A partir de hoy se inicia el proceso de vacunación contra el COVID-19 para los más de 11 mil pacientes de hemodiálisis en el Perú, quienes conforman el segundo grupo con comorbilidades priorizado por el Ministerio de Salud (Minsa), luego de las personas con síndrome de Down.
Ayer, el presidente Francisco Sagasti adelantó que hoy comenzaría esta jornada de inmunización para ciudadanos del país que requieren de hemodiálisis por los problemas renales que presentan. Asimismo, el jefe de Estado expresó que esto se irá ampliando en las siguientes semanas con otros grupos.
“Hoy iniciamos el proceso de vacunación con las personas que presentan alguna comorbilidad. Estamos empezando con las personas mayores de 18 años con Síndrome de Down y mañana [12 de mayo] comenzaremos con pacientes con hemodiálisis. Así, sucesivamente iremos inmunizando”, indicó el mandatario desde el Complejo Deportivo Municipal Niño Héroe Manuel Bonilla, donde supervisó la vacunación a personas con síndrome de Down.
Vale precisar que el comienzo de este proceso de vacunación también fue confirmado por la jefa de la Dirección de Inmunizaciones del Minsa, Gabriela Jiménez. Señaló para la Agencia Andina que la segunda población con comorbilidad que iniciará su inmunización corresponde a los pacientes con diagnóstico de diabetes que tiene tratamiento asistido con hemodiálisis en todo el país.
El Ministerio de Salud (Minsa) indicó que este grupo etario será vacunado desde hoy en los mismos centros de salud donde llevan sus tratamientos y en el horario en el que normalmente tienen su cita. La medida responde a que son personas de riesgo frente al COVID-19.
-¿Por qué a los pacientes con hemodiálisis se les ha dado prioridad?-
Según la Asociación Nacional de Pacientes de Diálisis y Trasplante (Anpadyt Perú), fallece uno de cada cinco pacientes con enfermedad renal crónica en terapia de hemodiálisis y que además tiene diagnóstico del coronavirus.
Asimismo, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), las personas con enfermedad renal crónica (ERC) en cualquier estadio son tres veces más propensos a presentar COVID-19 grave.
Estudios a escala mundial indican que, de cerca de 900 pacientes infectados con el COVID-19 que además padecen enfermedad renal crónica, el 85 % requirió hospitalización y 8 % requirió Unidad de Cuidados Intensivos; mientras que la mortalidad de este grupo fue de más del 20 %.
Además, aquellos pacientes que recibieron un trasplante renal, por el hecho de recibir medicación inmunosupresora, son más susceptibles a cualquier enfermedad infecciosa.
“La gran mayoría de pacientes sufre de otras enfermedades que aumenta el riesgo de mortalidad, como hipertensión arterial, diabetes mellitus e inmunosupresión. Además, estos pacientes tienen mayor riesgo de contagio, dado que requieren traslado periódico a un centro de salud para recibir el tratamiento del que dependen para mantener la vida”, dijo Ñurka Vigil, presidenta de Anpadyt Perú para la Agencia Andina.