Un reciente informe de su SUSALUD, al que accedió Cuarto Poder, pone al descubierto una serie de irregularidades que han ocurrido en el tópico del Congreso, tras la muerte del asesor parlamentario Gustavo Trujillo Benguer, el pasado 4 de marzo.
Gustavo Trujillo era un hombre grande. Medía cerca de 1 metro 90 y bordeaba los 100 kilos. En imágenes se le ve caminar hacia el tópico del Congreso. De 44 años, el entonces asesor principal de un congresista sale de los ambientes del tópico a la espera de su turno de atención, da vueltas en un mismo cuadrado, parece inquieto. Fue la última vez que se le vio de pie. Una hora después comenzó a perder los signos vitales.
El doctor Miguel Marquina Lara, actualmente médico jefe del tópico del Congreso, estuvo presente aquel 4 de marzo durante la atención y evacuación del economista, hoy fallecido.
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Las irregularidades detectadas por SUSALUD
Tras la muerte del asesor parlamentario, una investigación oficial descubrió una maraña de irregularidades en el tópico del Congreso. Un lugar que, ni siquiera contaba con un desfibrilador para casos de emergencia.
Tampoco tenía ni tiene hasta ahora el registro de la Superintendencia Nacional de Salud (SUSALUD), para brindar atención médica al público.
Tras los hechos, una larga y prolija investigación de la propia intendencia de fiscalización de SUSALUD concluyó que hubo negligencia en la actuación del tópico y recomendó multar al Congreso con S/1′000,000.
Extrañamente, y apenas enterados de que el caso sería público, esta semana SUSALUD emitió una resolución final en la que se absuelve de responsabilidad al Parlamento. Argumentaron que como no se puede determinar si el tópico del Congreso califica como una institución prestadora de salud, no les corresponde aplicar una sanción.
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“Cómo es posible que en un informe donde se sanciona e incluso se calcula la multa que se le pone al congreso, 206 UIT, quede desestimado para que luego salga una resolución en la que se absuelve de toda culpa a esa IPRES que no cumple con las normas, contradiciéndose la misma institución, SUSALUD. El ente que debe velar por que se cumplan los servicios de salud como deben ser. Esto es indignante”, señaló Vanesa Ingar, viuda del trabajador del Parlamento.
Esta historia trágica empezó el lunes 4 de marzo de 2019, el economista Gustavo Trujillo Benguer asistió a sus oficinas, el despacho del entonces congresista fujimorista Ángel Neyra Olaechea.
Trujillo era un economista egresado de la universidad agraria La Molina, experto en comercio exterior, padre de dos pequeñas hijas, era el pilar de su familia.
“Cómo es posible que un tópico del congreso sin ninguna autorización ni registro, se pierdan vidas. Cuántas vidas más se han perdido antes, cuántas más se están perdiendo en este momento. Eso no es justo”, dijo Vanesa Ingar.
Gustavo, quien también era un querido profesor universitario, sintió por segunda vez en esa semana dolores en el pecho tan fuertes que prefirió ir al tópico en busca de ayuda.
“Claro, y eso fue lo que él refiere a las personas que lo atienden; o sea, llegó con un dolor en el pecho y te digo oye estoy en citas médicas y le dan un alprazolam para que se calme”, añadió.
Una cámara que se mantiene en el mismo lugar hasta hoy registró al entonces trabajador parlamentario entrar y salir del tópico tres veces. Si bien una enfermera del Congreso ya había evaluado sus signos vitales, Gustavo recién entró a consulta a las 10:15 a.m. Es decir, 20 minutos después de llegar al tópico.
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Gustavo fue atendido por dos médicos de la Clínica Internacional debido al convenio que tenía el Legislativo con la compañía de seguros Rímac. Según el propio informe de atención, a las 10:30 a.m. a Gustavo Trujillo le hicieron un electrocardiograma que según la entonces doctora de dicha clínica, Giovanna Alcalde Mostacero, no presentaba alteraciones aparentes.
“Al verlo lloroso y angustiado refiriendo tener gran stress por la carga laboral, se le administra media tableta de alprazolam. Aproximadamente 8 minutos después la doctora Alcalde escucha un golpe fuerte, sale de inmediato y encuentra al paciente en el suelo y de cúbito ventral”, se lee en el informe de atención.
“Procede a voltearlo con apoyo del técnico Luis Flores y la doctora Gabriela Landeo (Clínica Internacional), quien inicia las compresiones torácicas al evidenciar ausencia de pulso”, añade el documento.
El informe de atención revela además que mientras Gustavo Trujillo iba perdiendo los signos vitales, el personal del tópico no tenía a la mano los equipos necesarios para atender esa emergencia.
“Al mismo tiempo la doctora Alcalde solicita un tubo de mayo para mejorar la ventilación del paciente y solicita el desfibrilador, el cual es traído por el personal de enfermería desde la ambulancia. Se colocan los parches de la DEA, se realiza la primera descarga, y se continúa con las compresiones torácicas por parte de la doctora Alcalde. En esa parte del proceso no tenemos tiempos exactos”, se lee en el texto.
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Demoraron dos horas en trasladarlo a clínica
Según la cámara de seguridad del Congreso, la ambulancia salió rumbo a la Clínica Internacional a las 11:10 a.m. en pleno tráfico del Centro de Lima, pero, según el informe de atención, la ambulancia salió mucho más tarde, a las 11: 48 a.m. y recién a las 12:15 p.m. llegó a emergencias con un paciente sin signos vitales.
“En una indiferencia total y absoluta, el Congreso no nos ha dado ninguna explicación de una investigación coherente. El único acercamiento del Congreso ha sido del personal de seguridad que llegó ese día a la clínica a decirnos que hicieron una evacuación rápida y oportuna cuando las cámaras de seguridad nos muestran que se demoraron más de dos horas en trasladar a mi hermano hasta que falleció”, dijo Martín Trujillo, hermano del trabajador del Parlamento.
Gustavo Trujillo recibió varias descargas eléctricas en el pecho para ser reanimado a como dé lugar. Ese fatídico lunes 4 de marzo de 2019 fue internado en la Unidad de Cuidados Intensivo de la clínica, en donde solo terminó de morir.
Cuatro años después, la familia, la viuda de Trujillo esperaba sanar una herida que parece seguirá sangrando a borbotones. El último jueves, SUSALUD emitió una resolución que misteriosamente despedazaba el informe final sancionador de su propia intendencia de fiscalización.
Dicho informe final recomendaba imponer una millonaria multa contra el tópico del Congreso por haber atendido sin el registro de SUSALUD y por no haberse realizado un debido seguimiento a los síntomas de Gustavo Trujillo luego de recetarle el alprazolam.
“Vamos a seguir luchando, esto no se va a quedar así, es un atropello, esto es indignante y vamos a seguir. Como les decía en la primera entrevista no puede volver a pasar”, anotó Vanesa Ingar.
La nueva y oportuna resolución absuelve de toda responsabilidad al tópico del Congreso por supuestamente no haber “quedado del todo establecido” el tipo de servicio que ahí se brinda. Lo insólito es que en el Congreso piensan que sí son una Institución Prestadora de Servicios de Salud, (IPRESS).
“Bueno, tenemos hasta fin de año para sacarlo (registro)”, manifestó Dany Pantoja, jefa del área de seguros del Congreso.
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