Madre de Dios es una de las regiones que han registrado días consecutivos sin muertes por COVID-19. El panorama se repite en Ucayali, Tumbes y Moquegua. (Foto archivo referencial: GEC)
Madre de Dios es una de las regiones que han registrado días consecutivos sin muertes por COVID-19. El panorama se repite en Ucayali, Tumbes y Moquegua. (Foto archivo referencial: GEC)

El mes de octubre cerró con un descenso de cifras de fallecidos, contagios, hospitalizaciones regulares y en áreas de cuidados intensivos (UCI), a consecuencia del COVID-19. Según el reporte del Centro Nacional de Epidemiología, Prevención y Control de Enfermedades del Ministerio de Salud (Minsa), 910 personas fallecieron a dos meses de culminar este año, la cifra más baja desde que inició la pandemia en marzo de 2020.

El número de contagios también decreció hasta llegar a 16.905 en octubre. El pico más alto se había registrado en marzo de este año con 250.169 casos. En cuanto a hospitalizaciones estas bajaron a 3.201. El número más alto se dio también en marzo con 15.682 pacientes internados. Y en el caso de enfermos en camas UCI, el pico más bajo se registró el 22 de octubre con 842 camas ocupadas. Esta cifra llegó a 2.590 en mayo pasado.

¿Cuáles son la razones que pueden explicar este descenso de indicadores de COVID-19? El médico epidemiólogo y especialista en salud pública, Juan Astuvilca, y el médico infectólogo del Hospital Cayetano Heredia, Carlos Medina, coinciden en que la principal razón de esta reducción es la vacunación contra el virus.

En primer lugar la cobertura de vacunación, independientemente del laboratorio que produzca la vacuna, ha disminuido notablemente el número de muertes, lo que esta demostrado con estudios de efectividad a nivel mundial”, afirma Astuvilca.

Mencionó que lo mismo ocurre con las hospitalizaciones debido a que al recibir las dos dosis de la vacuna hay menos infectados y complicaciones en la salud de las personas.

Se ha avanzado de manera adecuada, estamos en el 50% de la población objetivo vacunada con ambas dosis”, destaca Medina sobre el tema.

El especialista de la Universidad Cayetano Heredia resaltó que se haya iniciado la aplicación de la tercera dosis a las personas de grupos prioritarios como personal médico y personas de la tercera edad, que recibieron la segunda dosis hace seis meses.

Al respecto, Medina comentó que “en los hospitales hay personas que se vacunaron en marzo, abril y mayo, y ya presentan una poca respuesta a la vacuna, por lo que empiezan a infectarse y pueden presentar cuadros complicados”.

Lo bueno es que ya se aprobó la tercera dosis para este grupo prioritario y eso ayudará bastante a que las cifras no se disparen sobre todo ahora que se vienen las fiestas en noviembre y diciembre, donde se presentan aglomeraciones”, refirió.

Medina recordó que fue en estas fechas cuando se potenció más la segunda ola en el 2020, “y por eso tenemos que trabajar desde ahora”.

Evolución de cifras de fallecidos y casos de COVID-19, mes a mes, desde que empezó la pandemia.
Evolución de cifras de fallecidos y casos de COVID-19, mes a mes, desde que empezó la pandemia.

Respeto a protocolos sanitarios

Astuvilca también mencionó que la población ya adquirió la costumbre de respetar las restricciones para evitar contagios de COVID-19. “Se ha hecho costumbre utilizar mascarillas, el distanciamiento social, la higiene de manos. Por el deceso y cuadros severos de muchos de nuestros familiares, amigos y conocidos se ha creado un poco de conciencia en la población, que ha respetado estas medidas, aunque no en su totalidad como quisiéramos, pero por lo menos una parte de la población”.

Como tercera causa de la reducción de cifras señaló la posible inmunidad de rebaño debido a que muchas personas ya se contagiaron durante la primera y segunda ola del virus.

Recordó que entonces se hicieron estudios de seroprevalencia que indicaban que en varias regiones entre el 40% y 50% de la población ya estaba infectada por coronavirus y presentaba anticuerpos. Esto sin contar a los infectados sin diagnóstico debido a que fueron asintomáticos o presentaron síntomas leves y no se realizaron la prueba de descarte.

Comentó que entonces se habló de una inmunidad colectiva de rebaño de hasta 70%, que haría que la transmisión disminuya y se pueda controlar la enfermedad. Astuvilca agregó que esta situación estaría evitando también el inicio de una tercera ola.

Sin embargo, aseveró que no podemos estar totalmente confiados de que este escenario no se presente como sí ha ocurrido en otros países.

En este punto también coincidió Medina debido a la gran cantidad de infectados que tuvimos en la primera y segunda ola (un total de 2′202.189 casos confirmados), que si bien no es una protección completa sí resulta importante, según comentó.

Evolución de pacientes hospitalizados desde que empezó la pandemia.
Evolución de pacientes hospitalizados desde que empezó la pandemia.
Evolución de ocupación de camas UCI desde que empezó la pandemia.
Evolución de ocupación de camas UCI desde que empezó la pandemia.