Estudio confirmó la presencia de plomo en la sangre de habitantes de la Amazonía peruana.
Estudio confirmó la presencia de plomo en la sangre de habitantes de la Amazonía peruana.

Un estudio ha detectado altos niveles de plomo en la sangre de la población indígena de la Amazonía peruana que vive cerca de áreas de extracción de petróleo. También halló más plomo en la sangre de quienes residían más cerca de una instalación petrolera, que en aquellos que vivían a mayor distancia.

“La principal hipótesis es que el metal puede llegarles a través de la dieta en las zonas donde hay más contaminación ambiental, ya que la población caza y pesca para alimentarse y estudios previos han demostrado la presencia de plomo en los animales de esta zona. En cambio, en los lugares con menos contaminación ambiental, la vía más probable es por exposición ocupacional, como, por ejemplo, estar en contacto directo con el petróleo al participar en tareas de limpieza después de vertidos de crudo”, explica Cristina O’Callaghan-Gordo, quien lideró el estudio.

La investigadora forma parte de la Universidad Oberta de Catalunya, que impulsó dicho estudio, en colaboración con el Instituto Nacional de Salud (INS). Los resultados fueron publicados por la revista Environment International.

El estudio incluyó a 1,047 personas que vivían en cuatro cuencas hidrográficas de la Amazonía del Perú, una zona no industrializada y remota. De este universo, 309 personas (31 %) eran niños menores de 12 años.

El trabajo, que tuvo lugar entre mayo y junio de 2016, incluyó entrevistas presenciales para recoger datos sobre los factores de riesgo y el estilo de vida de los participantes y la realización de análisis de sangre. En la investigación también se tuvo en cuenta la distancia existente entre la residencia de la población y la instalación petrolífera.

El mayor nivel de metal en sangre se encontró entre los participantes de la cuenca del río Corrientes, donde se concentra la mayoría de las actividades de extracción de petróleo de la zona.

Un dato a destacar es que el estudio halló más plomo en la sangre de quienes residían a menos de una hora a pie de una instalación petrolera, que en quienes residían a mayor distancia. Los valores de plomo encontrados son el doble de altos que los valores encontrados en niños en Europa entre 1999 y 2007, período en el que todavía se usaba gasolina con plomo en Europa (hasta 2005 en algunos países).

El estudio reporta niveles altos plomo en la sangre entre los pueblos indígenas que viven en la zona de extracción de petróleo en tierra más grande del Perú. Los niveles más altos se encontraron entre los participantes de la cuenca del río Corrientes, donde se concentraban la mayor parte de las actividades de extracción de petróleo y se había liberado la mayor cantidad de agua producida. (Fuente: Blood lead levels in indigenous peoples living close to oil extraction areas in the Peruvian Amazon).
El estudio reporta niveles altos plomo en la sangre entre los pueblos indígenas que viven en la zona de extracción de petróleo en tierra más grande del Perú. Los niveles más altos se encontraron entre los participantes de la cuenca del río Corrientes, donde se concentraban la mayor parte de las actividades de extracción de petróleo y se había liberado la mayor cantidad de agua producida. (Fuente: Blood lead levels in indigenous peoples living close to oil extraction areas in the Peruvian Amazon).

Cabe precisar que los resultados mostraron altos niveles de plomo sobre todo en los varones. “Esto es algo habitual, ya que los hombres tienden a participar con más frecuencia en actividades que les exponen al plomo, como son las labores de limpieza de vertidos”, aclara O’Callaghan-Gordo.

Las alteraciones en los sistemas nervioso, hematológico, gastrointestinal, cardiovascular y renal están asociadas a la exposición al plomo tanto en adultos como en niños, según el Programa de las Naciones Unidas para el Medioambiente. “Unos niveles de plomo como los que encontramos en Perú tienen efectos sobre la salud. De hecho, cualquier cantidad de este metal en sangre implica consecuencias para la salud. Los efectos más conocidos son los problemas neurológicos y de neurodesarrollo en niños”, advierte Cristina O’Callaghan-Gordo.

La realización de este estudio es el resultado del acuerdo alcanzado entre las federaciones indígenas de las cuencas hidrográficas afectadas y el Gobierno peruano para dar respuesta a sus preocupaciones sobre los potenciales efectos en la salud. “Este trabajo sale adelante por petición de las comunidades indígenas, ya que llevan décadas reclamando al Gobierno que se haga algo en este sentido”, indica la investigadora.

El estudio se ha financiado con fondos del Instituto Nacional de Salud de Perú (INS) y contó con la colaboración de las federaciones FEDIQUEP, ACODECOSPAT, FECONACOR y OPIKAFPE, que forman parte de la federación de los Pueblos Indígenas Amazónicos Unidos en Defensa de sus Territorios (PUINAMUDT).

También han participado en esta investigación el Centro de Políticas Públicas y Derechos Humanos de Perú, la Universidad de Cambridge, la Universidad Central de Catalunya–Universidad de Vic, el Instituto de Ciencia y Tecnología Ambientales de la Universidad Autónoma de Barcelona y e-Tech International de Estados Unidos.

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