Hasta los multimillonarios reflexionan sobre el camino no escogido. A los 17 años, Marcos Galperin, de regreso a su natal Argentina tras una gira de rugby por Australia y Nueva Zelanda, decidió estudiar Negocios en la Universidad de Pensilvania. “Si volviese a nacer, elegiría una carrera deportiva”, sostiene desde su oficina en Montevideo el empresario, hoy de 52 años, cofundador y CEO de Mercado Libre, la compañía de e-commerce y pagos hegemónica en América Latina. El año pasado, compró un equipo de rugby en Estados Unidos (Miami Sharks).
A América Latina le convino la decisión que Galperin tomó siendo adolescente. El año pasado, Mercado Libre tenía 218 millones de usuarios activos en la región —cuya población total es de 670 millones—, que compran y venden online, y usan Mercado Pago para cancelar de todo, desde snacks hasta boletos para el fútbol. Galperin es la megaestrella de la escena tecnológica latinoamericana. Con un patrimonio neto de más de US$ 6,000 millones, es una de las personas más acaudaladas de la región. Y cada vez se muestra más franco en redes sociales.
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Galperin nació en una prospera familia argentina, propietaria de uno de los mayores negocios de cuero del mundo. Él siguió los clásicos pasos de un aspirante a magnate tecnológico: se enroló en la Escuela de Negocios de Stanford e inició su emprendimiento en un garaje. Era 1999. Hoy, Mercado Libre tiene una capitalización bursátil de US$ 70,000 millones, la segunda más alta en América Latina, solo detrás de la gigante estatal brasileña Petrobras.
Luego de batallar con el lento servicio y frecuentes alzas de tarifas de las empresas postales, Mercado Libre desarrolló su vasta red de entregas, con aviones y la mayor red de vehículos eléctricos de la región. El 2023, Mercado Pago procesó pagos por US$ 183,000 millones; además, facilita tarjetas de crédito y préstamos a unos 15 millones de personas.
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De joven, Galperin tenía momentos de excesiva confianza: “Pensamos que llegaríamos mucho más rápido”. Pero también admite haber tenido dudas y subraya que la suerte fue un factor de su éxito. “Todos estos años tuve esta ansiedad… con los estados de cuenta del banco llegando todos los meses. En una sensación horrible”. El 2005, cuando las cuentas se equilibraron, no fue una celebración sino un alivio.
Con respecto a su imagen personal, antes mantenía un perfil bajo, pero ahora es muy activo en redes sociales y sus posts suelen alborotar el cotarro, sobre todo cuando se refieren a Argentina. Ha comparado la economía de su país con un deportista que fue el mejor, pero ahora “está obeso, es alcohólico y drogadicto, y tiene cáncer y sida”. Al igual que muchos argentinos, los años de caos económico lo ha radicalizado. El 2019, se definió como demócrata a lo Bill Clinton. Hoy, respalda al presidente Javier Milei.
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Galperin dice que Milei ha tenido un inicio de mandato impresionante, con superávits fiscales, menor inflación y creciente confianza del mercado. Pero advierte que queda mucho por hacer: “El paciente todavía tiene cáncer y sida, y está obeso porque para que eso cambie, se necesitan muchas reformas”. Y estima que las posibilidades de que el presidente tenga éxito en reformar la economía están mejorando.
La situación de su país moldea sus otras opiniones. Es optimista respecto de bitcóin, que puede ser transada en Mercado Pago, porque afirma que es una mejor reserva de valor que dólares, euros o yenes. “Siendo argentino, sé lo que pasa cuando hay déficits permanentes: la moneda se devalúa”, señala, saltándose las variaciones del precio de bitcóin.
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Asimismo, es muy escéptico sobre el Estado. “No hay innovación en Europa”, asevera, y culpa de eso a la excesiva regulación. En cambio, elogia a Israel porque muestra “el triunfo del capitalismo”. En Argentina, indica, demasiada gente discute sobre el capitalismo en lugar de ponerlo en práctica. Y le preocupa la influencia del pensamiento “woke” (progresismo social), que fue una característica del último gobierno peronista; dice que hay una línea directa que enlaza ese concepto con el socialismo y la dictadura. “Todo comienza con un bonito discurso sobre equidad y termina en autoritarismo y pobreza”, sostiene.
Sus posts más estridentes están en X, donde se enfrasca en pleitos con figuras públicas y cuentas de desconocidos, se burla de sus críticos con memes, emojis de besos y les pregunta si poseen acciones de Mercado Libre. Galperin es judío secular y manifiesta abiertamente su respaldo a Israel en su guerra en Gaza.
Y descarta la posibilidad de que sus posts sin pelos en la lengua supongan un riesgo para Mercado Libre, pues argumenta que a pocos fuera de Argentina les interesa lo que dice e insiste que, en realidad, no es tan directo. En cuanto a la compañía, ciertamente está boyante. El 17 de abril, informó que contratará a otras 18,000 personas, con lo que su fuerza laboral total se elevará a 76,000 empleados. Esta es quizás la más elocuente réplica a sus críticos izquierdistas online.
Traducido por Antonio Yonz Martínez.
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