El primer semestre académico tanto en los institutos tecnológicos como en las universidades estuvo marcado por una alta morosidad y deserción debido a la crisis generada por el COVID-19, dejando a muchos peruanos sin empleo, y por consecuencia, no tener la posibilidades de seguir pagando los estudios de sus hijos, o los propios estudios.
Así, de acuerdo al a Federación de Instituciones Privadas de Educación Superior (Fipes) la deserción (abandono de estudios) de alumnos en los institutos a la fecha se ubica en 30% y en las universidades en 15%, mientras que la morosidad se ubica en 50%, cuando el nivel pre COVID–19 llegaba a un máximo de 20%.
Ahora, el escenario se torna aún más complicado con el inicio del segundo semestre académico, el cual empieza a mediados de agosto próximo.
El problema radica en que bajo la Ley de protección familiar, los jóvenes que estudian en las universidades e institutos (incluso en los colegios) pueden seguir estudiando el ciclo sin pagar las mensualidades. Sin embargo, para matricularse en el siguiente ciclo, deben pagar las pensiones pendientes y es allí donde se verán las complicaciones, pues muchos ya no podrán realizar esos pagos.
En conversación con Gestión.pe, el presidente fundador de la Universidad Científica del Sur, José Dextre, explica que es un escenario difícil para ambos casos puesto que lo que se busca es la continuidad de los estudios de los jóvenes, un hecho que para muchos será difícil de concretar.
Indica que los estudiantes de institutos tendrán una realidad más crítica puesto que en su mayoría ellos mismos se pagaban los estudios. De acuerdo con la Asociación de Institutos y Escuelas de Educación Superior (Asiste PERÚ), de toda la población estudiantil que agrupa los institutos -un total de 465,000 alumnos- un 50% se paga los estudios con propios recursos y un 50% lo paga un familiar, en tanto en ambos casos se reportó una baja en sus ingresos por la pérdida empleo.
En esa línea, Dextre señala que ya el empleo de los jóvenes se había visto afectado el año pasado por los problemas de migración que recibió Perú y que fundamentalmente competía con jóvenes en puestos -por ejemplo- de cajeros, mozos o asistentes.
“Ahora, el quedarse sin empleo y que se les reduzca la economía, yo creo que en el caso del instituto va a costar más la recuperación”, dijo.
Decisión de los padres
En el caso de los estudiantes universitarios el problema no recae tanto en los propios alumnos, si no, en sus padres.
Según indica, los padres de familia de estos estudiantes son –por ejemplo- profesionales médicos, abogados, cirujanos o tienen un propio negocio. En tanto, la caída de la economía también ha generado una reducción de sus ingresos o en otros casos, el despido.
De este modo, si una familia tiene a 2 o 3 hijos, los padres hacen el esfuerzo de seguir pagando los estudios de ellos, en tanto, si uno de ellos está terminando la carrera y el otro todavía está en la mitad o empezando, ahí se empieza a observar que existen recursos económicos limitados.
“Hay profesionales que tenían negocios de restaurantes y que están quebrados, entonces, no todos los alumnos van a regresar a continuar estudios. El papá seguro dirá ‘este año no estudias o estudias el siguiente semestre’”, dijo.
Precisó que desde la universidad se han venido otorgando ayudas económicas para que los estudiantes sigan realizando estudios, sobre todo en una reducción de pensiones.
De este modo, dijo que durante el primer semestre se realizaron descuentos de 20% en las pensiones de las universidades, lo que equivale a casi una pensión dejada de pagar por cada alumno. Es decir, si un alumno pagaba 5 pensiones durante el ciclo, se dejó de cobrar una pensión y solo pagó 4.
“Entonces los ingresos se han reducido notoriamente y evidentemente las instituciones educativas tienen una serie de inversiones que permanentemente están tranzando. Estamos haciendo todos los esfuerzos, como muchos sectores de sobrevivencia, con reducciones que han estado en ese promedio”, sostuvo.
El dato
- La Universidad Científica del Sur tiene una población de cerca de 10,000 alumnos y en el primer semestre académico la deserción alcanzó el 10%.
- Un estudio realizado por la Revista Biomédica del Instituto Nacional de Salud de Colombia posicionó a la Universidad Científica del Sur en un sexto lugar en Latinoamérica y como la primera institución educativa en el Perú en desarrollar publicaciones científicas sobre COVID-19.