El Centro Nacional de Estimación, Prevención y Reducción del Riesgo de Desastres (Cenepred) informó el jueves que 2′934,540 hectáreas de superficie agrícola y 15′420,917 hectáreas de pastos se encuentran expuestas a riesgo muy alto por déficit hídrico ante un posible Fenómeno El Niño para el periodo 2023-2024. Entre las regiones con el mayor número de distritos en riesgo se encuentra Puno, ¿cuáles son los productos de su canasta exportadora?
La región sur del Perú que fue afectada a nivel económico tras las protestas sociales a inicios del año, ahora tiene en contra el factor climático reflejado en la escasez de lluvias, que durante los meses de agosto y setiembre intensificó la evaporación de agua del lago Titicaca.
Tras un déficit hídrico y el aumento de la temperatura por el Fenómeno El Niño costero, ahora tiene un pronóstico de bajo nivel de precipitaciones para el último trimestre, en plena temporada de siembra, lo que podría perjudicar la campaña agrícola de 2023-2024.
LEA TAMBIÉN: Déficit hídrico del Lago Titicaca empuja a puneños a cambiar de actividad o migrar
Glicerio Canchari Carrasco, de la Dirección General de Agrometeorología del Senamhi, informó que el pronóstico para esta temporada de siembras en la región del altiplano -que va de octubre hasta diciembre- se prevén lluvias por debajo de lo habitual.
“En algunos sectores sobre todo de mayor altitud se presenta niveles de riesgo muy altos; sin embargo, en gran parte de la sierra sur, principalmente para los cultivos bajo secano [que dependen de las lluvias], las estimaciones de riesgo se han incrementado a nivel alto por encima del 60%”, mencionó en diálogo con Gestión.
En esa línea, explicó que el déficit de las precipitaciones significa que los volúmenes de lluvia estarán por debajo de lo habitual, lo que podría afectar la campaña de siembra. “El escenario propuesto para lluvias en este trimestre es de normales a inferiores. No es que no va a llover. Lloverá, pero poco”.
LEA TAMBIÉN: Lago Titicaca: nivel de agua continúa en descenso y se secó el 84 % de totorales
¿Qué cultivos podrían ser afectados?
Glicerio Canchari explicó que “cuando hay escenario de este tipo [escasez de lluvias] los factores de riesgo se incrementan significativamente. En Puno, las áreas agrícolas bajo secano son superiores al resto de departamentos (60%). Tiene un sector circunlacustre que se alimenta del lago Titicaca, pero eso también se vio afectado porque los niveles del agua también bajaron”.
Mencionó que, los ocho principales cultivos bajo secano son: las papas nativas, avena, cañihua, habas, así como cultivos alternativos como el olluco, oca, mashua y la quinua.
“El año pasado se presentaron sequías entre setiembre y hasta los primeros días de diciembre. Los cultivos afectados fueron la quinua en gran medida y las papas en su variedad nativa. Entonces, si se cumpliera los escenarios de riesgo que se están proyectando esperamos que los cultivos de quinua, papa, mashua, oca, habas y otros bajo secano, podrían estar en riesgo. Eso implica pérdidas por falta de lluvias”, dijo.
La quinua, un producto importante
Para el presidente de la Cámara de Comercio de Puno, Francisco Aquise, la quinua es un producto importante para la región. Comentó a Gestión que el panorama de déficit de lluvias viene desde el año pasado, y que de repetirse afectaría la agroexportación de este producto del altiplano.
Por su parte, el director de Estadística e Informática de la Dirección Regional Agraria (DRA) de Puno, Germán Cutipa, manifestó a Gestión que la papa, quinua, cebada, habas, cañihua, oca y el olluco son cultivos importantes para el consumo local en la región altiplánica. Mientras, en la agroexportación remarcó que destaca también la quinua orgánica, el café de los valles de Tambopata e Inambari, y el maíz amiláceo.
Cabe resaltar que la quinua de Puno es demandada por mercados internacionales. Según datos de Asociación de Exportadores (Adex), la exportación desde la región del altiplano de este producto entre enero y agosto de este año registra un aumento de 3.4% al sumar US$ 878,920. Sin embargo, su participación todavía es reducida (1.5%), si se comparara con Lima (62.8%) y Ayacucho (19.8%).
“La temporada principal de la quinua en Perú es de agosto a febrero, pero hay muchos agricultores ante el posible escenario de sequías han reducido su área de siembra o la evitan, y eso puede ocasionar que se pueda tener problemas con la oferta del producto en el año 2024″, sostuvo director de Centro de Investigación de Economía y Negocios Globales de la Asociación de Exportadores CIEN-Adex, Edgar Vásquez a Gestión.
Respecto al valor de exportación de la quinua, según datos de Adex, desde agosto del 2015 hasta agosto del 2017 se registró un incremento, alcanzando en ese año un pico de US$ 5 millones. Sin embargo, a partir de ese momento se empieza a observar una caída hacia el año 2020, con exportaciones por solo US$ 678,266. A agosto del 2023 se registra una recuperación, con despachos por US$ 878,920.
