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En un contexto donde la tecnología repercute la mayoría de las áreas de nuestra vida, el desarrollar habilidades digitales debería ser un activo invaluable para las empresas. Estas no solo permiten a los colaboradores navegar mejor por el entorno digital, sino que también impulsan la innovación, la eficiencia y la competitividad en el negocio.
El estudio de “Talento Digital en el Perú 2023″, categorizaba las habilidades digitales en dos:
•Básicas: Aquellas necesarias para poder hacer uso de computadoras y software.
•Avanzadas: Se usan para modificar o crear soluciones digitales o de software a través de programación.
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Gracias al acceso de la tecnología en nuestra vida diaria, las personas que suelen trabajar en empresas ya tienen un conocimiento de habilidades digitales básicas, dado que el “smartphone” les ha permitido entender mejor sobre cómo usar la tecnología. Sin embargo, todavía muy pocas personas, 10% de la población peruana según un estudio de CEPAL del 2021, ha desarrollado habilidades digitales avanzadas. Actualmente, los paquetes de oficina a las que las empresas suelen tener acceso, como Microsoft 365 y Google Workspace, tienen herramientas digitales potentes que permiten a cualquier colaborador crear tecnología y automatizar procesos sin necesidad de saber programar; y aún así no son aprovechados del todo.
Las cinco estrategias que deberías tener en cuenta para desarrollar habilidades digitales en la empresa son:
•Compromiso organizacional
Apoyo de la alta dirección. El compromiso visible y continuo de los líderes empresariales envía un mensaje claro sobre la importancia estratégica de las habilidades digitales y fomenta una cultura que valora la innovación.
Inversión en recursos. La asignación de recursos financieros y humanos adecuados demuestra el compromiso de la empresa y facilita la implementación efectiva de programas de capacitación y desarrollo.
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•Programas de capacitación personalizados
Organizar un programa de aprendizaje puede ser muy difícil, dado que los colaboradores deben tomar parte de su tiempo laboral en desarrollar nuevas habilidades, y muchas veces esa no es su prioridad. Es por ello que el aprender sobre tecnología debe combinarse con lo que ya hacen en el trabajo.
Identificar necesidades. Usar algún tipo de instrumento que pueda mapear primero las necesidades de los colaboradores, y sobre ello aterrizar objetivos claros.
Acompañamiento. El contenido online funciona, pero cuando hay mucha incertidumbre de cómo hacer las cosas, es mejor sentirse acompañado. Por ello, este debe ir acompañado con talleres prácticos donde pueden aprender de otras personas, e incluso mentorías personalizadas que puedan ayudar a resolver sus dudas específicas.
•Aprendizaje basado en tecnología
Es más importante usar la tecnología que solo leer de ella. Lo mejor es que en los programas de aprendizaje la tecnología se aplique inmediatamente en resolver un problema propio del colaborador, de esta manera se les enganchará más rápido en el aprendizaje y se despertará su curiosidad por saber más.
Contenido práctico. El contenido debe estar basado en crear proyectos, ser interactivo y contener muchos ejemplos y simulaciones virtuales.
Gamificación. Está demostrada que ayuda a aumentar la participación y el compromiso de los colaboradores.
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•Fomento de una mentalidad de aprendizaje
Una cultura organizacional que promueve el aprendizaje continuo y el desarrollo personal es fundamental para el éxito a largo plazo en un entorno empresarial digitalmente impulsado.
Celebración del fracaso: Fomentar una actitud positiva hacia el fracaso como parte del proceso de aprendizaje, alentando a los colaboradores a asumir riesgos controlados y experimentar nuevas ideas sin temor al juicio o la crítica.
Reconocimiento del desempeño: Reconocer y recompensar públicamente los logros y el progreso en el desarrollo de habilidades digitales, lo que refuerza la importancia del aprendizaje continuo en la cultura organizacional.
•Evaluación y medición del impacto
La evaluación regular del progreso y el impacto es esencial para garantizar su efectividad y realizar ajustes según sea necesario.
KPI de habilidades digitales: Establecer indicadores clave de desempeño (KPI) específicos relacionados con las habilidades digitales, como la mejora en el uso de herramientas tecnológicas o la capacidad para resolver problemas complejos.
KPI de impacto: Definir indicadores que afecten directamente al negocio, para que este programa sea tangible.
Retroalimentación y evaluación continua: Solicitar retroalimentación regular de los colaboradores y sus jefaturas sobre la utilidad y la relevancia de los programas de desarrollo de habilidades digitales, y realizar evaluaciones formales periódicas para identificar áreas de mejora y oportunidades de crecimiento.
En conclusión, el desarrollo de habilidades digitales en empresas no puede ser un esfuerzo aislado, tienen que venir con el compromiso de la alta dirección, tener una estrategia a largo plazo y medir continuamente para aprender y ajustar la misma. El cultivar talento digitalmente capacitado impulsará el crecimiento y la innovación en toda la organización.
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