
Escribe: Pipo Reiser, gerente general de Sinba
Aunque parezcan lejanas, las decisiones políticas globales impactan profundamente nuestra economía, y la del reciclaje –un sector de por sí frágil– no se salva. Lo aún más lamentable es que las amenazas no solo vienen desde afuera; aquí mismo, en casa, estamos tomando decisiones que golpean duramente a quienes sostienen día a día la recuperación de nuestros residuos: los recicladores.
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Un retroceso en política pública
Hace poco, en Colombia, miles de recicladores llenaron de plástico la Plaza de Bolívar, demostrando que sin su labor, las ciudades colapsarían bajo la basura. En Perú, lejos de reconocer esto y protegerlos, estamos eliminando justamente la política pública que premiaba a los municipios por formalizar recicladores y promover la segregación domiciliaria: la Meta 3 del Programa de Incentivos a la Mejora de la Gestión Municipal.
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Por primera vez en sus 15 años, para el 2025 no incluye ninguna meta relacionada con la gestión de residuos sólidos. ¿La razón? Difícil entenderla, porque claramente el problema no está resuelto, considerando que, según el Minam, en el Perú reciclamos menos del 2% de los residuos, cuando hay un potencial por encima del 70%.
Precariedad, informalidad y precios en caída
La precariedad se refleja en que más del 90% de recicladores, una población que se estima en más de 100,000 personas a nivel nacional, operan en la informalidad y con alta vulnerabilidad. Debido a las batallas arancelarias de los gigantes económicos, hemos visto una caída dramática en los precios de los materiales reciclados, lo que agrava aún más la sostenibilidad económica de quienes viven de recuperar residuos.
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Europa también enfrenta una crisis en este sector, en la que grandes empresas ya han quebrado pese al auge aparente de la economía circular. Una de las razones es que los precios bajos del petróleo hacen que sea más barato producir plástico nuevo que reciclar el existente.
¿Por qué en Perú vamos en sentido contrario?
A diferencia de otros países, donde existen mecanismos como la Responsabilidad Extendida del Productor para apoyar y formalizar a los recicladores y la recuperación de materiales, en Perú retrocedemos. Al eliminar la meta municipal de reciclaje, los municipios dejarán de priorizar la formalización e integración de estos trabajadores esenciales. Este retroceso amenaza con borrar más de una década de esfuerzos y logros.
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Escucharlos antes que colapsen las plazas
Ante esta situación, se vuelve crítico recuperar esta política pública, fortalecer el reconocimiento a los recicladores y crear condiciones dignas para que puedan seguir contribuyendo a nuestras ciudades.
No esperemos ver a nuestros recicladores llenando plazas para recién escucharlos. Hagámoslo ahora. No retrocedamos en la lucha por un país más justo y ambientalmente responsable. No borremos los pocos avances que tenemos.