Director de la carrera de Economía de la U. de Lima
Es fundamental construir una base ideológica sobre el tipo de sociedad que queremos para el Perú, partiendo del respeto a la democracia occidental y a la economía de mercado, presentes en la Constitución de 1993.
Desde la perspectiva de un sistema democrático, debemos exponer las ideas del liberalismo clásico en las cuales se ha basado gran parte del desarrollo del llamado mundo occidental, difundidas por John Gray y comentadas por Francis Fukuyama en su reciente libro El liberalismo y sus desencantos, donde se define al liberalismo como individualista, igualitario, universalista y meliorista. Individualista porque la persona es libre de decidir y no debe estar obligada a imposiciones de cualquier colectividad social. Igualitario porque todos los seres humanos, sin ninguna diferencia, deben tener los mismos derechos y obligaciones básicos, y estos deberían estar consagrados en las leyes. Universalista porque debemos pensar siempre en la unidad moral de toda la especie humana, entendida –según algunos pensadores– a través de la siguiente expresión: “No te pongas en el camino de un individuo en su búsqueda de una vida feliz”. Y meliorista por “su creencia en la corregibilidad y las posibilidades de mejoramiento de cualquier institución social”, basada en la idea del progreso de la humanidad.
Asimismo, se debe enfocar el análisis dentro de una nación entendida desde la perspectiva de la tradición francesa; esto es, según Sieyès, “la nación está compuesta por todas aquellas personas que manifiestan la intención de convivir bajo una misma comunidad política, sin importar las diferencias culturales, lingüísticas, religiosas o étnicas”. Por lo tanto, formar una nación requiere conversar, dialogar y llegar a acuerdos mutuamente beneficiosos. Trabajar con las ideas es fundamental, más aún cuando existen grupos radicales de izquierda que siguen difundiendo la visión de Sendero Luminoso, como lo menciona en su última edición, el semanario Hildebrandt en sus Trece: “Las masas están entrando en efervescencia, todo bajo un gobierno débil… Esto es bueno para la revolución… y para la guerra popular”.
Por otro lado, las sociedades que han alcanzado los mayores estándares de vida en el mundo son aquellas que han aplicado modelos basados en la economía de mercado, con diferencias en los niveles de intervención del Estado; en algunos casos más cercanos a esquemas donde se trata de evitar la participación del Estado, siguiendo las ideas de economistas como Hayek y Friedman, y en otras, con una mayor participación de los gobiernos, siguiendo las ideas de pensadores como Keynes y Samuelson. Recientemente, el exministro de Economía del Perú, Waldo Mendoza, explicó claramente, en su artículo Carta abierta a los constituyente lovers para el diario Gestión, las fortalezas y resultados de la aplicación de la economía de mercado a nivel mundial.
Los peruanos de buena voluntad necesitamos dialogar, conversar, entendernos y llegar a acuerdos que nos permitan transformar nuestro amor por el Perú en la formación de una sociedad para todos.
Las opiniones vertidas en esta columna son de exclusiva responsabilidad del autor.