Tras el derrame de petróleo ocurrido en el mar de Ventanilla en enero del 2022, el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) emitió los resultados sobre el estado de las playas afectadas tras un nuevo análisis de muestras.
En el informe, el organismo habría determinado que “el agua del mar cumple con el Estándar de Calidad Ambiental legalmente establecido (...) las condiciones estarían dadas para que se reactive la actividad pesquera”, de acuerdo a un comunicado publicado por la empresa Repsol, empresa denunciada por delito ambiental.
El nuevo reporte, sin embargo, también concluye que, de las 25 playas para uso y recreación ubicadas en las zonas afectadas, solo 15 estarían aptas en lo referido al contenido de hidrocarburos.
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“Estos resultados difieren de otros emitidos por entidades ambientales independientes, pero permite avanzar en la vuelta a la normalidad”, señaló la empresa.
Por otro lado, informaron que Sanipes no detectó signos de contaminación por hidrocarburos por encima de los niveles permitidos frente a Ancón, por lo que se encontraría habilitada la extracción de moluscos bivalvos y gasterópodos marinos de la zona.
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“Reiteramos nuestro pedido a las autoridades competentes para que, en concordancia con los resultados emitidos por las autoridades el año pasado, y reafirmados en el último muestreo efectuado por OEFA, reabran las playas aptas para el público y permitan la reactivación de la pesca artesanal”, señaló.
La empresa afirmó que seguirá realizando acciones de vigilancia, monitoreo y limpieza en las zonas declaradas como inaccesibles, como el Serpentín de Pasamayo, capturando el hidrocarburo que se desprende de las rocas por acción de las olas, a través de embarcaciones y equipos especializados ubicados frente a estas costas.
Finalmente, informó que viene realizando la etapa de caracterización con muestreos en playas y sedimentos, como parte del Plan de Rehabilitación solicitado por el OEFA.