Ante un menor crecimiento económico este año, las microempresas han buscado nuevas oportunidades para visibilizar su producción; así, las ferias, en colegios o municipios, se han convertido en la opción ideal. Y es que, además de incrementar sus ventas, les permite captar más clientes y fidelizarlos con su marca.
“Llegué por curiosidad. Iba caminando sin tener idea de La Feria, pero me llamó la atención el ambiente, la zona y decidí probar suerte para ver si podría entrar y tener mi marca aquí”, relata Gabriel Romero, dueño de Coleccióname, quien alquila un puesto en La Feria (Barranco).
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El emprendedor, quien tiene cinco años alquilando un puesto en La Feria, cuenta también que tener un espacio, así como la facilidad para poder alquilar, le permitió -además de aumentar sus ventas- crear una comunidad internacional en redes sociales.
“El público que se acerca es muy foráneo. Tengo un público extranjero y tuve bastante crecimiento con envíos internacionales. La gente que me escribe del exterior me pide productos, pero dicen que me conocieron aquí, en La Feria de Perú”, cuenta.
Algo parecido ocurre con Silvia Montenegro en la Feria Marciana (Coliseo Dibós): “Tengo 27 años y estudio diseño de modas. Las carteras que he creado son atractivos para la gente que visita la feria y las ganancias de mi puesto me ayudan a solventar gastos”.
“Las ferias en general son bastante oportunas porque, para los que tenemos empresas pequeñas, nos ayudan con el posicionamiento. Desde que estoy aquí tengo más interacción en redes y la gente tiene un lugar cercano para encontrar mis productos”, añadió.
Cabe mencionar que si bien la pandemia afectó a todos los sectores económicos, también tuvo un lado positivo: la aceleración del comercio online, con las redes sociales de aliadas. Con ello, los usuarios pudieron conocer en dónde se ubican las ferias, qué tipo de cosas iban a encontrar, el rango de precios, entre otras cuestiones que hicieron más atractivo al lugar.
Hoy en día, en los distintos distritos de Lima se pueden encontrar ferias itinerantes, o ediciones de dos a tres días. Ambas modalidades reciben cientos de visitantes y aumenta la visibilidad de las marcas que recién están emprendiendo y/o crecen las ventas de las microempresas que ya están posicionadas.
Cantidad de visitantes que reciben las Ferias
La Feria Marciana es uno de los recintos más visitados por los jóvenes, ya que, en dos o tres días, ofrece conciertos en vivo, muestras de arte y, sobre todo, una variedad de microempresas. Gestión tuvo la oportunidad de conversar con el fundador Joshua Bahamonde, para conocer cómo se mueve la feria en sus diferentes ediciones.
En sus inicios, la Feria Marciana tenía un público joven, pero después de la pandemia, el rango de edad de los visitantes se amplió. “Ahora va más gente porque nos hicimos conocidos, pero el público ha ido cambiando. Muchos compran y otros vienen a disfrutar y conocer. Según el conteo de personas, al Coliseo Dibós vendrán de 3,000 a 5,000 por día. El público es rotativo, compran algo y se van. En su mayoría son jóvenes, pero los domingos hay familias”, detalló.
“Nos dimos cuenta de que muchos de los visitantes los fines de semana y los domingos son familiares. Pensamos en ellos y tratamos de conseguir bandas u otras alternativas para ellos, que la familia vaya y encuentren cosas que puedan comprar”, agregó Bahamonde. Por este motivo, existen marcas dirigidas a diferentes públicos.
La Feria de Barranco es otra iniciativa que reúne a microempresas; sin embargo, ellos permanecen en el distrito cada semana. Marcela Gárces, directora de La Feria, conversó con Gestión para comentar los detalles.
La Feria recibe más de 35,000 visitantes al mes, entre peruanos y extranjeros con un rango de edad más abierto. “Los nuevos talentos y generaron muchos más emprendimientos, lo que nos llevó a captar un público mayor y de múltiples generaciones”.
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Ferias apoyan en el crecimiento de microempresas
Los emprendimientos que concentran arte y cultura en sus actividades son las que reciben mayor atención de los ciudadanos; por ello, estas ferias destacan entre las demás, ya que brindan un espectáculo: horarios de conciertos, talleres de manualidades, shows de magia, variedad de comida, entre otras.
