El proclamado presidente electo Pedro Castillo encontrará un país no solo dividido tras la segunda vuelta electoral por los cuestionamientos al proceso, sino una serie de factores en su contra como las graves acusaciones fiscales a miembros del partido Perú Libre que lo llevó a la Presidencia, así como por las decisiones que toma él mismo y que le jugarán en contra de su gestión presidencial, señalan los analistas Luis Benavente y Javier González-Olaechea.
Para Benavente, director de Vox Populi, el hecho de que Castillo no tenga definidos algunos nombres en sectores estratégicos como la presidencia del Consejo de Ministros y los ministerios de Economía y Salud, demuestran que él y Perú Libre carecen de un equipo técnico sólido, error que los acompaña desde la primera vuelta de las elecciones generales 2021.
“Castillo sigue demostrando su improvisación. Antes del debate técnico, no le daba mucha importancia a contar con un equipo técnico que sería su próximo gabinete. Algunos rostros que aparecieron en el primer debate desaparecieron después y ahora está rodeado de tres frentes: los marxistas leninistas de Perú Libre, la izquierda caviar que cree que lo va a moderar y los matrícula abierta que son algunos políticos oportunistas a los que no les importa la ideología y solo buscan una cuota de poder. No obstante, todo indica que será un gabinete ministerial del ala dura de Perú Libre por la presión de la bancada. Es decir, marxista leninista”, dijo.
Asimismo, señaló que los líos judiciales por el caso ´Los Dinámicos del Centro´ continuarán afectando a su gobierno si la justicia avanza con prolijidad e independencia. Sin embargo, descartó que la oposición del próximo Congreso pueda vacarlo por incapacidad moral si esta investigación alcanza a la figura presidencial, debido a que no cuentan con los 87 votos para este fin.
“En su primera etapa, Castillo no tendría el riesgo de una vacancia por incapacidad moral. La única manera de que este proceso se de es con la fractura de la bancada de Perú Libre. Sin embargo, su principal problema es que no cuenta con un equipo técnico y un discurso consistente cuando la ciudadanía pide resultados inmediatos en economía y salud. Esos errores serán aprovechados por la oposición. Ese discurso de lucha de clases no le servirá de mucho”, explicó.
Carece de un equipo con fortalezas
Por su parte, González-Olaechea Franco, doctor en Ciencia Política y experto en gobierno, afirmó que, para gobernar, Castillo y Perú Libre deben tener conocimientos políticos, habilidades blandas y fortalezas técnicas. Características que no han demostrado a lo largo de la campaña.
“Perú Libre, hasta ahora, no ha demostrado tenerlos. En un gobierno Castillo, le compete y urge encontrar esas tres capacidades juntas en sus colaboradores, que comulguen y aporten coherencia al grupo y que no roben. Lo tiene muy difícil”, precisó el también internacionalista.
Sobre las acusaciones judiciales contra el partido Perú Libre y su impacto en la gestión Castillo, González -Olaechea sostuvo que el “dinamismo fiscal hasta ahora no es acompañado por igual ritmo por los jueces”.
“Estoy seguro que dentro y fuera de las paredes judiciales, el impacto de los presuntos forajidos [caso ´Los Dinámicos del Centro´] es mucho más dinámico y explosivo. Para Perú Libre, para la posible vicepresidenta Dina Boluarte y al próximo jefe de Estado Castillo, para los más pobres y para el país puede llegar a ser devastador”, aseveró.