
Escribe: Elena Conterno, especialista en políticas públicas
“Estamos bien, señora… los delincuentes están en el Congreso”, me dijo con ironía un mototaxista en Tarapoto cuando le consulté por la seguridad. Visitar las regiones del país permite conocer y disfrutar de nuestra naturaleza, atracciones y gastronomía, a la par de entender y reconocer nuestra realidad y diversidad.
Estuve unos días en San Martín con la familia: visitamos Lamas, Moyobamba, Sauce y Tarapoto, donde disfrutamos de nuestra selva exuberante, paisajes fantásticos y una gastronomía llena de sabor. Aprendimos mucho al conversar con distintas personas, además de observar la infraestructura, el comercio, los productos y las actividades regionales. Y nos sorprendimos de la gran hospitalidad y las ganas de salir adelante de los “ñañitos”.
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La gastronomía amazónica es una fiesta de sabores: paiche, doncella, cecina, chonta, cocona, preparados en tradicionales juanes, patarashca y tacachos, o reinventados en pizzas, pastas y makis. Nos sorprendió ver múltiples emprendimientos turísticos: miradores con columpios, globos y marcos para selfies y tomas de la selva; motos de agua, canopy y banana en la Laguna Azul; cafés y chocolates artesanales; y por supuesto, artesanías.
El trayecto de Tarapoto a Sauce —uno de los principales destinos turísticos de la región— está en obra, con lo cual el tránsito era solo en algunos momentos del día, y aún se cruzaba el río Huallaga en balsa. La obra contempla la construcción de un puente, pero hay preocupación de que, como en otros casos, los balseros intenten boicotearlo. Esperemos que las autoridades gestionen el conflicto de forma oportuna y adecuada, para que el desarrollo no se detenga por intereses particulares.
Más allá de nuestra experiencia en la visita, diversos rankings nos dan información valiosa de la región. Los datos del INCORE 2025 del Instituto Peruano de Economía ubican a San Martín en el puesto 19 de 25 regiones; sin embargo, han logrado en el último año su mejor puntaje histórico. Destaca en infraestructura —en especial por su conectividad aérea y acceso a agua— y en instituciones, con buena percepción ciudadana del gobierno regional y baja delincuencia. Y esto último lo vivimos: caminamos tranquilos, usamos mototaxis de día y de noche, y sentimos seguridad. En zonas rurales como Sauce, las rondas comunales juegan un papel clave; sin embargo, algunos vecinos nos dijeron que en la ciudad la Policía ha puesto trabas al accionar de las rondas vecinales.
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En materia de inversión pública, San Martín cayó tres posiciones en el Índice de Eficiencia de la Inversión Pública (IREI) 2024 del Instituto Videnza, pasando al puesto 11. Sus principales problemas son la finalización y liquidación de proyectos, así como el ritmo de ejecución.
En cuanto a sus autoridades, escuchamos diversas críticas. El gobernador regional fue evaluado con matices, en tanto que la alcaldesa de Tarapoto fue caracterizada de manera negativa por deficiencias en transparencia y resultados. San Martín y todo el Perú podrían estar mucho mejor con buenas autoridades. Y eso dependerá, en parte, de lo que decidamos en las elecciones del 2026, para las cuales en San Martín ya había carteles y pintas.
Como en todas las regiones del país, en San Martín hay grandes retos: cerrar brechas en infraestructura, salud, educación, entre otros. Pero también hay oportunidades enormes, emprendedores llenos de ganas de salir adelante y ciudadanos comprometidos.
Toca seguir sumando desde donde estemos. Desde el sector privado, toca invertir, innovar y generar empleo; desde la sociedad civil, toca exigir, participar y vigilar. Importante que todos conozcamos más la realidad regional de primera mano: mirar los rankings, sí, pero también viajar, observar, conversar.
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Por nuestra parte, regresamos renovados de San Martín, y también mejor informados de nuestra realidad y diversidad. “Ya vuelta” es una expresión típica de la Amazonía. Puede usarse como despedida afectuosa, pero también como señal de sorpresa, incomodidad o hasta rechazo, dependiendo del tono. En San Martín, la escuchamos con frecuencia, en sus distintos matices.
Así que, San Martín y regiones, ¡ya vuelta, con voto consciente e informado en el 2026!
