
En un mundo cada vez más digitalizado, los dispositivos electrónicos se han convertido en una solución inmediata para entretener a los niños. No obstante, esta aparente practicidad conlleva riesgos significativos para su salud visual y desarrollo cognitivo, alertan especialistas.
La Dra. Any León, oftalmóloga de Oftalmosalud, advierte que cada vez es más frecuente observar en consulta a menores con síntomas como fatiga ocular, ojos secos, visión borrosa y cefaleas, asociados al uso prolongado de pantallas. Estas manifestaciones forman parte del denominado Síndrome Visual Informático, una condición que afecta tanto a adultos como a niños expuestos por tiempos prolongados a pantallas sin pausas adecuadas.
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Explicó que el uso excesivo de dispositivos a corta distancia está vinculado a un incremento en los casos de miopía infantil e incluso a la aparición de estrabismos agudos, una desviación repentina en la alineación de los ojos.
Pero más allá de lo visual, el impacto también alcanza el plano cognitivo. “El aburrimiento no es negativo; es una oportunidad. Es en esos momentos de aparente inactividad cuando el cerebrito infantil se activa, buscando formas de divertirse, creando historias, explorando su entorno. Sin embargo, cada vez que le ofrecemos un celular, una tableta o una televisión, le robamos la posibilidad de imaginar y aprender de manera activa”, añade la Dra. León.

Recomendaciones clave para las familias
Para reducir los riesgos del uso excesivo de pantallas en los menores, la especialista sugiere aplicar las siguientes estrategias:
- Limitar el tiempo de pantalla: Para niños menores de dos años, el uso de pantallas debe ser nulo o muy limitado. Para niños mayores, debe restringirse lo máximo posible y siempre bajo supervisión.
- Fomentar actividades al aire libre: La luz natural y las actividades al aire libre han demostrado ser protectoras contra la miopía. Además, permiten que los niños interactúen con su entorno.
- Promover juegos creativos: Juguetes simples, como bloques, libros para colorear o incluso una hoja en blanco, pueden ser suficientes para despertar la creatividad.
- Establecer descansos visuales: Si el uso de pantallas es inevitable, enseñar la regla del 20-20-20: cada 20 minutos, mirar algo a 20 pies de distancia (aproximadamente 6 metros) por al menos 20 segundos.
- Revisiones visuales periódicas: Es fundamental realizar exámenes oculares regulares para detectar y tratar a tiempo cualquier problema visual.
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La próxima vez que un niño diga que está aburrido, antes de ofrecerle una pantalla, considere que ese momento puede ser el punto de partida para despertar su creatividad y cuidar su salud visual.