Los jóvenes que vienen estudiando a la fecha en las universidades e institutos no están pagando las pensiones a consecuencia de la crisis generada por el COVID-19 en el país, lo que ha generado que la tasa de morosidad se ubique en 50%, más del doble respecto a lo registrado hasta antes de la pandemia, entre 15% y 20%.
Así lo advierte Luis Lescano, gerente general de la Federación de Instituciones Privadas de Educación Superior (Fipes) a Gestión.pe al explicar que esta situación pondrá el riesgo la matrícula del segundo semestre -que inicia en agosto próximo- puesto que, para iniciarlo, primero deben pagar las deudas pendientes que tienen del primer semestre.
Según explica, amparados en la Ley de protección de la economía familiar, los jóvenes pueden seguir estudiando durante el ciclo -que dura entre 4 a 5 meses- sin pagar las respectivas mensualidades, sin embargo, para poder matricularse y continuar el siguiente ciclo, deben pagar las pensiones pendientes.
De este modo, Lescano apuntó que muchos estudiantes no podrán continuar sus estudios fomentado, sin querer, una reducción de la tasa de matrícula.
“Hemos alcanzando una tasa de matrícula en la educación superior del 40%, casi el doble del año 1990, donde la tasa de matrícula era el 20%. Uno de cada cinco estudiantes estaba en la educación superior. Ahora corremos el riesgo de que llegue a tasas anteriores. ¿Hablamos de un retroceso de 30 años? Estamos hablando de esas cifras lamentablemente”, sostuvo.
Si salen, no regresan
Lescano indicó que la deserción de los alumnos (abandono de clases), tanto de institutos como universidades, aumentará durante los próximos meses a consecuencia de este escenario.
Detalló que la deserción de alumnos en los institutos a la fecha se ubica en 30% y en las universidades, en 15%; una realidad que ahora se traducirá en que menos alumnos vuelvan a estudiar.
“El problema con la deserción es que está probado que muchos que salen del sistema (educativo) no regresan”, alerta.
Detalla que la población de jóvenes en edad estudiantil (entre 17 y 24 años de edad) suma 4 millones, en donde en el sistema de educación superior solo se tiene a entre el 40% y 45% de ellos, es decir, a cerca de un millón 800 jóvenes, menos de la mitad.
El otro porcentaje restante, agrega, no se encuentra en el sistema educativo, y es aquí donde surge el problema, puesto los que ahora ya no estudian, pasarán a ese grupo.
“Ese porcentaje (de los que no estudian) va a crecer en lo que se denomina los famosos ninis (ni estudian ni trabajan). Eso tiene un efecto social porque aumenta la delincuencia, las pandillas y las barras bravas, y es un escenario social que ahora es sumamente complicado para el país”, sostuvo.
Mayor apoyo del Estado
Si bien el Estado ha anunciado la entrega de becas para los estudiantes de los institutos y universidades, esta medida es insuficiente, señala el representante de Fipes.
Indicó que la participación del Estado es vital en esta crisis, principalmente porque la Constitución establece que el Estado es el garante de la continuidad educativa, por lo que ahora -considera- le corresponde asumir un rol importante.
En ese sentido, detalló que el sistema para los estudiantes de institutos y universidades públicas -en donde solo pagan la matrícula más no la mensualidad- debería ampliarse también a los estudiantes del sector privado.
“Estos estudiantes (del sector público) pagan una matrícula muy pequeña, pero eso es pagado por los contribuyentes, lo pagamos todos con los impuestos. Nosotros queremos que también ese esfuerzo también deba extenderse para los estudiantes privados, ellos no tienen menos derechos que los públicos”, aseveró.