
Escribe: Julia Sobrevilla, directora de Asuntos Corporativos y Sostenibilidad del Grupo UNACEM
Un reporte integrado va más allá de los números o de una visión de sostenibilidad. Es una herramienta estratégica que muestra todos los aspectos de una empresa y permite alinear sus objetivos financieros con los ambientales, sociales y de gobernanza, forzándonos a comprender de manera estratégica nuestro impacto como un todo y así atender las expectativas de quienes nos rodean.
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El Reporte Integrado -como su nombre lo indica- es más que una recopilación de indicadores ambientales, sociales y de gobernanza (ASG), es una herramienta estratégica que conecta el desempeño financiero con la sostenibilidad, mostrando cómo estos factores impactan en la creación de valor. A su vez, permite visibilizar el aporte de distintas áreas de una empresa y resaltar su alineación con los objetivos estratégicos del negocio. Es un libro abierto que muestra quiénes somos y qué hacemos, siempre con una visión integral.
¿Cómo conecta el reporte integrado la sostenibilidad con los objetivos del negocio?
Además, ofrece transparencia a inversionistas, ya que el 75% considera que la gestión de riesgo y oportunidades ASG es crucial para sus decisiones de inversión, según el Global Investor Survey 2023 de PWC. También permite identificar y gestionar riesgos emergentes como los impactos del cambio climático o la exposición a prácticas no sostenibles en la cadena de suministro, integrándolos en la estrategia empresarial. Al hacerlo, fortalece la reputación corporativa y facilita el cumplimiento de estándares internacionales como son el International Integrated Reporting Council (IIRC), el Sustainability Accounting Standards Board (SASB) o el Global Reporting Initiative (GRI).
¿Por qué los inversionistas valoran cada vez más los reportes con enfoque ASG?
Estos reportes mejoran la competitividad de las empresas, ya que permiten tanto a los stakeholders como accionistas, empleados, clientes y la comunidad comprobar cómo una organización crea valor a largo plazo. Un estudio de SAP indica que el 72% de las empresas identifica una fuerte relación entre sostenibilidad y competitividad.
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Estas cifras reflejan una tendencia clara: la sostenibilidad debe ser vista como una estrategia de negocio inteligente, su implementación debe mejorar tanto la eficiencia operativa como la reputación, fortalecer la confianza de los stakeholders y abrir nuevas oportunidades de crecimiento. Los reportes que dan cuenta del impacto de las operaciones empresariales dejaron de ser opcionales. En muchos mercados es una exigencia que debe cumplirse como acto de transparencia.
¿Qué avances concretos muestra la industria cementera en sostenibilidad?
En el caso de la industria del cemento y concreto, uno de los sectores más intensivos en el uso de carbono, es sumamente importante integrar los objetivos financieros con los ambientales. En el caso del Grupo UNACEM, contamos con nuestro Reporte Integrado que detalla nuestra Hoja de Ruta Corporativa, la cual incluye compromisos claros de nuestros negocios de cemento, concreto y energía con metas al 2030 orientados a alcanzar la carbononeutralidad al 2050. Estos avances, ya muestran resultados. El año pasado, por ejemplo, reducimos nuestra huella total en un 7%.
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Ahora bien, este compromiso no solo se refleja en los resultados medibles, sino también en el proceso de elaboración del reporte. Se requiere convicción sobre su relevancia dentro de las organizaciones. Implementar el reporte integrado exige materialidad, coherencia, visión integral, transparencia, enfoque estratégico, participación interdepartamental, uso de estándares y marcos de referencia, validación y rigurosidad. Sin duda, es cultura empresarial puesta a prueba.
¿Qué desafíos implica elaborar un reporte integrado de verdad?
Esto implica que todas las áreas, de manera permanente y desde la alta dirección hasta los equipos operativos, incorporen criterios de sostenibilidad homologados en sus decisiones diarias, de manera que el desarrollo del reporte integrado encuentre congruencia y consistencia. Aunque es un reto significativo, los beneficios son innegables. Las empresas que logran alinear sus objetivos financieros con sus compromisos sociales y ambientales estarán mejor preparadas para el futuro y generarán un impacto positivo en la vida de las personas y del planeta.
El reporte integrado es más que números, es una estrategia que refuerza la competitividad, aumenta la transparencia y promueve la responsabilidad social, asegurando un impacto positivo en todos los niveles, dentro y fuera de las organizaciones. Así, logramos contar la historia completa, siempre.