La agricultura peruana está sumida en una “profunda crisis”, fruto de sucesivas dificultades como la pandemia del COVID-19, la falta de fertilizantes y los fenómenos meteorológicos extremos, una situación que afecta con más fuerza a las familias campesinas que no reciben suficiente apoyo estatal, afirmó la última investigación de Oxfam publicada este jueves.
”Desde 2020, agricultores familiares han padecido las sucesivas crisis en el país que devinieron en un preocupante aumento de la pobreza: el 41 % de hogares agrarios se encuentra en situación de pobreza, casi el doble que los hogares no agrarios, según cálculos del estudio en base a los datos del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI)”, sostiene el estudio.
La investigación, que lleva por título “Agricultura familiar en tiempos de crisis en Perú: diagnóstico y recomendaciones”, advierte que el COVID-19 la crisis de los fertilizantes y el cambio climático han golpeado sucesivamente al sector, pero la agricultura familiar es la más afectada “debido a la respuesta insuficiente y de corto plazo del Estado peruano”.
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El trabajo ha sido elaborado por los economistas Eduardo Zegarra y Yeni Vásquez, que analizan los impactos de estas crisis en la agricultura familiar hasta mediados del 2023, al igual que las respuestas del Estado y las posibles alternativas para enfrentarla con una mirada desde las organizaciones agrarias.
Ambos afirman que las sucesivas crisis “han profundizado las históricas brechas de desigualdad”, particularmente en regiones con mayor actividad agraria, con niveles superiores al promedio nacional, y que este año las cifras de pobreza en este sector se van a incrementar “ante los graves eventos climáticos”.
”Es un sector que no ha recibido una adecuada atención de la política pública en los últimos 30 años. Si se continúa con el abandono de la agricultura familiar, este sector en el que viven 1 de cada 5 peruanos se seguirá empobreciendo y tendrá cada vez menos capacidad de producción de importantes alimentos como los tubérculos, hortalizas, frutas, granos andinos y leche, que son claves para la seguridad alimentaria nacional”, señala la investigación.
Alerta, además, que solo el 3,5 % del presupuesto público de Perú está destinado al sector agrario, “en el cual se prioriza la agricultura de exportación o empresarial con grandes proyectos hídricos en la costa de Lambayeque, Ica y La Libertad”.
En este sentido, la responsable de Oxfam en Perú, Alejandra Alayza, expresó en un comunicado de la organización, que el presupuesto asignado al sector no ha demostrado ser efectivo en mitigar los impactos adversos que vienen enfrentando los agricultores y las agricultoras.
”Es vital diseñar instrumentos de política ágiles y eficientes para atender a la población productora en situaciones de crisis”, sostuvo.Las organizaciones agrarias consultadas en la investigación confirman que las medidas dictadas por el Estado frente a la covid-19, la crisis de fertilizantes y el cambio climático “fueron insuficientes, poco eficaces y hasta cortoplacistas”.
Resaltan, además, que no existe un padrón actualizado de productores, puesto que hasta mayo pasado solo estaba empadronado el 70 %, lo que supone “un obstáculo para la eficacia de ayudas económicas”.
(Con información de EFE)