
Escribe: Antonio Cevallos, CEO de BBVA Asset Management
La política monetaria es el conjunto de acciones de un banco central para controlar la economía mediante la cantidad de dinero y las tasas de interés. Es como el “termómetro” económico: si hay inflación, se suben las tasas; si hay recesión, se bajan. En EE.UU., este rol lo cumple la Reserva Federal (Fed), que busca estabilidad de precios y empleo. Como el dólar es la moneda global por excelencia, las decisiones de la Fed repercuten en todo el mundo, incluida América Latina.
LEA TAMBIÉN: En medio de la incertidumbre comercial
Muchas veces leemos en las noticias las diferentes proyecciones de tasas de economistas, políticos y gobernadores de la Fed. Sin embargo, no es tan común que nos pongamos a pensar qué posibles impactos pueda tener en nuestras finanzas personales. En esta edición tratamos de explorar en simple cómo nos puede afectar.
LEA TAMBIÉN: El costo oculto de trabajar agotados
¿Qué pasa cuando la Fed cambia las tasas de interés?
Subir las tasas encarece el dinero: pedir préstamos cuesta más, se frena el consumo, baja la demanda y, por tanto, la inflación. Pero también puede desacelerar la economía. Por otro lado, bajar las tasas hace lo contrario: abarata el crédito, impulsa el gasto y estimula la inversión. En pocas palabras, subir tasas ayuda a “enfriar” la economía y bajarlas contribuye a “calentarla”.
LEA TAMBIÉN: La desnaturalización de contratos a plazo fijo en debate
Impacto en variables clave de la economía
En particular, estos son los efectos en las distintas variables económicas:
Tipo de cambio: Si la Fed sube tasas, el dólar se fortalece porque esta subida le da un mayor rendimiento. Las monedas latinoamericanas (como el sol) pierden valor, lo que encarece productos importados como combustibles y tecnología. Si baja tasas, pasa lo contrario y las monedas locales se estabilizan o se fortalecen.
Costo del crédito global: Si en EE.UU. suben las tasas, financiarse se vuelve más caro en todo el mundo. Esto impacta a gobiernos y empresas de países emergentes, reduciendo el acceso y encareciendo el crédito.
Flujos de inversión: Tasas altas en EE.UU. atraen capitales que podrían haber ido a América Latina. Si bajan, parte de esos fondos buscan rendimientos en mercados emergentes. Esto influye en el crecimiento y el empleo en la región.
Reacción local: Los bancos centrales de América Latina suelen subir sus tasas para evitar la fuga de capitales. Esto defiende sus monedas, pero puede enfriar sus economías y elevar la inflación por el alza en productos importados.
LEA TAMBIÉN: ¿Y los invisibles? Por qué el open banking no basta
¿Y cómo impacta directamente en ti?
Si bien lo anterior puede sonar algo “abstracto” lo cierto es que finalmente se va a traducir en impactos directos en nuestro día a día (y bolsillo). Algunos ejemplos:
Préstamos y tarjetas: Suben los intereses que pagas por créditos personales y de consumo. Endeudarse es más caro.
Hipotecas: Si son a tasa variable, tu cuota mensual puede aumentar. Los nuevos créditos hipotecarios también se encarecen.
Precios: Un dólar fuerte encarece productos importados. Llenar el tanque de gasolina , comprar un celular o una laptop puede costarte más.
Consumo: Tasas altas incentivan el ahorro y desincentivan el gasto. Tasas bajas empujan al consumo y reducen el interés por ahorrar en bancos.
LEA TAMBIÉN: ETF vs. Fondos mutuos: ¿Cual es la mejor opción para invertir?
En conclusión, en un mundo globalizado y donde la moneda por excelencia sigue siendo el dólar, las decisiones de la Fed afectan mucho más que a EE.UU. Influyen en tus créditos, tus ahorros, los precios que pagas y hasta en las oportunidades de empleo en tu país. Es decir, repercute directamente en tu economía familiar. Es relevante conocer la coyuntura económica global y local para poder tomar decisiones de ahorro e inversión más estratégicas.