Directora de Asuntos Públicos, Comunicación y Sostenibilidad de Coca-Cola para Perú y Ecuador
La necesidad de soluciones para una mejor gestión hídrica en diversas partes del mundo, al igual que en nuestro país, requiere de una mirada amplia desde distintos ámbitos de la sociedad, considerando la integralidad del desafío. Desde luego, las empresas tenemos el potencial y la responsabilidad de ser parte de la solución, más aún si somos conscientes de que la única manera de enfrentar los desafíos relacionados con el agua es trabajando en acción colectiva para acelerar y escalar los resultados.
Por este motivo, recientemente, se llevó a cabo el Foro “Unidos por el Agua y el Saneamiento” realizado por el Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento, el cual concluyó con la Firma del Pacto Nacional por el Agua y el Saneamiento, un paso significativo para catalizar una colaboración efectiva entre el Gobierno del Perú y los distintos actores sociales, entre los que figuran las autoridades, las empresas privadas y la sociedad civil, incluyendo los pueblos indígenas y originarios.
En el foro se enfatizó la necesidad de que el Gobierno actúe de manera más efectiva y sostenible para cerrar las brechas en servicios de agua potable y saneamiento, no solo en términos de conexiones, sino también en calidad. Se subrayó la importancia de involucrar al sector privado a través de alianzas con autoridades locales, utilizando mecanismos como Obras por Impuestos.
Otro punto destacado fue la urgencia de mejorar la gobernanza de los servicios, abarcando aspectos como transparencia, rendición de cuentas, integridad y participación ciudadana. Esto incluye reformas en el marco institucional, incentivos, innovación y planificación financiera estratégica, así como una mejor coordinación entre sectores.
Además, se reiteró la importancia de la participación activa de las comunidades en la supervisión de proyectos locales para el fortalecimiento de los núcleos ejecutores. Por último, se abogó por una coordinación más efectiva con organismos internacionales para aprovechar buenas prácticas, asistencia técnica adaptada a necesidades locales y financiamiento a corto, mediano y largo plazo.
Un ejemplo de alianzas colectivas para la protección de las cuencas y la mejora del acceso y la calidad del agua es el proyecto ‘Amunas’, impulsado por Aquafondo, organización que articula a inversores privados con entidades públicas a fin de contribuir a la seguridad hídrica. Con esta iniciativa, se busca rehabilitar estas infraestructuras hidráulicas ancestrales diseñadas para captar agua de lluvia durante las estaciones húmedas y direccionarla hacia manantiales y ojos de agua, de tal manera que las comunidades puedan disponer de ella en épocas de sequía.
En el marco de nuestra plataforma de acción colectiva “Juntos por el agua”, en Coca Cola nos sumamos a este proyecto para contribuir a la rehabilitación de parte de la amuna Horno-Marcahuasi en Huarochirí, lo que beneficia a la comunidad de San Pedro de Casta.
Asimismo, otro proyecto que iniciamos en Perú y que ha contribuido al avance de nuestros objetivos en el uso regenerativo del agua es ‘Oxapampa’, con el cual, junto al Instituto del Bien Común, hemos podido recuperar y conservar bosques ribereños y de cabecera mediante la firma de múltiples Acuerdos Recíprocos por el Agua y Acuerdos de Conservación con propietarios y comunidades nativas. Así devolvimos a la naturaleza más de tres millones de metros cúbicos de agua al año.
Finalmente, creemos que, como parte del sector privado, tenemos una serie de oportunidades y responsabilidades que debemos potenciar para la conservación del agua. Es por esa razón que no solo celebramos el Pacto por el Agua, sino que nos adherimos a él como compañía para seguir trabajando con alianzas colectivas. En un mundo donde el agua es esencial y un recurso limitado, la colaboración es fundamental para garantizar un suministro hídrico seguro y sostenible para todos.