Jefe del INEI
Al conmemorarse hoy el Día Mundial de la Población, es oportuno reflexionar sobre las características de la población del país, su distribución etaria y territorial, así como, sus principales desafíos en la sociedad peruana.
La dinámica poblacional ha sido diferenciada. La tasa de fecundidad ha descendido. En los 70, la mujer peruana tenía en promedio 6 hijos, ahora tiene 2.2 hijos. La tasa de mortalidad por cada mil personas se redujo a la mitad en los últimos setenta años. El avance de la ciencia y el mayor acceso a la salud impactaron de manera favorable en la mortalidad y en el incremento de la esperanza de vida.
Un tema importante es la , se estima que 3.3 millones de peruanos residen en el exterior y cerca de 1.3 millones de venezolanos viven en nuestro país. La migración y la movilidad interna han sido intensas y profundas. Más de 10 millones de peruanos residen en un distrito distinto al que nacieron. El 65% de la población habitaba en la Sierra en 1940 y hoy solo alcanza el 28.1%; mientras que la proporción de la población de la Costa se duplicó en similar periodo.
La nueva población demandó salud, educación, transporte, vivienda, saneamiento, empleo, entre otros servicios. Por ello, una pregunta es evidente ¿estuvimos preparados para satisfacer adecuadamente sus necesidades? Y luego ¿estamos listos para recibir nuevos migrantes?
Para responder, no debemos perder de vista el Bono Demográfico, que representa una oportunidad para apuntalar el crecimiento, teniendo en cuenta que la mayor proporción de la población se encuentra en edad productiva. Debemos fortalecer e irradiar su impacto, para ello se requieren políticas públicas que promuevan la inversión en educación de calidad; estabilidad social y económica; mayor participación laboral femenina y un proceso de atracción de inversiones que promueva la creación de nuevos negocios y empleos formales, etc.
Las tendencias indican que el porcentaje de población adulta mayor en los próximos años será más alto, cuyas necesidades de salud, pensión, alimentación y, diversos productos apropiados para su edad, debemos de atender en cantidad y calidad debida. ¿Estamos listos para atenderlos? Ese desafío debemos asumirlo con la prioridad del caso.
La sociedad peruana ha cambiado en el último medio siglo; pero no basta describir sus características y tendencias, debemos trabajar en una misma dirección, generando y apoyando planes y acciones que garanticen derechos y cobertura de servicios públicos de calidad para niños, niñas, adolescentes, mujeres, personas adultas mayores y grupos especiales vulnerables, entre otras poblaciones. Solo así garantizaremos que ningún peruano se quede atrás.