
En la actualidad, la inteligencia artificial (IA) y otras tecnologías digitales son herramientas comunes en la vida académica de los estudiantes de educación superior. Según reporte del Digital Education Council Global AI Student Survey 2024, el 80% de los jóvenes utiliza IA en sus tareas diarias. Sin embargo, a pesar de este alto nivel de adopción, uno de cada dos estudiantes asegura no sentirse preparado para enfrentarse a los retos que estas herramientas suponen.
Esta desconexión entre el uso frecuente de la tecnología y la falta de competencias profundas para dominarla de manera efectiva abre un debate crucial sobre cómo la educación está aprovechando —o no— el potencial de la tecnología para formar a los futuros profesionales.
¿Por qué muchos jóvenes no se sienten preparados ante la IA?
Entre los resultados de la encuesta, se conoció que 1 de cada 2 estudiantes no se siente preparado para la IA. El 58% de ellos consideró tener suficientes conocimientos y habilidades en IA. Asimismo, apenas el 48% aseguró sentirse preparado para formar parte de un trabajo a futuro que implemente la IA.

En conversación con Gestión, Eddy Morris, decano de la Facultad de Ingeniería y director de las maestrías de Data Analytics & Artificial Intelligence y de Dirección de TI de la Universidad ESAN, señala que en muchos casos, el uso de IA ha sido exploratorio, basado en la intuición o en la experiencia compartida entre pares, pero no guiado por una formación formal.
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“El hecho de que los estudiantes usen herramientas de inteligencia artificial no significa que comprendan a fondo cómo funcionan ni cómo integrarlas de manera estratégica en su vida académica y profesional. Esta falta de estructura genera una sensación de incertidumbre frente a un entorno laboral donde la IA ya no es una opción, sino una realidad cotidiana”, mencionó.
Señala además que existe un desfase importante entre la rapidez con que la tecnología avanza y el ritmo de adaptación de los sistemas educativos.
“La mayoría de los jóvenes siente que utiliza la IA como una herramienta funcional para resolver tareas, pero no necesariamente como una competencia que dominan con seguridad. Ahí es donde las instituciones educativas deben tomar la iniciativa y acompañar el uso con formación crítica”, remarcó.
Dijo, asimismo, que muchos alumnos llegan a clase con conocimientos autodidactas sobre IA o herramientas digitales, pero no encuentran espacios institucionales para desarrollar esas habilidades de forma estructurada. Esto genera desconexión y desaprovechamiento de potencial formativo.
Por su parte, Patricia Sánchez Urrego, vicerrectora académica de la Universidad de Ciencias y Artes de América Latina (UCAL), aclaró para Gestión que uno de los principales factores de esta sensación de poca preparación de los jóvenes ante la IA, es la ausencia de un proceso estructurado para la adquisición, implementación y apropiación de estas tecnologías en las instituciones educativas.
Esto no solo implica la inversión en herramientas digitales, sino también el desarrollo de estrategias de capacitación y transferencia de conocimientos que permitan a docentes y estudiantes adoptar estas tecnologías de manera crítica y significativa, planteó la experta.
“Es fundamental que las universidades promuevan un ecosistema de aprendizaje en el que la inteligencia artificial sea utilizada con un propósito formativo, alineado con estrategias pedagógicas innovadoras y el desarrollo de competencias digitales que preparen a los estudiantes para los retos del futuro”, añadió.
En esa línea, Sánchez considera que el problema no está en la IA sino en la integración. Es decir, si no se genera una integración entre los modelos de enseñanza – aprendizaje, donde confluye los objetivos de un perfil profesional y un plan de estudios, y el uso de la tecnología se genera una desconexión entre usos y necesidades.
En ese caso, en lugar de potenciar la capacidad analítica con herramientas de IA solo se usan como herramientas para generar respuestas o consultar conceptos carentes de contexto y de análisis.
¿Qué tecnologías están siendo más aprovechadas?
