El derrame de petróleo registrado en las costas de Piura ha encendido las alarmas por los riesgos que representa para la salud de quienes acuden a sus playas, especialmente al inicio de la temporada de verano. El contacto con el agua contaminada puede ocasionar diversas afecciones al cuerpo humano por lo que es necesario tomar precauciones ante este desastre ambiental ocurrido en Talara.
Según el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA), entidad adscrita al Ministerio del Ambiente, la zona costera de Talara es la más afectada ante este derrame ocasionado por Petroperú, el cual compromete a cuatro playas: La Capullana, El Anchón, La Palizada y La Bola en Lobitos.
Ante esto, Carla Hübner, dermatóloga de la Clínica Ricardo Palma, expresó que la exposición a playas contaminadas por petróleo puede generar diversos riesgos para la salud. A corto plazo, pueden presentarse irritaciones en la piel, como rash alérgico, así como molestias oculares, incluida la irritación de los ojos, y problemas respiratorios, como irritación en la garganta o dificultad para respirar.
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“En el sistema respiratorio, se pueden observar sibilancias (silbidos en el pecho), disminución de la capacidad pulmonar y ventilatoria, lo que podría requerir intervención médica especializada. Además, existe un riesgo de desarrollar hipertensión arterial y alteraciones en la función renal”, dijo.
“A nivel neurológico, las personas pueden experimentar mareos, dolores de cabeza, visión borrosa e incluso depresión tras una exposición prolongada a los contaminantes. Estos riesgos destacan la importancia de evitar el contacto con áreas afectadas y de tomar medidas preventivas para proteger la salud”, agregó.
La especialista mencionó que para prevenir riesgos al visitar playas, especialmente aquellas potencialmente contaminadas, es esencial tomar medidas en cada etapa:
Antes de ir, es importante informarse sobre las playas saludables a través de publicaciones oficiales y optar por aquellas con condiciones de limpieza adecuadas, evitando lugares con acumulación visible de basura.
Durante la estancia, se recomienda observar las condiciones del agua y la arena, además de estar alerta ante cualquier irritación o síntoma inusual.
Al regresar, es fundamental bañarse de inmediato para eliminar posibles residuos contaminantes, incluso si no se perciben signos de contaminación evidente. Estas acciones ayudan a minimizar riesgos para la salud y garantizan una experiencia más segura.
Más contaminantes que agravan las playas norteñas
Además del petróleo, otros contaminantes comunes en las playas incluyen la basura y sustancias químicas.
“La acumulación de desperdicios puede favorecer infecciones por hongos y bacterias, así como problemas gástricos, como diarreas, si se ingiere agua contaminada. Las sustancias químicas presentes en el agua o la arena pueden generar alergias e irritaciones locales en la piel. Estos contaminantes destacan la importancia de optar por playas limpias y de seguir medidas preventivas para evitar problemas de salud”, sostuvo.
“Tras la exposición a una playa contaminada, es importante estar atento a síntomas de alerta como ardor en la piel o reacciones alérgicas, irritación ocular o visión borrosa, y molestias respiratorias o mareos. Estos signos pueden indicar una exposición a sustancias nocivas, por lo que se recomienda buscar atención médica de inmediato para prevenir complicaciones”, manifestó.
¿Qué pasa si se consume alimentos contaminados?
Juan Loo, médico ocupacional de Howden Perú, indicó que el riesgo no solo está en exponerse a estas aguas contaminadas por hidrocarburos, sino que las personas podrían estar en riesgo al consumir peces o mariscos infectados.
“El consumo de peces contaminados es una amenaza grave. La contaminación se produce a través de la cadena alimentaria. Los peces se alimentan de fitoplancton, si estos están contaminados, el pez también se va a contaminar. El consumo de organismos contaminados con sustancias químicas puede generar enfermedades al hígado, a los riñones y problemas neurológicos”, dijo.
“Las aguas contaminadas con desechos orgánicos, como aguas residuales sin tratar, contienen altas concentraciones de bacterias (como Escherichia coli, Enterococcus), virus y parásitos. El contacto directo con estas aguas, o la ingestión accidental al nadar, puede generar enfermedades gastrointestinales, presentando diarrea, náuseas, vómitos y dolor abdominal”, agregó.
Cuidado con la conjuntivitis
El agua contaminada también puede contener microorganismos que irritan la conjuntiva (la membrana que recubre la parte blanca del ojo y el interior de los párpados). No es necesario frotarse los ojos para que ocurra la infección; la simple presencia del agua contaminada en la superficie ocular es suficiente para que los microorganismos penetren. Sin embargo, frotarse los ojos puede empeorar la situación, extendiendo la infección y potencialmente provocando daño a la conjuntiva.
Amelia Cerrate, oftalmóloga de la Clínica OftalmoMedic señaló que los síntomas de conjuntivitis son: ojos rojos, lagrimeo excesivo, picazón, ardor, y sensibilidad a la luz. En estos casos, la recomendación es evitar la automedicación que puede ser riesgosa y acudir a una consulta médica para recibir un tratamiento adecuado.
Impacto en el turismo tras el derrame de petróleo en Piura
En conversación con Sergio Rivas, integrante de Ahora Perú, sostuvo que la contaminación en playas del norte, como Lobitos, está generando una afectación directa a destinos turísticos populares, especialmente en fechas clave como fin de año y las vacaciones de verano.
“Se estima que el turismo en la zona podría experimentar una caída entre el 20% y 30%, debido a la mala calidad del agua y la presencia de contaminantes. Los turistas que lleguen a estos destinos contaminados probablemente enfrentarán malestar, lo que no solo afectará su experiencia, sino que también podría generar una pérdida económica significativa para la región, que depende en gran medida del flujo de visitantes”, indicó para Gestión.
Rivas también mencionó que esta situación está afectando gravemente a los pescadores artesanales y a los restaurantes que dependen de la venta de mariscos y pescados frescos.
“La interrupción de la actividad pesquera está impactando toda la cadena económica local, que abarca desde restaurantes y alojamientos. Además, el daño ambiental es considerable, con una evidente contaminación de la flora y fauna marina, resultando en la muerte de diversas especies. La falta de medidas efectivas por parte de las autoridades para mitigar estos daños agrava aún más la situación, afectando tanto el ecosistema como la economía regional”, precisó.
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Implementaciones tras el desastre ambiental en Talara
Rivas mencionó que ante la crisis, es necesario implementar medidas inmediatas como el cierre temporal de las playas afectadas y el desarrollo de un plan de comunicación efectivo para informar a la población sobre la situación.
Además, se requiere un apoyo económico para los negocios locales y la población afectada.
“Piura, que ya ha sufrido los efectos de fenómenos como El Niño y la sequía, enfrenta ahora un nuevo desafío con la contaminación de sus playas. Esta situación exige una intervención urgente tanto del Gobierno regional como del Gobierno central para abordar la crisis, mitigar los impactos y evitar consecuencias a largo plazo”, puntualizó.
Yuriko Cabeza, Lima 1987. Licenciada de la Universidad Inca Garcilaso de la Vega, con más de 12 años de experiencia en medios digitales. Escribo sobre política, actualidad local y realizo informes especiales.
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