
Escribe: Luis Mendiola, profesor de Finanzas de ESAN Graduate School of Business
(10 de octubre del 2025) El tipo de cambio en Perú ha consolidado su tendencia a la baja, ubicándose por debajo de los S/3.50 y alcanzando mínimos no vistos desde hace más de tres años. La cotización actual gira en torno a los S/3.47, en un contexto donde el dólar global pierde impulso, las tasas de interés en Estados Unidos comienzan a descender y las expectativas de riesgo político y financiero se moderan. Pero la calma no significa ausencia de turbulencias: los mercados globales navegan entre señales mixtas, tensiones comerciales renovadas y un crecimiento desigual.
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La Reserva Federal ha cambiado de tono y de ritmo. En septiembre, redujo su tasa de referencia en 25 puntos básicos, situándola entre 4.00% y 4.25%, y ya se anticipan dos recortes más antes de que termine el año. Esta decisión refleja dos realidades: una inflación aún persistente, pero en desaceleración, y un mercado laboral que empieza a mostrar grietas. En septiembre, el informe ADP reveló una pérdida neta de 32,000 empleos privados. Además, el crecimiento salarial se ha desacelerado para quienes cambian de trabajo.
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A esto se suma el efecto de una política comercial más agresiva. El presidente Trump ha vuelto al discurso arancelario, esta vez contra el sector farmacéutico: propuso un arancel del 100% a medicamentos de marca. Esto desató respuestas rápidas. Pfizer anunció una inversión de USD 70 mil millones en manufactura nacional y un programa de descuentos en Medicaid. Johnson & Johnson, Roche y Sanofi también se alinearon, pero los costos estructurales del sistema de salud estadounidense siguen sin solución.
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Mientras tanto, el PMI manufacturero del ISM subió a 49.1, una leve mejora, pero aún en zona de contracción. El encarecimiento de insumos por los aranceles, como el acero, ha elevado los costos de inversión en hasta 20%. La volatilidad también se refleja en Wall Street: mientras el S&P 500 retrocede levemente (-0.03%), el Nasdaq sube (+0.22%) y el VIX se instala en 17.7 puntos, mostrando nerviosismo.
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En respuesta al entorno externo y al ciclo de política monetaria en EE.UU., el BCRP ajustó también su tasa de referencia a 4.25%, en una señal de sintonía y prudencia. Lejos de actuar de forma reactiva, el ente emisor busca evitar salidas de capital, anclar expectativas y mantener atractivo al sol sin poner en riesgo la inflación. De hecho, la inflación acumulada en Perú al cierre de septiembre se mantiene debajo del 3%, mientras que el superávit comercial sigue ampliándose, con el cobre cotizando por encima de los US$ 4.10 por libra y el oro superando los US$ 4,000 por onza.
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Este entorno ha sido favorable para el sol. El mercado local se beneficia de entradas de capital por recompra de bonos, menores presiones sobre importaciones y un flujo constante de divisas vía exportaciones. La aprobación del sexto retiro de AFP, lejos de tensionar el mercado, fue neutralizada eficazmente mediante instrumentos como swaps y repos cambiarios.
¿Qué esperar en noviembre? Tres escenarios con el sol como protagonista
- Escenario base: estabilidad persistente.Si la Fed se mantiene dovish y la guerra comercial no pasa de palabras, el tipo de cambio podría estabilizarse entre S/3.45 y S/3.50. Esto es lo que el mercado ya ha descontado.
- Escenario optimista: apreciación adicional del sol.Un recorte adicional en octubre por parte de la Fed, sumado a cifras moderadas de inflación y empleo, podría generar un rally adicional en monedas emergentes. En ese caso, el sol podría alcanzar los S/3.42 o incluso menos, impulsado también por un nuevo récord en balanza comercial.
- Escenario adverso: rebote técnico.Si se interrumpe el ciclo de recortes en EE.UU., se reavivan las tensiones con China o se profundiza el cierre parcial del gobierno federal, podría producirse un ajuste de corto plazo hasta los S/3.52. Aun así, seguiría dentro del rango de confort del mercado.
El dólar global ha perdido algo de brillo, pero la incertidumbre sigue ahí. La mezcla de menor empleo, política fiscal incierta y una guerra comercial que se reescribe por sectores impone prudencia. Aun así, el Perú se presenta como una de las pocas economías con fundamentos sólidos, disciplina macro y una política monetaria que juega en equipo.
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Por ahora, todo apunta a que el sol no está de fiesta… pero sigue firme, con los pies en la tierra y la mirada puesta en lo que pueda pasar en noviembre.