Esta semana, el Gobierno dictó medidas para evitar -ante la llegada del verano- que las playas sean puntos de contagio del COVID-19 por lo que dispuso tanto para Lima Metropolitana, provincias y el Callao que se puedan usar las playas de lunes a jueves -a partir de noviembre- mientras que los fines de semana solo podrán ser usadas para hacer deporte.
En concreto -de acuerdo a la norma publicada la noche del jueves- los días viernes, sábados y domingos, no se hará uso de las zonas de descanso de arena o piedras inmediatamente colindantes con el mar, ni de la zona de mar, exceptuándose la realización de deportes acuáticos sin contacto tales como el surf, vela, remo, entre otros, que se desarrollan exclusivamente en zona de mar.
De lunes a jueves -en cambio- se podrá ingresar a las zonas colindantes con el mar y a la zona de mar para lo cual se deberá respetar el distanciamiento social, el uso de mascarillas y las demás medidas de bioseguridad.
Si bien esta medida se acota a la capital, ¿qué pasará con las playas que son usadas como destino turístico?
Rocío Barrios, ministra de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur), comentó a Gestión.pe que si bien la estrategia sanitaria a nivel regional -llámese protocolos- será responsabilidad de las autoridades locales conjuntamente con las sanitarias, tendrán un trato diferenciado al tener un propósito turístico y estar ubicadas, algunas de ellas al interior de recintos turísticos como -por ejemplo- hoteles que ya cuentan con protocolos aprobados y establecidos.
“El marco normativo emitido esta semana son para playas públicas como la Costa Verde -por ejemplo- en la que se va a controlar los aforos para que sean reducidos y garantizar así la salud de los ciudadanos. En tanto, para el caso de las playas del norte -que tienen un fin turístico- se ha dejado a responsabilidad de los alcaldes donde están ubicado estas playas conjuntamente con el director regional de turismo y salud para que establezcan sus protocolos y el manejo de los aforos”, detalló.
Acotó que hace unos días estuvo por las playas del norte -específicamente en Tumbes- evaluando las condiciones en las que se encontraba.
“Las playas del norte son completamente diferentes a las de Lima, es decir, no son playas regularmente de visita pública sino de visita turística netamente. En la que el visitante puede nadar con tortugas -por ejemplo- como en El Ñuro o participar del avistamiento de ballenas en Tumbes. A lo que se suma que la mayoría de estas playas tienen a sus alrededores una serie de complejos turísticos como hoteles o resort”, añadió.
En ese sentido, sostuvo que en el caso de Tumbes -por ejemplo- su gobernador regional conjuntamente con los alcaldes distritales han elaborado un guía para el uso de las playas de su jurisdicción, en la que han establecido sus protocolos y aforos.
“Hay muchas familias que viven del turismo que generan las playas del norte, por lo que no podemos limitar sus actividades económicas. Además, en estas zonas el riesgo de aglomeración no es cómo la capital, es mucho menor por lo que van a tener un trato diferenciado de acuerdo a su naturaleza, ya que no todas las regiones son iguales. Lo que pasó en Tumbes seguramente se va replicar en el resto de playas como Zorritos, Máncora, Punta Sal, entre otros”, subrayó.
El trato diferenciado que indica la ministra está relacionado a que, a diferencia de la capital, no se restringirá su uso por días, pero si habrá un aforo establecido para evitar aglomeraciones.
“En el caso de las playas del norte, todavía no han empezado la temporada de playa. Sin embargo, una de las cosas que he visto -durante mi visita- es que en estos momentos hay una gran demanda por visitarlas”.
Estos se da -aclaró la ministra- debido a que garantizan un espacio abierto; son playas de muchos kilómetros que pueden garantizar el distanciamiento social y son ordenadas.
“Esto ha generado que muchos connacionales soliciten reservas en hoteles del norte, lo cual es positivo porque está generando empleo. En el caso de Tumbes -por ejemplo- este proceder está reactivando la región. Su capacidad hotelera -por ejemplo- viene funcionando al 40% y con lo cual la reactivación va ser progresivo. Este contexto, sumado a la guía de playa, garantiza un mejor manejo”.
¿En cuánto aumentó la demanda por las playas del norte? La gerente general de Despegar para Perú y Ecuador, Inés Hochstadter, comentó a Gestión.pe que la demanda por Piura y otros destinos del norte han crecido en promedio 80% en relación a setiembre mientras que Cusco ha presentado un crecimiento de 200%.
“Lo que más se está vendiendo -en estos momentos- como destino son Piura y Tumbes; mientras que en hoteles los destinos que están rayando son Máncora, Punta Sal, Zorritos y Vichayito. Lo que estamos observando que mucha gente incluso viaja en autos para alquilar una casa o están en un hotel. Tarapoto e Iquitos también están con alta demanda a lo que se suma Cusco”, puntualizó.
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