¿Qué tienen en común el dueño de un pequeño restaurante que forma una larga fila de personas en una planta envasadora de gas situada en el distrito cusqueño de Saylla, con una ama de casa de Puno que ahora cocina a leña y el conductor de un mototaxi de Madre de Dios que se levanta temprano para ser uno de los primeros en recargar su unidad en un grifo? Que todos son afectados por el desabastecimiento de gas licuado de petróleo (GLP) debido a las protestas, y a esto se suman los oleajes anómalos que obligan al cierre de puertos.
Esto nos lleva a pensar, cuán importante es el almacenamiento de combustible para brindar seguridad energética en el país sobre todo en un periodo en el que se une la convulsión social con un fenómeno climatológico.
Actualmente, el 75% del suministro de GLP proviene de Camisea, un pequeño volumen de las refinerías y otras plantas y un 20% se tiene que importar. La mayor parte del gas licuado de petróleo de Camisea y de la importación se recibe en buques gaseros en los puertos de Callao (terminales de Solgas, Zetagas y Petroperú) y Talara que son los únicos habilitados para recibir descargas de este combustible líquido.
Entonces, durante años y hasta la fecha, el GLP es el combustible que ha registrado las tasas más altas de crecimiento, pero su desabastecimiento es recurrente debido a que no hay inversión para una infraestructura de recepción y su almacenamiento no ha crecido, ya que desde el 2005 solo existe capacidad para cubrir hasta tres días en promedio de ventas de este combustible en el país.
LEA TAMBIÉN: Congreso pone en riesgo masificación de gas natural al interior del país
Los especialistas consultados por Gestión.pe coincidieron que las manifestaciones sociales ponen en una situación crítica el abastecimiento del GLP en las regiones, sobre todo en las del sur.
A esto se suma inconvenientes por el cierre de puertos, durante los oleajes anómalos -que podrían culminar este fin de semana- pero que, en un futuro esta situación podría agudizarse debido al cambio climático.
Capacidad de almacenamiento del GLP
Para Aurelio Ochoa, especialista en temas energéticos, el almacenamiento de reservas de GLP sería un “paliativo” en este momento que el Perú reporta protestas acompañadas del cierre de más de 70 puertos debido a fuertes oleajes. Mencionó que si se retomase el cumplimiento de que las empresas importadoras y productoras del hidrocarburo cumpliesen con un stock mínimo para 15 días ante situaciones de emergencia, ahora esas reservas se hubieran agotado.
“Debería restituirse porque antes eran los 15 días, pero en este momento no existe. Al menos eso atenuaría, pero no solucionaría. Fíjese teniendo 15 días en el supuesto, mire cuántos días vamos con la problemática, desde diciembre, entonces superaría cualquier almacenaje que pudiéramos tener, pero al menos atenuaría, eso es cierto, los efectos de hoy en día que un balón de GLP en Madre de Dios está S/ 150″, dijo para Gestión.pe.
“Suponiendo que retornásemos al original [almacenamiento de 15 días] ya estuviéramos en dificultades. Digo que 15 días sería lo mínimo porque lo mínimo exigible a nivel internacional son 30 días. Entonces, todo lo demás van a hacer paliativos, así pongamos 15 o 30 días vamos a continuar con este problema porque somos dependientes de la importación de combustibles”, agregó.
Gustavo Navarro, exdirector de hidrocarburos de la Dirección General de Hidrocarburos del Ministerio de Energía (MINEM), en diálogo con este Diario, manifestó que una solución a mediano plazo sería construir capacidad de almacenamiento de GLP en el sur.
“La norma dispone que todos los combustibles deben mantenerse en un inventario mínimo equivalente a cinco días de venta y un inventario promedio en el mes de 15 días de venta. En ambos casos se refiere al promedio de venta de los últimos seis meses. Esto se cumple en todos los combustibles, menos el GLP porque las empresas no realizaron las construcciones para el almacenamiento adecuado”, explicó.
Recordó que Petroperú construyó tres esferas para almacenar GLP en Talara y así cumplir la norma para la atención del mercado del norte que también ha crecido notablemente, pero la construcción de esferas en el Callao no se concretó. “Solgas creo que ha construido el año pasado una esfera [es la tercera en el Terminal de Ventanilla] en el primer puerto, pero el resto [de empresas privadas] no cumple y lo que ha hecho la autoridad es suspender la norma”, precisó.
LEA TAMBIÉN: Ministro de Energía y Minas: “Lotes de Talara deben regresar a Petroperú”
Por su parte, en declaraciones a Gestión.pe, el exministro de Energía y Minas Carlos Herrera Descalzi sostuvo que la capacidad de almacenamiento sí es importante en contexto de oleajes anómalos y movilizaciones sociales, pero es un tema que no está bien regulado.
“Puede haber la capacidad de 15 días, pero hay que ver si la empresa tiene la infraestructura. Eso debe estar normado regulado y ser parte de la seguridad de abastecimiento sobre todo para el GLP que es importante en todo el Perú”, mencionó.
Al ser consultado si el stock de 15 días a mayoristas sería suficiente, respondió: “Depende de la autoridad o de la política del país. En forma particular me iría por garantizarle al consumidor que tiene el combustible, eso es lo fundamental porque puede traer problemas enormes”, dijo.
