
En lo que va del 2025, cerca de 900 ciudadanos extranjeros fueron impedidos de ingresar al país a través del Aeropuerto Internacional Jorge Chávez, según reportó la Superintendencia Nacional de Migraciones. Las razones detrás de estas inadmisiones incluyen la ausencia de pasaporte o visa válidos, la falta de sustento como turistas y, en algunos casos, consideraciones de seguridad nacional, orden interno y público.
También, en menor medida, por tener un impedimento de ingreso al Perú o presentar documentación falsa, adulterada o intento de suplantación.
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Los pasajeros inadmitidos fueron reembarcados a sus lugares de origen, una medida que forma parte del protocolo migratorio tras un control secundario, donde se evalúan alertas, impedimentos legales y el perfil de riesgo del viajero.
“El control migratorio se basa en el adecuado equilibrio de dos variables, la de seguridad y facilidad. Se trata de agilizar el tránsito de los pasajeros que visitan el país con fines lícitos, como el turístico; y de filtrar a quienes incumplen los requisitos o puedan representar un riesgo”, señaló el superintendente nacional de Migraciones, Armando García.

Con ese objetivo, explicó, Migraciones dispone de diversas herramientas, como el Sistema de Información Avanzada de Pasajeros (APIS), además de otros mecanismos de intercambio de datos, que le permiten compartir información en tiempo real con Interpol, la Policía y otras agencias internacionales para detectar y descartar posibles riesgos de manera inmediata.
“Asimismo, los inspectores están debidamente capacitados para perfilar a las personas que puedan representar algún riesgo, detectar documentos adulterados o intentos de suplantación. Para estos casos contamos con una oficina del Punto Atenas, una red internacional de lucha contra la falsificación documental”, agregó.
En cuanto a las puertas electrónicas o e-gates, estos equipos consultan al instante las diversas bases de datos, detectan de inmediato los documentos adulterados o no vigentes, y realiza la comprobación biométrica de los datos de los pasajeros con los incluidos en el chip de pasaporte.
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Además, su uso está reservado solo para pasajeros nacionales y extranjeros residentes con Carné de Extranjería y calidad migratoria vigente, mayores de edad, y con pasaporte electrónico con una vigencia mínima de seis meses antes de su vencimiento.
La inadmisión no implica que el pasajero haya infringido la ley ni que quede bajo custodia. Simplemente significa que, al momento del control migratorio, no cumplía con los requisitos establecidos para ingresar al país. En estos casos, el retorno al lugar de origen es gestionado por la aerolínea correspondiente.