El Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri), a través del Senasa, inició el control químico de agrupamientos de langostas detectados en 39 zonas de vegetación silvestre de la región Apurímac.
Esta importante medida fitosanitaria se determinó luego de evaluar 2,135 hectáreas, detectando la presencia de la plaga Schistocerca piceifrons peruviana en cerca de 700 hectáreas.
De acuerdo con los antecedentes de esta plaga, los valles interandinos de esta región se han caracterizado por ser zonas endémicas, por lo que bajo el liderazgo del Senasa se han iniciado las acciones de control con el apoyo de las brigadas organizadas de cada sector.
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Este tipo de control consiste en la aplicación de plaguicidas químicos bajo la metodología de ultra bajo volumen, es decir, utilizando como máximo 4 litros de plaguicida por hectárea, lo que evita un mayor impacto sobre el medioambiente.
Así como en la región Apurímac, el Senasa viene evaluando otras regiones vulnerables a este tipo de plaga, como Lambayeque, Huánuco, Huancavelica, Ayacucho y Cusco, a fin de actuar de manera oportuna ante el riesgo que representa para la producción agrícola nacional.
La langosta es una plaga que tiene la capacidad de formar enjambres de varios kilómetros de tamaño y pueden trasladarse rápidamente de una región a otra, afectando todo tipo de cultivos y vegetación silvestre.
Se caracteriza por su gran capacidad de dispersión y migración llevadas por las corrientes de aire, devorando todo tipo de vegetación a su paso.
Es por eso que, en cada intervención, se exhorta a los productores a reportar la presencia de agrupamientos para que, en conjunto con el Senasa, se proceda a su control sobre todo cuando se encuentran en estado de ninfas.