
La región Puno amaneció con bloqueos en distintas carreteras como parte del paro nacional convocado por gremios sindicales y organizaciones sociales, una medida que ha generado el colapso del transporte terrestre y serias complicaciones para el comercio fronterizo.
Desde las primeras horas del día, manifestantes del Sindicato Único de Trabajadores en la Educación del Perú (SUTEP) y representantes de comunidades campesinas se movilizaron para bloquear accesos clave como el puente Ilave en la ruta Puno–Desaguadero, vital para la conexión con Bolivia.
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En distintos tramos, como las vías Juliaca–Huancané, Juliaca–Cusco (altura de Ayaviri) y Azángaro–Cusco, se han colocado obstáculos con piedras y llantas quemadas, dejando decenas de buses y camiones paralizados.
También se reportaron cortes en la carretera interoceánica. La medida ha obligado a muchos pasajeros a cruzar a pie zonas de protesta y hacer transbordos en condiciones precarias.
Los manifestantes reclaman una mayor atención del Ejecutivo frente a la creciente inseguridad, acceso equitativo al gas doméstico y expresan su rechazo al reciente incremento salarial de la presidenta de la República.
“No estamos en contra del desarrollo, pero este no puede darse mientras el pueblo no tenga lo básico”, señaló uno de los dirigentes durante una concentración en Ilave.
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Pese al caos en las rutas, las actividades comerciales en los centros urbanos de Puno y Juliaca se mantienen parcialmente activas, aunque con menor afluencia.
La protesta no tiene una fecha clara de finalización. Los dirigentes aseguran que mantendrán las medidas hasta que el Gobierno inicie un diálogo efectivo con las regiones movilizadas.