Gonzalo Galdós, presidente de CADE Educación 2019 confía en que en un trabajo colaborativo entre el sector privado y el Estado la educación pública podría mejorar.
“Esto es un tema en el que todos los peruanos debemos estar involucrados, incluso los medios de comunicación, deben ser conscientes que a través de sus contenidos están educando o mal educando. Lograr una educación de calidad es una tarea de todos” sostuvo Galdós en entrevista a Gestión durante la CADE 2019.
Para Galdós el reclamo de que el Estado intervenga más en el sistema educativo es fundamentalmente por la utopía de la educación de calidad gratuita para todos, cuando en realidad la educación nunca es gratuita y lo que sucede con la educación pública es que está subsidiada gracias a los impuestos que pagan todos los peruanos.
“Nosotros los peruanos con nuestros impuestos subsidiamos la educación pública, pero si no hay una gestión adecuada, si hay una gestión ineficiente se puede terminar gastando más que los propios privados a los cuales se sataniza por cobrar una pensión”.
Gonzalo Galdós considera que esos son los temas de fondo indispensables, pero que nadie quiere discutir “por qué si un ministro se atreve a decir una cosa al día siguiente va a tener una huelga y lo van a lapidar”.
A su criterio eso genera que los ministros pasen por el ministerio tratando fundamentalmente de que no haya conflictos con los sindicatos para lo cual hay todo un aparato administrativo destinado a que haya paz laboral y para que las clases empiezan cuando corresponde o que los libros lleguen a tiempo pero sin hacer nada más.
“No van al fondo. Están esculpiendo la punta del iceberg para que se vea bien, sin recordar que 5/7 del iceberg está por debajo de la superficie es decir que no se nota. No lo queremos ver, no queremos hablar sobre eso y siguen pasando los años y finalmente los únicos que puede ser rescatados como formación de talento son aquellos que por una beca o por sus propios recursos logran destacar en una universidad privada a pública”.
Respecto al trabajo entre el sector privado y el sector público Galdós sostuvo que la opción sería lo que en otros países se llama colegios concertados. Entidades construidas vía obra por impuestos, con profesores nombrados por el sector público, con un director seleccionado por concurso y con la intervención de un privado en el tema de la gestión.
“Tiene que hacerse de esa manera con un proceso de rendición de cuentas, colegios públicos pero con gestión privada”.
Recordó que el hecho de que sea gratuito no es garantía de que los padres quieran mandar a sus hijos allí a estudiar pues lo que todo padre desea es un buen colegio.