Joshua Bahamonde, líder de la Feria Marciana, recuerda que “muchas de las marcas participan desde la primera edición. Serán más de 20 o 30. Una de las cosas que pasaron después de la pandemia es que hay gente que nos dice ‘comencé con ustedes y ahora estoy próximo a abrir mi tienda o mi segunda tienda’. Al inicio manejábamos de 60 a 70 microempresas, y ahora pasamos los 100 locales”.
En el caso de La Feria de Barranco, Marcela Gardés contó que, en sus 11 años en el mercado, se han atendido “a más de 1,800 emprendimientos que han ofrecido productos novedosos en el rubro independiente, se presentaron 5,000 artistas nacionales y se acogió al rededor de 57,000 visitantes. Actualmente, contamos con más de 90 emprendimientos”.
En este caso, ella contó que se cuenta con negocios de todo tipo: moda, accesorios, joyería, jardinería, gastronomía, incluso hasta un espacio de adopción de mascotas y que “los espacios miden entre 2 y 3 metros cuadrados y se manejan costos promedios entre S/ 1,800 y S/ 2,000”.
Rango de edad de los microempresarios
Uno de los aspectos que llama la atención en las ferias, son los líderes detrás de estos emprendimientos, que, en su mayoría, son personas jóvenes con aspiraciones de tener una marca propia.
Bahamonde detalla que “hay mucha gente joven que ha hecho empresa. Tendrán un rango de edad de 24 a 35 años, quienes mayormente tienen sus negocios. Hay un joven de 19 años que la rompe. Es una de las marcas que más vende”.
Los directivos de las ferias también buscan que exista una variedad de artículos a la venta “y no canibalicen los sectores”. Frente a esto, el director de la Feria Marciana revela que el negocio de accesorios es el sector que predomina ante el resto (textiles, calzado, productos artesanales de limpieza, juguetes coleccionables, manualidades, etc).
En el caso de La Feria de Barranco, también existen jóvenes que han hecho empresa, pero, para incorporarse a su cartera, deben “tener un emprendimiento de corazón, con historia y con un propósito de largo plazo”; es decir, proyecciones con la marca.
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Resultados de las ediciones extraordinarias
Pese a la permanencia que tiene La Feria de Barranco en su local, también han realizado más de 10 ediciones itinerantes en lugares como el Museo de Arte Contemporáneo, el Parque Salazar (Miraflores), el Circuito Mágico del Agua, el Parque de la Amistad, la Municipalidad de Magdalena, la Alameda Jorge Chávez (Miraflores), entre otros.
Además de tener un espacio en Centros Comerciales como Larcomar, La Rambla de San Borja, La Rambla de Brasil y el Mall del Sur.
Según lo contado por Marcela Garcés, al final de estas ediciones, La Feria de Barranco realiza encuestas para saber el cumplimiento de metas que tienen los microempresarios, teniendo en cuenta de que no todos tienen el mismo objetivo.
“El objetivo no siempre son ventas, muchas veces también es testear los productos y que generar notoriedad en la audiencia o llegar a un nuevo público. Desde ese punto de vista, más del 80% de las marcas indican que cumplieron sus objetivos y más del 70% también cumplen sus metas de ventas, dependiendo de la plaza y la fecha”, resaltó.
Caso diferente al de la Feria Marciana, que optaron por salir de Lima y responder el pedido de sus seguidores en Arequipa y Trujillo. En las ediciones que tuvieron en estas regiones, Joshua Bahamonde resalta las distintas actividades que se realizan, en cuanto a las ferias en la capital.
“Hay cosas que no hay por allá: música en vivo, marcas, cosas chéveres que por allá no hay mucho. Allá hay más tiendas por departamento que los obligan a seguir una línea. No es lo mismo comprar un polo en la feria, que comprar un polo que tienen 50 personas. Por eso la gente le tiene cariño a las ferias, es un evento, música en vivo, marcas diferentes”.
Con respecto al arrendamiento de locales para vender en la Feria Marciana, Joshua explicó que “50 marcas viajaban de Lima, pero algunas marcas eran de allá. Muchos pedían conocer a las marcas limeñas”.
Sin embargo, en este 2023, las actividades no fueron tan provechosas, por la crisis social que afrontó el Perú: “Tuvimos una edición por allá y las cosas no fueron tan positivas porque justo cayó en el tema de huelgas, el Niño. Esto afectó un 30% en las ventas, pero si hablamos de una edición sin manifestaciones o protestas, las mypes sí regresan sin mercadería o con poco stock”.
Periodista. Bachiller en la Universidad San Martín de Porres con experiencia en medios digitales. Actualmente, me desempeño como Redactora Web en Gestión con gran interés en temas económicos y las finanzas.
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