(Foto: Andina)
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La contra la gripe puede reducir hasta en un 30% el riesgo de que pacientes con enfermedades crónicas presenten complicaciones graves o fallezcan en el , donde las infecciones respiratorias son, desde hace décadas, la principal causa de muerte en todas las franjas etarias y sexos.

Así lo sostuvo el neumólogo Alfredo Guerreros, presidente de la Sociedad de Neumología del Perú, quien recordó que los pacientes crónicos, al igual que adultos mayores, mujeres embarazadas y niños, tienen diez veces más probabilidades de fallecer por causas relacionadas con el virus de la influenza que la población general.

Cada año, el Perú registra alrededor de 200,000 casos de esta enfermedad respiratoria contagiosa, que provoca entre 800 y 1,000 decesos anuales, una cifra que asciende a 650,000 a nivel global, según la

Para Guerreros, no hay duda de que la vacuna contra la influenza es el mejor antídoto para prevenir riesgos y disminuir la mortalidad en el país suramericano, que tiene casi dos millones de diabéticos, seis millones de hipertensos y donde el 15% de su población es asmática.

Fragilidad ante el virus

Entre los pacientes crónicos más “frágiles” ante la gripe figuran los que padecen enfermedades respiratorias, metabólicas y cardiovasculares, quienes, contagiados por la influenza, tienen un rango de mortalidad de 4 por cada 100,000 personas, diez veces más que la población general (0.4 cada 100,000).

El pediatra neonatólogo Julio Tresierra, gerente médico del laboratorio Sanofi Pasteur, detalló que un paciente diabético con el virus de la influenza, por ejemplo, tiene “mucho más riesgo” de hacer descomposiciones de su nivel de glucosa y tiene un 65% más de probabilidad de desarrollar neumonía.

“Con las enfermedades cardiovasculares, el riesgo de aumentar los casos de infarto en estos pacientes es 10 veces más relacionado a la influenza, y tienen 8 veces más riesgo también de enfermedades cerebrovasculares”, agregó el doctor.

Eficacia de la vacuna

Estos peligros, sin embargo, disminuyen cuando los pacientes reciben las dosis que mantienen a raya el virus.

En este sentido, Tresierra precisó que los enfermos crónicos con problemas cardiovasculares vacunados contra la gripe minimizan en un 36% las probabilidades de desarrollar episodios cardiovasculares graves.

El riesgo de morir también cae en un 18% en pacientes con insuficiencia cardíaca, una patología que padecen unos 13 millones de latinoamericanos, el 2% de la población total de la región.

En concreto, según señaló el neonatólogo, se estima que la efectividad de la vacuna contra la influenza en pacientes con riesgo de infarto miocárdico es del 45%, un porcentaje incluso mayor que dejar de fumar, que en estos casos tiene una efectividad de entre el 40% y 43%.

Renovar la confianza

En el Perú, el aplica todos los años de forma gratuita la vacuna trivalente contra la influenza, que protege contra las tres cepas más frecuentes que circulan en Latinoamérica: la AH3N2, la AH1N1 y la influenza tipo B.

Pero, a raíz de la pandemia del coronavirus, las tasas de cobertura de vacunación nacional han caído “drásticamente”, según lamentó el doctor Guerreros, quien estimó que aproximadamente unas 600,000 personas habrían dejado de recibir sus dosis en el 2020.

Esta cifra dejaría al país lejos del récord que logró en el 2018, cuando vacunó al 89% de las personas de riesgo a quienes iba destinada la campaña de inmunización.

Así, el neumólogo aseveró que en el Perú urgen “estrategias que renueven la confianza a la población”, que tiene temor de acercarse a los centros de salud por miedo a contagiarse del COVID-19.

Sugirió, además, que las autoridades sanitarias deberían desarrollar programas regionales de vacunación contra la influenza, en vez de nacionales, a fin de adecuarse a las particularidades de cada región del país.