Carlos Caballero León
Master en Ciencias de Defensa y Seguridad Interamericana por el Interamerican Defense College de Washington DC
La pandemia de la COVID-19 ha puesto en evidencia que la falta de conectividad es uno de los problemas más críticos en Perú. Innumerables localidades dispersas al interior del territorio y en zonas de frontera, poblaciones en pobreza o pobreza extrema no atendidas por las redes privadas de comunicaciones al no ser rentables comercialmente, escolares que no pueden seguir sus clases virtuales, pacientes sin acceso a la atención médica primaria, personas obligadas a asistir a sus centros laborales con el riesgo de contagio al no poder hacer teletrabajo, son escenas a las que asistimos todos los días.
Esta situación es registrada a pesar de los US$ 2,136 millones invertidos por el Estado en lo que es quizás el esfuerzo más grande realizado en la historia nacional para implementar la Red Dorsal Nacional de Fibra Óptica (RDNFO) y 21 redes regionales, para conectar 180 capitales de provincia con capitales de distritos y centros poblados, con excepción de Loreto, Madre de Dios y Ucayali, que no cuentan con un proyecto regional.
Impacto en la campaña electoral
La solución a la falta de conectividad aterrizó en medio de la campaña electoral como uno de los principales retos para el próximo gobierno y los candidatos a la Presidencia en la primera vuelta presentaron sus propuestas. Yonhy Lescano y George Forsyth plantearon la adquisición de un satélite de telecomunicaciones. Daniel Salaverry propuso obtener comunicaciones satelitales a cambio de imágenes del PerúSAT-1, mediante convenios internacionales. Daniel Urresti manifestó que un satélite de telecomunicaciones no es solución ya que no permite la transmisión de internet. Finalmente, Verónica Mendoza sostuvo que la solución pasa por emplear la RDNFO. Independientemente de los planteamientos de los candidatos en la primera vuelta, el tema se ha instalado en la agenda pública.
Satélites de Telecomunicaciones en América del Sur
En medio de esta coyuntura, el pasado 5 de abril se realizó el Foro Internacional “Satélites de Telecomunicaciones en América del Sur: Experiencias de Argentina, Bolivia y Brasil” (1), organizado por el Capítulo de Ingeniería Electrónica del Consejo Departamental de Lima del Colegio de Ingenieros del Perú. El evento sirvió para conocer los avances de nuestros vecinos en el rubro, los beneficios de contar con este tipo de tecnología, las inversiones que demanda, los resultados obtenidos así como aclarar conceptos y dudas a partir de la intervención de los responsables de la operación de los satélites en las compañías ARSAT de Argentina, ABE de Bolivia y Telebras de Brasil.
ARSAT es una compañía estatal que opera el satélite ARSAT-1 lanzado al espacio en 2014 a un costo de US$ 280 millones y el satélite ARSAT-2 desde 2015 con una inversión de US$ 250 millones. Ambos satélites tienen un tiempo de vida útil de 15 años y fueron fabricados en Argentina por la empresa INVAP. ARSAT opera la Red Federal de Fibra Óptica (REFEFO) de 35,000 Km de longitud y espera poner en órbita en 2023 su tercer satélite, el ARSAT-SG1.
ABE es una empresa pública creada en 2010 para ofrecer servicios de telecomunicaciones a la población rural excluida. En 2013 puso en órbita el satélite Túpac Katari, adquirido a la industria china por US$ 302 millones. A la fecha, el 90% del segmento espacial usado en Bolivia procede del Túpac Katari y han logrado acceso universal a la televisión. ABE sostiene que los precios de sus servicios de comunicaciones satelitales son los más bajos de la región.
Por su parte, Telebras es una empresa de capital público privado, que opera el satélite SGDC desde 2017. Con una inversión de US$ 455 millones, producido por la industria espacial de Francia, el SGDC es el medio de comunicaciones de Brasil para atender escuelas públicas, aldeas indígenas, postas médicas, puestos fronterizos, entidades del Gobierno Federal y a sus Fuerzas Armadas. Telebras opera también una red de fibra óptica de 35,000 Km.
Lo expuesto en el Foro muestra que estos países han implementado políticas públicas para atender a sus instituciones y poblaciones rurales desconectadas de las redes terrestres, a través del desarrollo de satélites de telecomunicaciones propios. En ese sentido, los satélites y la fibra óptica son tecnologías complementarias y no excluyentes, ambas necesarias para asegurar la conectividad en todo el territorio de un país determinado.
Situación de las comunicaciones satelitales en el Estado Peruano
El estudio “Gasto del Estado Peruano en Telecomunicaciones Satelitales. Bases para un Proyecto de Satélite de Telecomunicaciones para el Perú” (Caballero y Fanola, 2020) (2) muestra que las entidades públicas contratan las comunicaciones satelitales a compañías extranjeras independientemente, lo que impide acceder a economías de escala y revela que el Estado no tiene una política pública de comunicaciones satelitales.
El estudio muestra que solo 45 entidades públicas, o el 1.53% del total, contratan estos servicios, empleando un ancho de banda de 511 MHz, con un gasto efectivo anual del orden de los US$ 21.7 millones. En 15 años, tiempo de vida útil promedio de un satélite de telecomunicaciones, el gasto agregado del Estado asciende a US$ 325.25 millones. De ello se concluye que es más conveniente cambiar el actual gasto de pésima calidad por una inversión para el desarrollo de un satélite de telecomunicaciones soberano para atención a las entidades estatales y a las poblaciones pobres desconectadas.
Enfoques opuestos
En resumen, se puede afirmar que a diferencia de lo sostenido por los candidatos presidenciales, se requiere de redes de fibra óptica y de satélites de telecomunicaciones, operando juntos para conectar a todo el país. Las experiencias de Argentina, Bolivia y Brasil que han desarrollado satélites soberanos para atención de sus entidades públicas y población rural desconectada así lo demuestran. Al lado, Perú hace un gasto elevado y de muy mala calidad, que amerita ser cambiado por una inversión que beneficie a más usuarios públicos y poblaciones aisladas.
Los avances de Argentina, Bolivia y Brasil en el rubro de los satélites de telecomunicaciones tratados en el Foro serán discutidos al detalle en entregas posteriores. Mérito del Capítulo de Ingeniería Electrónica del Consejo Departamental de Lima del Colegio de Ingenieros del Perú al realizar este tipo de eventos que ponen a disposición de la sociedad, información relevante sobre el problema de la falta de conectividad. La opinión pública seguirá su impacto en la agenda de la segunda vuelta electoral.
Referencias.- En los siguientes enlaces puede acceder a:
(1) “Foro Internacional Satélites de Telecomunicaciones en América del Sur: Experiencias de Argentina, Bolivia y Brasil.” Vídeo, Capítulo de Ingeniería Electrónica del Consejo Departamental de Lima del Colegio de Ingenieros del Perú, Lima, 5 de abril de 2020.
https://www.facebook.com/ciptvpe/videos/2504680633159740/?vh=e&d=w
(2) Carlos Caballero y Wilfredo Fanola. Gasto del Estado Peruano en Telecomunicaciones Satelitales. Bases para un Proyecto de Satélite de Telecomunicaciones para el Perú. Lima, 2020.