Pacientes en camas UCI (Foto: Reuters)
Pacientes en camas UCI (Foto: Reuters)

“Contar con más camas UCI para los pacientes COVID no es la solución, los médicos intensivistas están al tope”, indica Jesús Valverde, presidente de la Sociedad Peruana de Médicos Intensivistas (Sopemi).

El especialista reitera que los médicos intensivistas atienden como máximo a 6 pacientes y ahora estamos con 12 pacientes, “si la pandemia se intensifica como lo vemos se podría llegar a más de 1,800 o 2,000 camas UCI con pacientes, y eso significa que estaríamos trabajando a un máximo de 18 camas, eso ya no es sostenible”, remarcó.

El representante de los médicos intensivistas sostiene que la medida emitida por el gobierno de adquirir 300 camas UCI adicionales solo es razonable si se reemplaza, pero no para ampliar las ya existente.

“Cuando inició la pandemia había 850 camas UCI, muchos de ellos de ya en capacidad de renovar, posiblemente la compra sea para ello”, dijo.

Hospitalización es la clave

Jesús Valverde explica que la clave es que los pacientes no lleguen a las camas UCI, sino que tengan la mejor atención en el área de hospitalización.

“Ya hemos pasado la primera ola y una de las lecciones aprendidas es que se necesita elevar el nivel de saturación de oxígenos en los pacientes, y eso ha sido posible con los ventiladores de alto flujo”, mencionó.

Detalla que son equipos que se desarrollaron en Italia, pero que ya existe tecnología peruana, muchos de los cuales se han donado a algunos hospitales.

“El Ministerio de Salud debería revisar este tema. No hay médicos intensivistas, pero si han especialistas para atender el área de hospitalización. Debemos evitar que los pacientes lleguen a las camas UCI”, indicó Valverde.

En la víspera, el director regional de Salud de Lambayeque, Víctor Echandía, dijo que en su región ya hay camas UCI disponible, explicando que no se trata del equipo, sino de la ausencia de médicos intensivistas para el tratamiento de los pacientes COVID.

“Tenemos 20 camas UCI, pero sin médicos”, remarcó, y los que hay están trabajando para otras entidades del Estado o privados, y cuando se requiere contratar no hay posibilidades porque la ley lo prohíbe.

Jesús Valverde afirma que otros de los problemas es que los pagos a los intensivistas por las horas extras no llegan a tiempo. “Muchos de los pagos llegan tres meses después, eso no desanima a muchos que están en la primera línea de batalla a seguir adelante”, expresó.

Medidas adicionales

Como parte de la emergencia, la Sociedad Peruana de Médicos Intensivistas indicaron las hay una respuesta tardía, pero a la vez sostienen que se deben hacer correcciones, proponiendo a las autoridades ocho medidas a implementarse:

  1. Disponer que todo personal asistencial sea desligado de labores administrativas
  2. Crean un “comando central” que dirija las acciones a tomar ante la segunda ola.
  3. Aplicar metodología de atención del paciente grave en escenario de desastre.
  4. Implementar salas dedicadas a oxinoterapia de alto flujo, con abastecimiento propio separado del abastecimiento para UCI.
  5. Dota de implementos para ventilación no invasiva.
  6. Instaurar un protocolo para convertir sanas no COVID en salas UCI COVID.
  7. Rapidez en aprobar acciones y terapias de emergencia
  8. Intensificar la capacitación del personal sanitario que no labora en servicios críticos.

Camas muy caras

Otro de los cuestionamientos que realiza a la compra de camas UCI es el valor que tiene, dado que con dichas compras se estarían comprando a un valor de S/ 453 mil cuando en el mercado se pueden conseguir en alrededor de S/ 220, igualmente equipados.

Según el Decreto de Urgencia N 001-2021, cada cama UCI tiene una: camilla multipropósito tipo UCI, un ventilador mecánico adulto - pediátrico, monitor de funciones vitales de 8 parámetros, aspirador de secreciones rodables, y tres bombas de infusión de dos canales. Por el total de las 300 unidades se paga S/ 136.1 millones.