2024: Un año para la consolidación del retorno a las oficinas

Recientemente volvió a la palestra la discusión pública sobre la reducción de la jornada laboral de cinco a cuatro días a la semana y sobre cómo ello impacta en la productividad de las empresas. Este tema, controversial y discutible desde varias aristas, tiene un correlato directo con la ocupación de oficinas, indicador que ha venido recuperándose en el Perú luego del impacto de la crisis sanitaria.

Efectivamente, entre el 2020 y 2022, la pandemia del Covid-19 provocó que las empresas economicen sus gastos. Como respuesta inmediata, muchas decidieron devolver o vender sus oficinas, así como reducir la capacidad de sus espacios para los pocos colaboradores que asistirían de manera presencial (hablamos de oficinas de entre los 150 m2 a 180 m2).

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En ese contexto, las oficinas de 450 m2 aproximadamente eran difíciles de alquilar, pero actualmente, como parte del llamado retorno a las oficinas, los espacios de entre 300 m2 a 400 m2 están volviendo a ser demandados.

El sector de oficinas es un sector evolutivo que se va adaptando a las necesidades del mercado, por lo que tiene una gran apertura y flexibilidad para lo que se viene. Así, en Fibra Prime notamos que, para mediados del 2023, la presencialidad ya estaba al 80% del nivel prepandemia en Lima, lo cual demuestra que la mayoría de las empresas han ampliado la presencialidad entre tres a cinco días a la semana.

Cultura organizacional

El retorno a las oficinas emerge como una oportunidad para fortalecer la cultura organizacional. La presencialidad, más que un requisito físico, puede llegar a ser un catalizador para reforzar valores esenciales que sustentan una cultura fuerte y cohesionada.

Grandes empresas como Google decidieron reforzar su cultura a través de sus espacios de trabajo físico. En el home office, las conversaciones son más “duras” y tajantes, mientras que de manera presencial se puede transmitir mejor un mensaje, fomentar la colaboración y la pertenencia a una comunidad a través de las experiencias compartidas, tanto logros como aprendizajes.

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Antes del 2019, la retención de talento era uno de los temas más importantes del management en el mundo y hoy en día resurge como prioridad a través de la generación de la cultura empresarial. La presencialidad requiere que tanto las empresas como sus colaboradores eleven sus niveles de empatía, lo cual ayuda a que los niveles de retención y fidelización del talento se mantengan o aumenten, incluso en los casos híbridos.

Flexibilidad

Empresas como Microsoft o Amazon, han priorizado el retorno a las oficinas para fortalecer su cultura, centrándose en el equilibrio entre el trabajo en la oficina y la flexibilidad para trabajar desde casa, lo cual demuestra que la flexibilidad no necesariamente está relacionada ni al trabajo remoto, ni a la presencialidad.

Hoy en día, existe una cultura mucho más flexible, que permite que ir a la oficina no se sienta una obligación, sino una oportunidad para la eficiencia y colaboración. En un mundo cada vez más digital, la presencialidad se levanta como un componente valioso para construir y consolidar una cultura empresarial.

El palpable retorno masivo a las oficinas se manifiesta a través de un fenómeno evidente: la absorbente demanda de nuevos metros cuadrados en Lima. Durante los tres primeros trimestres del año 2023, se ha registrado una absorción de casi 120,000 metros cuadrados, siendo 70,000 m2 destinados al sector subprime (B) y 50,000 m2 al prime (A). Este fenómeno es aún más revelador cuando lo comparamos con los datos de 2019, un año previo a la pandemia, donde se absorbían entre 220,000 m2 y 240,000 m2 anualmente.

La dinámica actual indica que las empresas no solo están recuperando sus espacios prepandémicos, sino que también están expandiendo su presencia física. Este fenómeno, respaldado por cifras concretas, refleja la confianza de las empresas en el modelo presencial y subraya el papel vital de las oficinas como centros de actividad empresarial y colaboración.