
Más de 400 actores del sector pesquero firmaron un pronunciamiento en el que se afirma que la actividad pesquera puede realizarse sin perjudicar las áreas naturales protegidas (ANP).
“Es completamente falso que el valor de las ANP pueda verse socavado por la presencia de pesca industrial; por el contrario, pueden coexistir en armonía y respetando el equilibrio entre conservación y desarrollo que todos queremos, según lo dispuesto en la Ley de Áreas Naturales Protegidas”, refiere la misiva.
Dicho pronunciamiento fue publicado en respuesta a la acción de la ONG Oceana, que solicitó al Ministerio del Ambiente la prohibición de la pesca industrial en la Reserva Nacional Dorsal de Nasca, establecida mediante el DS N° 008-2021-MINAM para proteger una cadena de montañas submarinas.
Según explica la carta, la Reserva se divide en una zona de Aprovechamiento Directo (de la superficie hasta 1,000 metros) y una zona de Protección (de 1,000 hasta 4,000 metros).
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En tal sentido, señala que los equipos utilizados en la pesca industrial de anchoveta operan hasta 70 metros de profundidad, manteniéndose alejados de las áreas sensibles, mientras que las primeras cinco millas de costa se destinan a la reproducción de las especies.
“La asignación de cuotas se apoya en estudios del IMARPE que aseguran el equilibrio del ecosistema marino. Contrario a lo que algunas personas y organizaciones afirman, la pesca industrial no representa un riesgo para los ecosistemas marinos, ya que las cuotas de extracción se asignan con estudios rigurosos que garantizan la continuidad del equilibrio marino”, agrega.

Además, destaca que la pesquería industrial de anchoveta peruana ha sido reconocida por organismos como la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y las universidades de Yale y Columbia como una actividad que se mantiene dentro de parámetros sostenibles.
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A la fecha, la biomasa de anchoveta gira en torno a 10 millones de toneladas y ha promediado 9.4 millones de toneladas durante los últimos 20 años, lo que permite descartar escenarios de sobreexplotación o colapso, bajo la atenta mirada del Ministerio de la Producción y el IMARPE, anota.
Entre los firmantes destacan Elena Conterno, exministra de la Producción; Alfredo García Mesinas, exviceministro de Pesquería; Juan Alberto Arrus Rokovich, exviceministro de Pesquería.
Así también, Héctor Soldi, exviceministro de la Producción y expresidente del Instituto del Mar del Perú y el investigador PHD en Oceanografía, Luis Icochea.
Todos ellos llaman a reforzar la gestión científica y regulatoria que permita desarrollar la pesca industrial y, al mismo tiempo, conservar los espacios marinos protegidos con un equilibrio real entre la actividad productiva y la preservación de los recursos marinos.