En entrevista con Gestión, Deivy Cordero, coordinador de innovación docente y TIC de la Univ. Antonio Ruiz de Montoya (UARM), indicó que en el ámbito académico, los estudiantes están cada vez más inmersos en el uso de tecnologías de inteligencia artificial (IA) generativa. Sin embargo, su enfoque a menudo es empírico, basado en el ensayo y error, en lugar de una comprensión profunda y estructurada de estas herramientas.
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A pesar de esta aproximación, afirma, los estudiantes han encontrado maneras efectivas de integrar la IA en su día a día académico, aprovechando diversas tecnologías para mejorar su rendimiento y facilitar sus tareas. Tales como:
- ChatGPT: Usado para generar ideas y escribir ensayos. Por ejemplo, un estudiante puede pedirle a ChatGPT que le ayude a redactar un párrafo sobre un tema específico.
- Grammarly: Usado para revisar la gramática y mejorar la calidad de los escritos. Por ejemplo, un estudiante puede usar Grammarly para corregir errores en su tesis.
- Microsoft Copilot: Usado para asistencia en programación. Por ejemplo, un estudiante de informática puede obtener sugerencias de código mientras trabaja en un proyecto.
- Herramientas de búsqueda de información: Usadas para encontrar recursos académicos. Por ejemplo, pueden usar motores de búsqueda avanzados para encontrar artículos de investigación.
Para que los estudiantes se sientan realmente preparados para enfrentar los retos que implican la inteligencia artificial (IA) y otras tecnologías emergentes en su futura vida profesional, remarca Cordero, es esencial que reciban una formación integral que abarque varios aspectos clave:
- Competencias digitales: Uso de herramientas de IA, programación, análisis de datos. Por ejemplo, cursos sobre Python y análisis de datos.
- Habilidades blandas: Pensamiento crítico, resolución de problemas, colaboración. Por ejemplo, talleres sobre trabajo en equipo y resolución de conflictos.
- Ética y seguridad: Comprensión de los aspectos éticos y de seguridad relacionados con el uso de tecnologías. Por ejemplo, seminarios sobre privacidad y seguridad de datos.
IA en el aprendizaje de los estudiantes: ¿Herramienta de apoyo o sustituto de la enseñanza tradicional?
Deivy Cordero, de la UARM, sostiene que la inteligencia artificial (IA) tiene un impacto favorable en el aprendizaje de los estudiantes, especialmente en la gestión de tareas relacionadas con la investigación y la generación de contenido, no obstante, debe ser utilizada como una herramienta de apoyo que complementa la enseñanza tradicional, promoviendo el desarrollo del pensamiento crítico y asegurando que los estudiantes estén preparados para enfrentar los desafíos del futuro.
En este aspecto, aunque las tecnologías pueden mejorar la eficiencia y la calidad del trabajo académico, es importante que los estudiantes desarrollen habilidades de pensamiento crítico.
Por ejemplo, un estudiante puede usar ChatGPT para generar ideas para un ensayo, pero debe aprender a evaluar la información proporcionada y a verificar su precisión, indicó.
Por su parte, Eddy Morris, de ESAN, manifestó que la IA ha llegado para quedarse en el ámbito educativo, pero aún es vista mayoritariamente como un complemento.
“Los estudiantes la utilizan como asistente o tutor informal, especialmente fuera del aula, para resolver dudas puntuales o estructurar trabajos. Pese a ello, hay una percepción clara de que no puede reemplazar la guía, la motivación y la capacidad de contextualización que brinda un docente humano”, enfatizó.
De hecho, cuando se abusa de la IA sin una mediación adecuada, explica, el aprendizaje se vuelve más superficial. El desafío no es decidir entre IA o enseñanza tradicional, sino integrar ambas de forma inteligente. En ese contexto, el rol del docente se transforma: ya no es solo transmisor de información, sino facilitador de experiencias de aprendizaje que ayuden al estudiante a interpretar, analizar y cuestionar incluso lo que la IA le sugiere.

Instituciones educativas del Perú: ¿Cómo están abordando la adopción de la IA?
Para Patricia Sánchez, de UCAL, el sistema educativo se encuentra en un nivel incipiente, y que, si bien hay esfuerzos importantes y articulados, aún hay muchas brechas que cubrir tanto en el ámbito público como privado.
