Managing Director de Globant Perú
Luego de los primeros años de pandemia la economía peruana comienza a vislumbrar rastros de optimismo. A tal punto que la Comisión Económica para América Latina y El Caribe (Cepal) proyectó que alcanzará un crecimiento de 4.4%, superando, por ejemplo, las cifras de Colombia (3.8%), Chile (3.2%) y Brasil (2.2%).
Una de las claves para concretar o superar estas predicciones es la transformación digital en algunos sectores estratégicos. No solo en industrias tradicionalmente pujantes como la minería -que representa el 60% de las exportaciones del país- sino también en otras con mucho potencial, como el retail y los servicios financieros.
En términos estadísticos el comercio minorista influye de forma contundente en la economía del país. Según el último informe de diciembre del 2021 del FocusEconomics Consensus Forecast, Perú registra ventas minoristas mayores que el promedio de América Latina: las cifras llegaron al 16.7%, mientras que el promedio de la región fue de 8,1%.
A esto se le suma la generación de empleo; fuentes oficiales del Ministerio de Producción afirmaron que el sector de comercio interno generó más de 108 mil puestos de trabajo el año pasado y el 53.9% fueron mujeres.
Los servicios financieros también son otra industria importante. Un reporte lanzado por Oxford Business Group en colaboración con EY (Ernst & Young) asegura que el sector es uno de los tres claves para el crecimiento del PBI (junto a la minería y a la agroindustria) y que las operaciones bancarias digitales pasaron de representar el 20% del total de transacciones al 60% en 2021. Además, hay otro dato alentador: el Gobierno peruano prevé alcanzar un 52% de cobertura de Internet de aquí a 2030 con el fin de ampliar el uso de la tecnología digital en el sector financiero.
Si bien ambas industrias se han desarrollado mucho en la aplicación de nuevas tecnologías, sobre todo si se las compara con otras más conservadoras, aún hay un camino por recorrer.
En lo que respecta al retail, en principio hay dos tecnologías fundamentales. La primera de estas es popularmente conocida y tiene que ver con las mejoras en el desarrollo de e-commerce. En los últimos 10 años Perú creció 15 veces más en el comercio electrónico y llegará a los US$ 14,000 millones en transacciones para el 2022 (Cámara de Comercio Electrónico). Por ese motivo, los comercios deben implementar estrategias digitales enfocadas en soluciones de negocio para mantenerse vigentes en el mercado y maximizar ventas.
La segunda es la Inteligencia Artificial. La incorporación de esta tecnología de reconocimiento de imágenes y datos permite ver las góndolas en tiempo real y aporta beneficios en la última milla: previene los quiebres de stocks, mejora la productividad del personal y agiliza las operaciones de la tienda.
Por otro lado, el sector de finanzas digitales en Perú tuvo un alza exponencial. Los últimos datos de la Guía Fintech 2021-2022 arrojan que hay un total de 117 empresas registradas en el país y, a nivel regional, se lo considera un mercado de mucho potencial por la juventud del ecosistema y la cantidad de terreno por explorar. En contrapartida, el Ranking Mundial de Fintechs 2021 identifica centros emergentes de la industria y ubicó a Perú en el puesto 62 de 83 países.
Es evidente que aún resta un trecho para que la industria fintech alcance la madurez y sea un jugador trascendental para la economía. Un elemento clave tiene que ver con las regulaciones, pero otro es el desarrollo tecnológico.
Perú, por ejemplo, fue en 2021 el tercer país con más ciberataques recibidos en América Latina con 4.700 millones de intentos (FortiguardsLabs) y es el de mayor presencia de criptomineros, con un 40% de las detecciones totales de la región según Eset. Si bien la criptominería en sí no es un delito, hay una tendencia a que los ciberdelincuentes se introduzcan en esa lógica y minen criptomonedas alojadas en un equipo ajeno o utilicen el poder de procesamiento de un equipo de otra persona para minar y obtener el dinero de la operación.
Los ciberdelitos son un obstáculo para que el sector se desarrolle a la altura de su potencial. Una herramienta útil para lograrlo, al igual que en el retail, es la Inteligencia Artificial. Tanto para analizar datos y detectar fraudes como también para agilizar procesos y ofrecer una mejor propuesta de valor en un contexto donde la demanda de este tipo de servicios crece.
El mapa económico del Perú es un tema trascendental y en ese diagrama los servicios financieros y el retail juegan un papel importante para concretar las expectativas alentadoras que se plantean. Dentro de este marco, la transformación digital debería estar en el tope de la agenda.