La congresista Katy Ugarte, integrante del Grupo Parlamentario Unida y Diálogo Parlamentario (Ex Perú Libre), presentó el pasado 25 de setiembre el proyecto de Ley N° 5999, Ley que promueve el voluntariado y lo reconoce como experiencia laboral y prácticas preprofesionales. De hecho, este proyecto se suma a otras dos iniciativas: N° 5664 (Luis Angel Aragón, de Acción Popular) y N° 5768 (Raúl Huamán, de Fuerza Popular).
“El objetivo general de los proyectos de ley objeto de estudio es el de reconocer el servicio del voluntariado como experiencia laboral para los estudiantes de educación superior universitaria, no universitaria y profesionales”, se mencionó en una exposición de la comisión de Trabajo del Congreso de la República.
Este dictamen fue aprobado por unanimidad en la comisión mencionada. ¿Qué plantea y qué se podría llevar a discutir al pleno del Parlamento?
Detalles
Se busca modificar el artículo 11° de la Ley N°28238, Ley General del Voluntariado, para establecer que “se reconoce el voluntariado como experiencia laboral en todos sus extremos y se considera como prácticas preprofesionales si se realiza en el campo relacionado con la carrera técnica o universitaria del participante”.
LEA TAMBIÉN: Ghosting laboral, los motivos que llevan a un candidato a abandonar el proceso de selección
Cada seis horas de voluntariado se consideran como un día, por lo cual, solo tendrán derecho a recibir certificado los voluntarios que realicen como mínimo una actividad de voluntariado de 360 horas, equivalente a tres meses.
“La cantidad de horas pueden ser acumuladas según la disposición de tiempo de cada voluntario, por lo cual, se debe llevar un registro constante. La cantidad de horas, su conversión a días y la materia de voluntariado, debe estipularse en el certificado que se otorgará al titular”, indica el documento.
Fundamentos
El proyecto de Ley precisa que esta medida buscar facilitar a los jóvenes el acceso a experiencias laborales, a fin de que tengan mayores oportunidades de conseguir empleo.
El texto argumenta que la principal barrera para la inserción laboral es la falta de experiencias. En ese sentido, cita el reporte de “Escasez de Oportunidades Laborales para los Jóvenes 2022″ de ManpowerGroup, que señala que el 81% de los jóvenes en el país tienen problemas para conseguir un trabajo.
Según dicho estudio, existen tres problemas causas: la falta de experiencia laboral (33%), bajos sueldos (19%) y manejo de idioma (13%).
LEA TAMBIÉN: Rotación laboral al alza: las razones detrás e incentivos para evitar renuncias
Entonces, las empresas no contratarían jóvenes justamente por falta de experiencia, lo cual " impacta negativamente en las nuevas generaciones de trabajadores y talento juvenil que no se van a potenciar por la falta de opciones laborales”.
“(...) Si el voluntariado es una acción totalmente loable, ¿por qué las miles de personas (donde el gran grueso son jóvenes) que entregan su tiempo para generar impacto positivo en la sociedad, no se ven correctamente retribuidas?, y no nos referimos al dinero, sino a un documento que les permita acreditar prácticas pre profesionales o experiencia laboral”, sostiene la iniciativa, por ejemplo, de la congresista Ugarte.
El documento también señala que al considerar el voluntariado como experiencia laboral se generaría un fuerte incentivo para aumentar la cantidad de voluntarios, los cuales tendrán a futuro mayores posibilidades de conseguir un empleo y a la vez, contribuir a la sociedad.
¿Realmente promueve la inserción laboral?
Mónica Villegas, directora de oportunidades laborales de la UPC y experta en Mercado Laboral, consideró que la iniciativa va a desincentivar la inserción laboral, porque va a hacer que las empresas prefieran tener un “pull de voluntarios” en vez de generar puestos de trabajo.
“Se desvirtúan las practicas preprofesionales. A mí me parece muy riesgoso. (Este proyecto de ley) va a llevar a la descolocación laboral, pues las compañías van a preferir tener voluntarios trabajando, los cuales van a rotar y no se va a generar puestos de trabajo”, dijo a Gestión.
