El ministro de Salud, Óscar Ugarte, aseguró que la segunda ola del coronavirus (COVID-19) en el Perú “se ha desacelerado”, aunque remarcó que todavía no se puede hablar de un “descenso”.
En diálogo con el programa Cuarto Poder, el integrante del gabinete ministerial remarcó que la segunda ola del COVID-19 se inició a mediados de diciembre del año pasado y que llegó a su “tope” en abril e inicios de mayo.
“La segunda ola empezó en la segunda quincena de diciembre, creció entre enero y febrero de manera vertical, y llegó un poco a su tope en abril y principios de mayo”, señaló Ugarte.
“Nuestra evaluación es que se ha desacelerado y pareciera que hay un descenso, no queremos todavía aseverar que hay claramente un descenso, pero podíamos decir que está iniciándose un declive en la curva, que nos permitiría suponer que en las siguientes semanas podríamos tener una disminución”, agregó.
No obstante, el ministro de Salud enfatizó que una posible reducción de las cifras de contagios y muertes no implica que no haya una tercera ola del COVID-19, tal como lo demuestra, según dijo, la situación que afrontó el Perú el año pasado, así como otros países.
“A partir de la experiencia del año pasado y de la experiencia en otros países, esa reducción de una curva, incluso a niveles muy bajos, no impide que pueda haber una tercera ola”, advirtió Ugarte.
“Estas olas dependen de que el virus siga circulando, y como sabemos sigue circulando y con nuevas variantes. La variante brasileña es predominante (en el país) con un 40% de promedio nacional y es responsable de los nuevos casos”, añadió.