Las protestas sociales de fines del 2022 e inicios del 2023 afectaron duramente al turismo en Cusco. Y ahora el riesgo está en que un posible cambio a ventas 100% online de las entradas a Machu Picchu generen protestas que bloqueen las vías y con ello se vuelva a paralizar el turismo.
¿Por qué la necesidad de cambiar la venta de entradas a un sistema 100% online?
El disponer la venta de 1,000 entradas de forma física genera problemas a los turistas. La gente tiene que hacer colas desde las 2 a 3 de la mañana. Y con el riesgo de no encontrar entradas, pues lo más grave es que los reportes indican que se venden menos de las 1,000 entradas permitidas, sino que solo se ofrecen 500 a 600, para obligar a que los turistas se queden y consuman más en Aguas Calientes.
En la práctica están siendo forzados a quedarse.
Exacto. Están siendo prácticamente obligados a quedarse uno o dos días para que consuman más en Aguas Calientes. Ellos condicionan a que las entradas se vendan hoy, pero para que recién se ingrese a Machu Picchu el día de mañana. Ya no hay entradas para que el turista pueda ingresar el mismo día.
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Frente a la amenaza de protestas, ¿cómo llegar a un acuerdo?
La población de Aguas Calientes pide que se mantenga la venta presencial, pues sirve para su fuente de ingresos. Pero creo que hay oportunidades donde ellos pueden desarrollar actividades adicionales, para que los turistas se puedan quedar de forma voluntaria y no obligados.
¿De qué forma?
Para evitar este tipo de conflictos, la Municipalidad de Aguas Calientes puede invertir ese dinero que recibe por la venta de los boletos para desarrollar nuevos atractivos. Eso debe ser también un compromiso del Gobierno Regional. Existen por ejemplo en Aguas Calientes las cataratas de Mandor. Además, existe la posibilidad de que con la autorización del Ministerio de Cultura se utilice el cerro Putucusi para tener un mirador de Machu Picchu; también tienen baños termales y orquidearios. Adicionalmente, se pueden generar actividades de teatro, danza, gastronomía. Son muchas las cosas que ellos pueden generar. Se debe buscar que los turistas se queden voluntariamente y no obligados
El 10% de los ingresos por la venta de entradas va al municipio de Machu Picchu, ¿actualmente se sabe en qué usa esos recursos?
No sabemos exactamente para qué usa los recursos. Una de las cosas que allá prima es la informalidad, y las cosas no están del todo en regla.
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El CADE y reactivación del turismo
La próxima semana se realizará el CADE en el Cusco, ¿qué medidas esperan del Gobierno Central y Regional para reactivar la economía de la región?
Lo primero es que se brinden las condiciones necesarias para poder estabilizar el turismo. Es una actividad que genera la mayor cantidad de fuentes de empleo en el Cusco. Cuatro provincias, donde está el corredor turístico: Cusco, Calca, Urubamba y Anta, tienen más del 50% de la población del Cusco (región); y de ellos, el 60% vive de la actividad turística. Si no levantamos el turismo, los otros sectores seguirán en recesión.
¿El flujo turístico se ha recuperado?
El turismo todavía no se ha reactivado. Estamos entre un 46% a 48% en relación al 2022. Un termómetro son los ingresos a Machu Picchu, en prepandemia teníamos un acceso de 5,940 visitantes por día, durante la pandemia se redujo el aforo a 2,044; luego, a través de gestiones, se logró subir a 3,044 y finalmente a 4,044, lo que implica un 30% menos que en prepandemia. Pero no hemos llegado al 50% de ese nivel.
¿A qué se debe que el turismo aún no se ha recuperado a niveles del 2022?
El factor que más afectó fue la convulsión social de diciembre del 2022 y enero y parte de febrero del 2023. Hubo una muy mala experiencia de los turistas, muchos quedaron varados, recién salieron después de ocho días de Machu Picchu, caminando horas, debido a que las comunidades levantaron los rieles de los trenes. También en algunos bloqueos hubo agresiones a turistas, lo cual generó una mala imagen de Cusco como destino turístico. Y sigue el riesgo de nuevas protestas, eso perjudica la decisión de muchos turistas. Ese es el mayor temor.