De las denuncias que los consumidores presentan ante el Indecopi por la afectación de sus derechos en un establecimiento comercial, una pequeña parte se relaciona con actos de discriminación, porque en la mayoría de los casos estos no son denunciados, sostiene Wendy Ledesma, titular de la Dirección de la Autoridad Nacional de Protección del Consumidor del Indecopi.
“Las denuncias por discriminación son residuales. Las denuncias que más llegan aquí (al Indecopi) tienen que ver con la falta de idoneidad en el servicio, omisión de información, falta de entrega del libro de reclamaciones. Pero nosotros entendemos que la mayoría de las denuncias (por discriminación) no llegan, porque las personas no son conscientes de que están siendo discriminadas o no saben que tienen derecho a denunciar”, manifiesta.
Crisólogo Cáceres, presidente de la Asociación Peruana de Consumidores y Usuarios (Aspec), coincidió en que la mayoría de usuarios discriminados no denuncian los hechos porque no saben que pueden hacerlo.
“No saben que es un acto que debe ser sancionado y también desconfían del sistema, piensan que no les harán caso. Además, a diferencia de otro tipo de denuncias que se presentan ante el Indecopi, en estos casos el usuario no recibe una retribución directa”, expresó.
Señaló que, frente a actos de discriminación, además de multas, el Indecopi impone medidas correctivas para que estos hechos no se repitan, como la colocación de carteles en los que se advierta que la discriminación está prohibida, capacitaciones al personal e incluso puede ordenar la presencia de un oficial de cumplimiento del Indecopi en el local.
Desde que inició el año en curso, en la sede central del Indecopi solo se han presentado 10 denuncias por discriminación en locales comerciantes de distintos sectores económicos. Es preciso recordar que el Indecopi solo atiende casos de discriminación en el ámbito del consumo.
Ledesma relata que las discotecas están entre los lugares donde más actos de discriminación contra consumidores se presentan. Si bien antes se impedía el ingreso de personas explícitamente por sus rasgos étnicos (color de piel, cabello o habla), tras varios años de denuncias y operativos para evitar estos actos, el filtro pasó a ser el nivel económico.
“Ya no te filtran por ser afrodescendiente o por tener rasgos andinos, sino que ahora te ponen (la obligación de pagar) S/ 300 para entrar y también se juega con los filtros. Entonces, se pudo verificar en unos casos a ciertos grupos de personas les decían, por ejemplo, el precio (de entrada) es de S/ 50 o es gratis; y a otras les decían que costaba S/ 300”, comentó.
También considera que la disposición a denunciar está influida por el tipo de situación. Si se trata de discriminación en colegios, por ejemplo, muchos padres evitan denunciar porque tienen miedo de que se tome represalias contra el menor.
Otros casos emblemáticos en los que el fallo sancionador del Indecopi fue ratificado por el Poder Judicial corresponden a una compañía de seguros que no le brindó una póliza de seguros a una persona con síndrome de down o el de un hotel que le impidió el ingreso a una pareja homosexual.
Caso La Panka
El sábado 15 de febrero, un ciudadano denunció, a través de su cuenta de Facebook, que su madre con discapacidad motora y su hija con discapacidad visual fueron discriminadas en el restaurante La Panka de la Costa Verde.
Según relató en su post, el gerente del restaurante había estacionado su vehículo en la rampa destinada al paso de silla de ruedas, lo que impidió a la anciana ingresar al local y, al reclamarle al gerente, este los había instado a retirarse.
Tras viralizarse el caso en redes sociales, el Indecopi inició rápidamente una investigación de oficio e informó que, de comprobarse la falta, se le impondría una multa de S/ 1 millón 935 mil.
Ledesma señaló que esta investigación fue priorizada por tratarse de un “caso sensible” y poseer múltiples artistas.