La experta recordó que las prácticas están reguladas por la Ley 28518, la cual establece que los practicantes preprofesionales deben recibir una subvención equivalente a la remuneración mínima vital, a los seis meses obtienen media subvención y al año otra media subvención.
Esta figura está bien regulada para asegurar justamente que los alumnos que practican y aportan a las empresas no sean, de alguna manera, explotados; el joven aporta y la compañía le paga por eso, agregó.
“Lo que va a pasar con esta Ley es que los empresarios van a preferir tener voluntarios en vez de practicantes, ya que de sea manera eliminan los costos. Para mi no tiene ningún sentido”, remarcó Villegas.
LEA TAMBIÉN: El sector con mayor dinámica que demandará personal hacia el cierre del año
Patricia Soto Quiroga, directora de Estudios de la Universidad de Piura, coincidió con lo dicho anteriormente y sostiene que de aprobarse la propuesta del Congreso, podría ocurrir que las empresas no reconozcan los derechos laborales de los jóvenes.
“Por ejemplo, la subvención económica mensual que se asigna actualmente en las prácticas pre y profesionales, las vacaciones de 15 días y el seguro de salud. Es muy importante que se considere este tema”, mencionó.
La iniciativa legislativa argumenta que los jóvenes no consiguen trabajo porque no tienen experiencia. Para Soto Quiroga, esto respondería a una falta de empleo formal en el Perú, por lo que se deberían tomar medidas que apunten a promover la formalidad y la generación de empleo.
“El enfoque no debería estar en cómo hacer que el voluntariado se consideren práctica preprofesional (en algunos casos quizá si lo sea, porque se relacionan con la carrera que sigue el joven voluntario), sino en cómo hacer para que los jóvenes que quieran acceder a una práctica puedan tener mayor facilidad”, explicó.
Voluntariado vs prácticas: ¿cuál pesa más?
Soto Quiroga señaló que sería un riesgo considerar el voluntariado al igual que las prácticas pues, aunque este es muy bueno para la etapa de formación de los estudiantes, “no suple, de ninguna manera, las experiencias pre profesionales que sí se dan en un ámbito de trabajo”.
“Todas esas relaciones laborales, como tener un horario definido, relacionarse con colegas, tener tareas propias de la profesión, hacer visitas a clientes, entre otras; no se pueden sustituir por las que se puedan dar en un voluntariado, por más profesional que sea este”, remarcó Gestión.
Agregó que al tratar de equiparar el voluntariado con las prácticas, también se estaría privando a los alumnos de la posibilidad de adquirir estos primeros acercamientos con el mundo laboral y ese aprendizaje propio del objetivo de las prácticas pre y profesionales.
“Los voluntariados son maravillosos, desarrollan muchas cualidades y habilidades en los alumnos, pero, no tienen las mismas características de una práctica pre profesional, son dos ámbitos claramente distintos”, dijo la vocera.
LEA TAMBIÉN: Demanda de perfiles peruanos por empresas extranjeras crece a doble dígito: Los puestos
Mónica Villegas, por su lado, consideró que en la realidad estas figuras no tendrían el mismo peso para las empresas, pues las áreas de recursos humanos le darían mayor valor a las prácticas por sobre el voluntariado.
“Las compañías consideran la experiencia de lo que ven en el CV y lo que conversan con el alumno. Yo creo que las reclutadoras no les darán el mismo valor, por que lo que no se paga, no se valora. Es absurdo que se pretenda emitir un certificado de prácticas cuando lo que se ha hecho es un voluntariado, porque legalmente tienen otra concepción”, remarcó.
Argumentó que en el caso de los practicantes, estos ingresan a una organización para aprender y trabajar, por lo que constantemente están recibiendo un feedback y un acompañamiento.
En cambio, la naturaleza del voluntariado es de colaborar y ejecutar acciones, por lo que no necesariamente hay una orientación o formación de por medio.