pasado, algo que al final no llegó a concretarse.
El mes pasado Arce inscribió su precandidatura a la Presidencia de la República. En esta ocasión, representando al partido Renacimiento Unido Nacional (RUNA).
De Soto, el asesor
Si bien no fue militante de un partido o postuló a un cargo de elección popular, el economista Hernando de Soto, precandidato a la presidencia por Avanza País, se desempeñó como asesor de diferentes candidatos y jefes del Estado.
En la elecciones de 1990, De Soto asesoró al entonces candidato Alberto Fujimori, quien derrotó en la segunda vuelta al nobel de literatura Mario Vargas Llosa. Desde esa fecha el economista fue muy cercano al exmandatario, quien fue sentenciado por crímenes de lesa humanidad.
En el año 2006, el entonces presidente Alan García nombró a De Soto como su representante personal ante el proceso de aprobación del Tratado de Libre Comercio (TLC) con los Estados Unidos.
Para las elecciones del 2011 De Soto volvió a estar cerca de un Fujimori. En esta ocasión, anunció públicamente su respaldo a la candidatura de Keiko Fujimori, hija del expresidente Alberto Fujimori. Cinco años después el economista fue integrante del plan de gobierno de Fuerza Popular, que lanzó nuevamente, sin éxito, la candidatura de Keiko.
No hay identidad ideológica
Al respecto, la experta en comunicación política, Iris Jave, consideró que actualmente los partidos políticos se han convertido en una suerte de vehículos para llegar al poder, en donde ya no hay identidad ideológica de por medio.
“Estas organizaciones políticas son, más bien, una suerte de vehículos para llegar al poder, porque lo que hacen es ‘jalarse’ candidatos de otras organizaciones. Son candidatos que pasan de un partido a otro. Haciendo una comparación con el fútbol, se compra el pase del político y este se pasa de un lugar a otro, porque ya no hay una identidad ideológica o espacio de formación como se conocía en los antiguos partidos políticos”, señaló a RPP.
La también investigadora del Instituto de Democracia y Derechos Humanos de la PUCP (IDEHPUCP) agregó que esta situación ha generado una desinstitucionalización de los partidos políticos y una falta de identidad propia.
“Lo que estamos viendo es una coalición o constelación de intereses frente a estas precandidaturas, pases o jales. No importa tanto la ideología o las creencias comunes, sino qué organización política me va a permitir ocupar una curul o llegar al poder, cuál es más eficiente para alcanzar el poder. Solamente se negocian estos intereses o acuerdos a nivel de las cúpulas o a las bases”, cuestionó.
Por su parte, el director de Vox Populi, Luis Benavente, consideró que el propio sistema político ha permitido que suceden estos ‘jales’ entre un partido a otro.
“Los políticos se convierten en saltimbanquis. Yo no los llamo (a los partidos) vientres de alquiler, los llamo ‘la feria electoral’, porque es aquí en donde se encuentran candidatos que creen tener votos y partidos que tienen inscripción y que necesitan candidatos para mantenerse vigentes. Hacen ese match porque el sistema ha conducido a eso lamentablemente, no hay otra opción”, advirtió.
El analista recordó los casos de Hernando ‘Nano’ Guerra García y Vladimir Huaroc, quienes no solo se cambiaron de partido, sino de ideología (de izquierda a derecha).
“Se dan saltos ideológicos fuertes, porque los partidos no han funcionado, no tienen prácticas internas. La ley de partidos ha fracasado, lamentablemente”, enfatizó.