Perú y su presidenta Dina Boluarte estarán entre los grandes protagonistas de la próxima cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), a la que se incorporará este martes, puesto que la crisis política que atraviesa al país ha salpicado a su Cancillería, que se ha tambaleado con la renuncia de la ya exministra de Relaciones Exteriores Ana Cecilia Gervasi.
Boluarte partirá mañana a San Francisco, sede de la cumbre, donde recogerá el testigo de la Presidencia pro tempore de la APEC. Este será el quinto viaje al extranjero de la mandataria en menos de un año.
El anterior, a Washington, ocasionó un huracán dentro del Ministerio de Relaciones Exteriores que acabó rodeado de críticas hacia la mandataria y la imagen que traslada de Perú.
En la visita de la mandataria a Washington para participar en una cumbre regional, la agenda oficial de la Presidencia anunció una reunión bilateral de Boluarte con su homólogo estadounidense, Joe Biden, un argumento utilizado por la presidenta para justificar su viaje al solicitar el permiso obligatorio en el Congreso.
Pero la reunión nunca fue confirmada por las autoridades norteamericanas y un criticado comunicado de la Cancillería peruana aclaraba que, por falta de tiempo, esta no se había podido realizar, pero que ambos sí habían podido conversar en los pasillos de la Casa Blanca. Para corroborarlo, adjuntó fotos en las que veía cómo la presidenta peruana cogió de la mano a Biden.
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Este caso desató una ola de críticas que desembocaron en la renuncia de Gervasi y del embajador de Perú en Estados Unidos.
Al día siguiente juró como canciller Javier González-Olaechea, quien se ha mostrado abiertamente en contra del informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) sobre las muertes en las protestas antigubernamentales que sacudieron Perú.
El nuevo canciller, que ha prometido al Congreso elaborar informes detallados de los viajes al exterior de la presidenta para evitar incidentes como el anterior, tendrá la presión de mejorar la imagen de Perú en el exterior, ya deteriorada después de las decenas de muertes en las marchas por enfrentamientos con las fuerzas del orden, y también de la Cancillería, una institución que contaba con un elevado prestigio internacional.
Perú será, además, la próxima sede de la cumbre APEC, que se realizará en 2024 en Lima, Trujillo, Ucayali, Cuzco y Arequipa, pero los frentes del foro en San Francisco no acaban aquí para el país andino, porque se producirá uno de los cara a cara más tensos en el Gobierno de Boluarte.
La mandataria se encontrará por primera vez con una de las voces más críticas de su mandato en el exterior, el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, quien ha definido a la peruana como “usurpadora” tras el autofallido golpe de Estado del expresidente Pedro Castillo.
La oposición de López Obrador al Gobierno de Boluarte ha sido tal, que durante meses se negó a traspasar al país andino la Presidencia pro tempore de la Alianza del Pacífico, que finalmente México entregó a Chile, y este cedió el testigo a Perú el 31 de julio.
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