“El Osinergmin tiene que vigilar que eso cumpla [almacenamiento de reservas]. No está cumpliendo su función por dos razones o porque las normas del MEM no se lo permiten o porque no las ejecuta. Para la supervisión tiene que tener personal que revise periódicamente. Hoy en día, en el mundo de la inteligencia artificial, ni siquiera necesita que vayan personas a verificar [el almacenaje], eso se puede hacer a distancia”, agregó.
En tanto, la directora ejecutiva de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE), Angela Grossheim, sostuvo que los bloqueos de carreteras en el sur han ocasionado que el abastecimiento en Arequipa, Puno y Cusco sea intermitente. “Hay sectores carreteros que se abren y se cierran otra vez lo que ha hecho que el abastecimiento sea irregular”, mencionó para Gestión.pe.
Respecto al cierre de vías en el norte del país, Grossheim Barrientos advirtió que, de persistir los bloqueos en Chao y Virú, se generaría también problemas en el abastecimiento de GLP en la zona.
Alternativas a largo plazo
Gasoducto Sur Peruano
Para Aurelio Ochoa y Gustavo Navarro se debería reactivar el Gasoducto Sur Peruano (GSP), obra que se encuentra paralizada desde el año 2017. En la segunda semana de enero de este año, el Gobierno autorizó la transferencia de hasta S/ 55′ 798.216 para que los tubos no se deterioren. De esta forma el consumo del GLP se vería reemplazado por el gas natural, sostienen ambos especialistas.
“Creo que una alternativa que rápidamente deberíamos emprender es la continuación del Gasoducto Sur Peruano de tal manera que nos independice de estas situaciones coyunturales como son los bloqueos de carreteras. Estamos en una situación bastante preocupante en lo que es el abastecimiento de combustibles”, dijo Ochoa.
“Lo de la masificación del gas es una prioridad como política del gobierno y dentro de eso es el caso del sur. Tendríamos menor convulsión social si hubiéramos terminado el gasoducto del sur. Ya se hubieran escalado industrias petroquímicas y de fertilizantes. Ese proyecto está avanzado en un 38%. El Gasoducto Sur Peruano hubiese permitido la industrialización del sur”, añadió.
Mientras, Gustavo Navarro remarcó que la medida más importante es usar gas natural. “El Gobierno ya ha anunciado, de alguna manera, reanudar el Gasoducto del Sur. El Estado está gastando un monto muy alto para mantener en buen estado los tubos. El proyecto tiene todos los estudios aprobados, entonces hay que destrabar el tema legal, y al final si no se hace más que castigar a Odebrecht se castiga a la población”, sentenció.
En tanto, una posición contraria señaló el exministro Descalzi. “El Gasoducto Sur Peruano es un rompecabezas muy complejo que necesita armar varias partes . El problema es no tener las reservas en el Lote 58 porque las reservas que tiene el Lote 88 no alcanzan para el centro y para el sur. Si lo usan para el sur, al final el centro se va a quedar sin reservas. No son reservas para uno o diez años. Si construyo un gasoducto debo tener reservas ara cuarenta años sino no se paga”, explicó.
Poliducto desde Pisco hasta Lurín
El proyecto para construir un poliducto desde Pisco hasta Lurín también es otra alternativa de solución, según los expertos, sobre todo en el momento que se reportarán los oleajes anómalos. “Chile, Argentina, Brasil, Colombia y hasta Bolivia tienen poliductos y el Perú es el país de la región que no tiene y en los últimos años -con más frecuencia- hay cierre de puertos”, dijo Navarro.
“Poliductos que unan un punto intermedio entre Lima y el extremo norte de la costa y otro entre Lima y el extremo sur del país con facilidades mejoradas de recepción de buques de mayor calado, capacidad de almacenamiento amplia y facilidades de bombeo permitiría reducir de manera importante los riesgos de interrupción del suministro de los diferentes combustibles líquidos por diversas causas”, añadió.
Mientras, Ochoa indicó que el proyecto del poliducto que permita bombear los líquidos de GLP desde la planta de Pisco hasta Lima se ha caído tres veces y es muestra de la “debilidad del Estado, no por el gobierno porque eso es seguridad energética”.
Para el exministro Herrera Descalzi sostuvo que el proyecto no se construye porque los que producen el GLP en Pisco quieren usar la vía marina. “La autoridad tiene que hacer que se construya el ducto, luego hay que ver si se usa. Todo esto es voluntad política y es una de las cosas por las que se originan las protestas sociales. Es que la autoridad del ministerio se somete a los intereses de las empresas cuando es cumplir en las necesidades del consumidor”, expresó.
Alternativa a corto plazo
Desbloqueo de carreteras
Gustavo Navarro, Aurelio Ochoa y Carlos Herrera coincidieron que una solución en corto plazo ante el desabastecimiento del GLP es garantizar el desbloqueo de las vías a través de la Policía Nacional. De esta manera el tránsito de vehículos (camiones, ambulancias, autos particulares, cisternas con combustible, entre otros) sería normal en la Red Vial Nacional.
“El Estado peruano nunca debió permitir que se interrumpa el tránsito en carretera. Las reglas de juego deben dejar en claro que es un delito, no es una protesta. Aclarar que no se admite como protesta la interrupción y tener un mecanismo que permita despejarla rápidamente cuando se congestiona y también que procesen a los causantes”, mencionó el extitular del MINEM.
“Y que los procese de verdad, pero si se ubican quienes son, que terminen presos. Si la gente sabe que va presa por eso, se disuade. Ese es un tema de orden político, pero si no se resuelve el tema de las carreteras, el país se paralizará”, finalizó.