En esa línea, Vásquez Vela dijo que de concretarse un escenario de riesgo por déficit de lluvias, el cultivo de quinua se vería reflejado en la caída del volumen del producto, pero los precios mejorarían.
Señaló que los mercados internacionales afectados por la caída de la oferta serían Estados Unidos y la Unión Europea; sin embargo, aclaró que no cerrarían mercados debido a que el Perú es el principal exportador de quinua.
“El valor va a aumentar. Lo que ocurra con la oferta peruana puede marcar una tendencia en el precio internacional de este producto. Tenemos también a Bolivia como importante exportador, pero está con condiciones climáticas bastante similares al Perú, lo que podría generar un desabastecimiento del mercado de la quinua a escala global con lo cual el precio va a mejorar, y podría haber un efecto de compensación en el valor de la exportación”.
¿Hay cultivos alternativos?
Los cultivos precoces (menor periodo vegetativo) y tolerantes, serían las alternativas ante una posible afectación en los cultivos de Puno, precisó Glicerio Canchari, de la Dirección General de Agrometeorología del Senamhi. Mencionó que usando técnicas ante el déficit de lluvias se podrán garantizar la alimentación e ingresos económicos de los agricultores.
“La quinua se siembra entre setiembre y octubre, pero tenemos muchas variedades. Hay tipo de quinua que son más precoces, y podrían sembrarse a inicios de diciembre cuando comienza normalmente a incrementarse las lluvias de manera favorable, pero de la misma quinua también hay variedades más resistentes ante la deficiencia de humedad. Esos conocimientos lo tiene los productores”, refirió Canchari.
“El Perú es el centro de la diversidad de la papa y también la quinua, así como de la cañihua porque hay diferentes tipos. Hay otros tipos como la papa blanca que, por el contrario, es más vulnerable”, agregó.
Por su parte, el presidente de la Cámara de Comercio de Puno, Francisco Aquise, quien al ser consultado sobre los posibles efectos de El Niño, pidió evitar entrar en zozobra. “Hay que prevenir. Sí habrá lluvias, pero no de la manera que se está mirando”, acotó.
“Lo ocurrido es producto de la campaña de 2022 donde fue afectado más del 80% de los cultivos; sin embargo, hoy estamos a la expectativa de que mejoren las lluvias y que tengamos un nivel de recuperación en el altiplano”, expresó a Gestión.
El representante del citado gremio informó que han planteado mejores niveles de comunicación con los agricultores afectados en sus cultivos a fin de ejecutar medidas más efectivas.
“Se estaba planteando hacer viveros, cosas que no son sostenibles. El área rural se da en armonía con la naturaleza más no dependiendo de un vivero. Lo que sí se podría hacer a futuro son sistemas de riego, eso es a mediano plazo entre dos a tres años”, dijo.
Lluvias llegan, y estiman mejoras
Germán Cutipa, director de Estadística e Informática de la Dirección Regional Agraria (DRA) de Puno, informó que desde el pasado 20 de octubre se empezó a reportar lluvias en la región. Mencionó que con la presencia de precipitaciones se “está normalizando las siembras”.
“Seguramente ya se va a normalizar la campaña agrícola al mes de octubre. Estamos viendo el panorama bueno para la realización de siembras en el altiplano puneño [...] Los productores ya están realizando la siembra respectivas en estos días”, acotó a Gestión.
Y es que, en el último trimestre, en Puno, se trata de cumplir con el calendario de siembra. Inician con granos y tubérculos (especialmente papa) desde octubre hasta noviembre) y en diciembre se dedican al forraje.
En esa línea, explicó que, según el cronograma, se comenzará con la siembra de quinua, cebada, cañihua, habas y trigo. “En lo que respecta valles interandinos, por ejemplo, en Carabaya y Sandia ahí está normal la siembra. Ahí se ha sembrado el maíz, papa, oca y olluco. Ahí está normal”, remarcó Cutipa.
Técnicas de cultivos para evitar afectación de cultivos
El representante del Senamhi consideró que las autoridades deberían poner al alcance de los agricultores los pronósticos climáticos de cara a fin de año, y que se opte por cultivos más resistentes; es decir, que puedan desarrollarse cuando hay lluvias por debajo de lo normal.
Por ello, también recomendó que, bajo este posible escenario, los productores deben poner en práctica diversas técnicas de cultivo como:
- Policultivos: usa diferentes cultivos en la misma superficie.
- Cultivos intercalados: cultivar varias especies intercaladas entre sí durante la misma temporada, como alternativa al monocultivo.
- Cultivos asociados para lograr cosechas: uso simultáneo del terreno con dos o más especies vegetales de interés agronómico, con el objetivo de que se beneficien entre sí.
Ingresó al Grupo El Comercio en el mes de noviembre de 2018 y se desempeñó como redactora web del Núcleo Comunes. Actualmente escribe para Gestión. Licenciada en Periodismo de la Universidad Jaime Bausate y Meza.
Disfruta tus descuentos del Club de Suscriptores cuantas veces quieras gracias a tu suscripción a Gestión. Más de 300 promociones esperan por ti, descúbrelas AQUÍ. Y si aún no eres suscriptor, adquiere tu plan AQUÍ.