“La mayoría de instituciones tiene limitaciones de infraestructura, tanto en software como hardware, asimismo hay brechas de acceso digital entre Lima y las grandes ciudades y ciudades en diversas fuertes regiones”, mencionó.
En tanto, Eddy Morris, aunque reconoce que actualmente existe mucha disparidad entre instituciones, algunas universidades ya han comenzado a experimentar con IA para personalizar el aprendizaje, automatizar procesos o fortalecer la investigación.
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Con una mirada mucho más optimista, Deivy Cordero expresó que, si bien algunas universidades carecen de los recursos básicos necesarios para implementar la IA de manera efectiva, algunas otras están avanzando notablemente en la integración de estas tecnologías. Añadió que estas instituciones han implementado laboratorios de IA bien equipados y están utilizando herramientas avanzadas para mejorar la enseñanza y el aprendizaje.
Es importante destacar que los tres voceros coincidieron en que ya se observan señales de cambio en las instituciones educativas que representan, y el desafío ahora es expandir las buenas prácticas y garantizar su sostenibilidad, asegurando que la IA se utilice para reducir brechas en lugar de ampliarlas.
OPINIÓN: Velocidad de la IA supera a los planes de estudio
Willy Guerrero, socio líder de Advisory de KPMG en Perú
“La razón por la que los jóvenes no se sienten preparados para explotar el uso de la IA - a pesar de su adopción masiva - se debe a una combinación de factores. Por un lado, existe una brecha entre la adopción tecnológica y la preparación estratégica; las instituciones educativas están adoptando tecnologías de IA, pero no siempre las integran de manera efectiva en los planes de estudio para desarrollar competencias críticas como el pensamiento algorítmico o la ética digital.
Además, la velocidad a la que evoluciona la IA supera la capacidad de los planes de estudio para mantenerse actualizados, lo que puede dejar a los estudiantes desfasados, sin las habilidades necesarias para darle uso a la IA de manera efectiva.
Finalmente, aunque algunos jóvenes logran dominar herramientas específicas de IA, a menudo carecen de las habilidades blandas necesarias para integrar estas tecnologías en un contexto más amplio, como la colaboración y el pensamiento crítico.
La inteligencia artificial tiene un impacto significativo en el aprendizaje de los estudiantes. Sin embargo, debe ser vista como una herramienta de apoyo que complementa la enseñanza tradicional. La IA personaliza experiencias y automatiza tareas administrativas, lo que permite a los educadores en centrarse en los aspectos más importantes de la enseñanza.
La última edición del estudio KPMG Global Tech Report destaca el creciente impacto de la tecnología en diversos sectores, incluyendo la educación. Sin embargo, la enseñanza tradicional aporta elementos esenciales que la IA no puede replicar, como la inteligencia emocional, la creatividad y el desarrollo de relaciones humanas entre docentes y estudiantes.
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Considero que el rol ideal de la IA no es reemplazar, sino optimizar la enseñanza tradicional, permitiendo a los educadores enfocarse en los aspectos más humanos del aprendizaje mientras aprovechan las ventajas tecnológicas para mejorar los resultados académicos.
Para que las nuevas generaciones estén preparadas para los retos que implica el uso de IA y otras tecnologías emergentes, necesitan una formación integral que vaya más allá de lo técnico.
Según la última edición de KPMG Global Tech Report, la inversión en IA se ha triplicado en el último año, pero el 55% de las organizaciones temen que el progreso se vea frenado por dudas éticas y de seguridad por parte de los usuarios. Por ese motivo, la formación de los estudiantes debe combinar conocimiento tecnológico básico, habilidades que incluyan pensamiento crítico y colaboración, y una formación ética robusta sobre el uso responsable de la IA".

Licenciado en Ciencias de la Comunicación, con especialidad en Periodismo, por la Universidad Tecnológica del Perú, con más de 12 años de experiencia en medios de comunicación. Actualmente escribo sobre política, economía y actualidad.