Lima conmemora este martes su 487 aniversario. La capital peruana alberga a más de 10 millones 4,140 habitantes, en 43 distritos que conforman la provincia.
Esta cifra, representa el 29.9% de la población proyectada del Perú (33 millones 396,698 habitantes), según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).
¿Qué encontramos en la Ciudad de los Reyes? el Centro Histórico de Lima (CHL) tiene 7,126 inmuebles; de los cuales 1,048 han sido declarados inhabitables y tugurizados; otros 1,325 urgen de una renovación urbana; además de 608 monumentos declarados en riesgo.
Se estima que en el CHL habitan 47,000 familias en condición de hacinamiento.
El 50% habitan en viviendas alquiladas y un 25% no tiene acceso a las redes de agua potable.
“Necesitamos no solo restaurar las casas sino generar programas de vivienda social, generar condiciones de habitabilidad dignas para que estas personas puedan vivir en el Centro Histórico, porque si solo las sacamos vamos a tener una ciudad como escenografía museográfica, para el turismo y sin componente humano”, dijo Rudolf Giese, decano de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Ciencias y Artes de América Latina (UCAL) a Andina.
La tugurización de las viviendas en el Cercado de Lima se puede graficar en la recordada casona El Buque, en Barrios Altos, ligada a la música criolla, la primera quinta del siglo XIX y Patrimonio Monumental de la urbe. Una propiedad con dueño, varios posesionarios e inquilinos precarios, cuya última noticia fue un incendio en marzo del 2020.
Mientras que, los propietarios de inmuebles más importantes que tiene el CHL son la Iglesia católica, el Estado, la Beneficencia Pública y, desde hace unos años, la empresa Arte Express, que estuvo comprando propiedades en CHL hasta la llegada de la pandemia.
Autoridad autónoma
Giese apunta sobre la importancia de la normativa tanto para sanear las propiedades como para poder atraer flujos de inversión al Centro de Lima.
“Una propuesta es generar un órgano autónomo, con una legislación especial, donde confluyan actores importantes como la Municipalidad de Lima, el Ministerio de Cultura, el Ministerio de Vivienda y Construcción y Saneamiento, así como los inversionistas. Sin esta visión única no se podrá recuperar la ciudad”, señala.
Se trataría de un organismo con respaldo político. “Pero las decisiones técnicas son las que nos permitirán construir una mirada sobre qué tipo de ciudad queremos tener”. En ese sentido, ese organismo autónomo deberá ser como el Plan Maestro del Centro Histórico de Lima (PMCHL) con una mirada al 2035, de por lo menos 15 años para ser reevaluados y reajustados de acuerdo con los rumbos que tome ese ente vivo llamado ciudad.
Cabe precisar además que lo de la autoridad autónoma de gestión es una de las recomendaciones dadas en el 2017 por la misión de asesoramiento de la Unesco, que además sugirió la implementación del PMCHL (aprobado dos años después por la Municipalidad de Lima).
“Prolima [de la Municipalidad de Lima] está haciendo un buen trabajo porque ha tenido continuidad a lo largo de tres gestiones municipales, con lo cual se ha podido avanzar. Porque ese es el gran problema que tenemos en la ciudad: la falta de sostenibilidad en el tiempo y de los proyectos”, dice Giese.
Al ser un eje del Centro Histórico el comercio, con alrededor del 35% de los inmuebles dedicados a los negocios, sostiene que es importante que todo el comercio sea formal y cumpla las normas técnicas para garantizar la protección del inmueble y de las personas.
En zonas como Monserrate, Mesa Redonda o Barrios Altos, urge tomar medidas para reducir las condiciones altas de peligro, tanto por incendios o movimientos telúricos, y así reducir la pérdida de los bienes inmuebles como de las vidas humanas.
Río vivo
Otra de las propuestas desarrollada por UCAl es la de “proyectos gatillo”, como convertir al río Rímac en un eje articulador del CHL, con espacios públicos que el Cercado carece e integrando el río hablador a la ciudad, lo que tendría dos efectos: 1) permitiría a sus vecinos ejercer su ciudadanía y 2) generar una plusvalía del precio de las propiedades del centro.
Otra herramienta son los certificados de derecho de edificación transferible, que permite a personas o instituciones con proyectos de restauración o puesta en valor transferir el “derecho de altura” y generar un beneficio económico para concretar esos productos. “En la medida que el valor del suelo sea mayor, esos derechos y la inversión de dinero para el CHL aumentarán”.
(Fuente: Andina)