
La delegación peruana, integrada por el canciller Elmer Schialer; el ministro de Defensa, Walter Astudillo; y el comandante general de la Fuerza Aérea del Perú (FAP), Carlos Enrique Chávez Cateriano, continúa sosteniendo reuniones con autoridades europeas, en búsqueda de cerrar el acuerdo para la compra de 24 aviones de combate. Esta vez fue el turno de Francia.
Las autoridades peruanas se reunieron este jueves con Éric Trappier, presidente ejecutivo de Dassault Aviation, fabricante del avión de combate Rafale. Una de las opciones de la FAP para convertirse en la nueva adquisición nacional, que estimó invertir US$ 3,500 millones.
Un día antes, la misma comitiva visitó las instalaciones de Saab en Suecia y dialogó con sus directivos sobre la propuesta del caza Gripen. Ambas alternativas continúan en carrera, al igual que el F-16 de Estados Unidos, fabricado por Lockheed Martin, con quienes el gobierno se reunió en mayo.
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Agenda bilateral con Francia
La visita a París también permitió avanzar en la agenda bilateral. Schialer se reunió con el ministro para Europa y de Asuntos Exteriores, Jean-Noël Barrot, con quien revisó los principales ejes de cooperación entre ambos países. Durante el encuentro, se destacó la próxima suscripción del Convenio para Evitar la Doble Tributación, con el fin de impulsar el comercio y las inversiones.
Asimismo, se resaltó la experiencia de los Convenios de Gobierno a Gobierno con Francia para la ejecución de obras de gran envergadura, como la nueva Carretera Central y la rehabilitación de hospitales en diversas regiones del país.
Francia es actualmente el sexto socio comercial del Perú en la Unión Europea, con un intercambio de US$ 783 millones al cierre de 2024.

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Seguridad y defensa en el centro de la conversión
La delegación peruana también sostuvo una reunión con el ministro de Defensa francés, Sébastien Lecornu, en la que se abordaron posibles áreas de cooperación en defensa y seguridad. Entre ellas, la modernización de las Fuerzas Armadas, la vigilancia marítima, la observación satelital y la formación castrense.
El ministro Astudillo destacó que la relación con Francia en materia de defensa tiene una larga trayectoria, y que el Perú busca potenciar sus capacidades estratégicas frente a desafíos como el narcotráfico, el crimen organizado transnacional y la seguridad amazónica, donde ambos países coincidieron en la necesidad de una mayor cooperación, incluyendo a la Guayana Francesa.

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Con la visita a Suecia y Francia, el Perú continúa con su ronda de evaluaciones antes de definir a que país corresponderá la adquisición de aviones de combate.
Si bien aún no se ha tomado una decisión final sobre cuál es la opción ganadora, el Gobierno ha dejado claro que busca fortalecer las capacidades de la Fuerza Aérea con aeronaves modernas y de última generación.
“No se trata de saber en realidad cuál de los tres aviones es mejor, aunque son muy parejos en capacidades, sino cuál se puede adaptar mejor a las necesidades, a las características que tiene el Perú y en su eventual empleo como poder aéreo. Sin duda que si bien hay un fuerte aspecto tecnológico militar, la compra también está rodeada por aspectos geopolíticos, estratégicos, de política exterior, de alineamientos, de acoples, de desacoples, en un contexto ciertamente muy complicado de relaciones hemisféricas. Pero en todo caso, las necesidades operativas había que cubrirlas”, señala Andrés Gómez de la Torre, especialista en temas militares y de inteligencia.