
Al menos 15 colegios ubicados en distintos distritos de la región Lambayeque suspendieron sus clases tras las fuertes lluvias y la activación de quebradas que afectaron las vías de comunicación en las zonas afectadas.
Así lo informó el gerente regional de Educación de Lambayeque, Juan Vargas Rojas, quien además subrayó que, aunque el fenómeno natural ha afectado algunos centros educativos, “no es necesario caer en alarmismo”.
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De acuerdo con la información proporcionada por Vargas, en la Unidad de Gestión Educativa Local (UGEL) Lambayeque, se suspendieron las clases en siete instituciones educativas, entre las que se incluyen las de los códigos 010061, 137, 111140, además de otras en los distritos de Olmos como las instituciones 10198, 10801, 10180 y 10903. Otras suspensiones también se reportaron en varias zonas de la región.
En la provincia de Ferreñafe, ocho colegios, especialmente en el distrito de Incahuasi, como la institución educativa 308 Canchachalá, decidieron suspender sus labores a raíz de las intensas lluvias. Además, otras escuelas en zonas como Totoras, Uyurpampa y El Tute también tomaron la misma medida. En contraste, en la provincia de Chiclayo no se ha registrado hasta el momento ninguna afectación en las instituciones educativas.
Vargas enfatizó que la seguridad de los estudiantes es la principal prioridad en estos momentos. “La vida de nuestros estudiantes es lo más importante. Las clases se pueden recuperar, pero no podemos arriesgar su integridad”, subrayó.
Por ello, se ha emitido un comunicado instando a las comunidades educativas a dialogar y encontrar acuerdos sobre cuándo reanudar las actividades escolares. Además, el gerente destacó la situación de algunos colegios en condiciones críticas, como el caso de las instalaciones del centro poblado de Totoras, que requieren atención urgente.
“Cada caso debe ser evaluado individualmente. Es fundamental trabajar en conjunto con Defensa Civil y las autoridades locales para abordar estos problemas de manera efectiva”, aseguró.
En cuanto a la situación de infraestructura educativa, Vargas explicó que no basta con declarar una emergencia sin contar con un plan de contingencia adecuado. “Necesitamos estudios técnicos que determinen si una institución debe ser demolida o reparada. Actualmente, tenemos aproximadamente 20 colegios que podrían estar en riesgo de colapso”, señaló.
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El gerente regional también informó que se están realizando esfuerzos para mejorar las condiciones de 185 instituciones educativas mediante el programa del Fondo de Compensación Regional (Foncor). La meta es iniciar las obras antes del 10 de abril, con el objetivo de reducir los tiempos de ejecución y evitar que las reparaciones se extiendan durante el año escolar.
A pesar de los desafíos que enfrenta la región, Vargas aseguró que la educación no se ha descuidado. Si bien las condiciones climáticas han sido adversas, “debemos estar preparados”, comentó, haciendo un llamado a la unidad entre las autoridades y la comunidad educativa.
“Es esencial que todos trabajemos juntos para garantizar la seguridad y el bienestar de nuestros estudiantes. La colaboración es clave en estos momentos difíciles”, finalizó Vargas.