Escribe: Enrique Vizcarra, gerente de Compras Corporativas de Footloose.
El impacto que tiene la industria de la moda en el ambiente no es algo que debemos pasar por alto. De acuerdo a estudios realizados por la ONU, la industria textil es la segunda más contaminante, solo detrás de la petrolera. Esto significa que el 60% de toda la ropa producida termina en vertederos o incineradoras en menos de un año, lo que equivale a un camión de ropa usada, tirada o quemada cada segundo.
En 2022, el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) indicó que en nuestro país se desechan más de 47,500 toneladas de residuos textiles por año, siendo Lima Metropolitana, la capital, el generador del 60% de estos que en su mayoría provienen de talleres de confección y ropa en desuso. Esto es un poderoso llamado de atención a las marcas y consumidores.
LEA MAS: La politización de la inversión sostenible
En un mundo donde la conciencia ambiental y la sostenibilidad dejaron de ser opciones para convertirse en imperativos, la moda circular emerge como una respuesta crucial a los desafíos que enfrenta la industria textil a nivel global. Más que una tendencia pasajera, la moda circular representa una urgencia para preservar nuestro planeta y construir un futuro más sostenible para las generaciones venideras.
La moda circular se basa en principios clave, como la reutilización, el reciclaje y el diseño sostenible. Se trata de cerrar el ciclo de vida de los productos textiles, minimizando los desechos y maximizando el valor de cada material utilizado. Es un enfoque que desafía el modelo lineal de “tomar, hacer, desechar” que ha dominado nuestra industria durante demasiado tiempo.
Uno de los aspectos más convincentes para adoptar la moda circular es su capacidad para generar un impacto positivo en más de un nivel. Desde la reducción de residuos textiles y la conservación de recursos naturales, hasta la creación de empleo y el fomento de la innovación. Los beneficios pueden ser abundantes y tangibles, especialmente en nuestro país, que cuenta con grandes conocimientos en el sector manufactura, así como en el desarrollo de negocios sostenibles.
Lea más: ESG o cómo no desaparecer
Sin embargo, para que la moda circular realmente despegue, se necesita un compromiso colectivo tanto de la industria como de los consumidores. Las marcas deben asumir la responsabilidad de sus prácticas de producción y comprometerse a adoptar modelos más sostenibles. Los consumidores, a su vez, deben educarse sobre el impacto que tienen sus decisiones de compra y modificar aquellas que representen un impacto negativo.
En última instancia, la moda circular no es solo una opción; es una necesidad urgente. El cambio climático, la escasez de recursos y la contaminación son desafíos que no pueden ignorarse. Como líderes en la industria textil, tenemos la responsabilidad de impulsar el cambio y liderar con el ejemplo. Es hora de que la veamos no como una tendencia pasajera, sino como la única forma viable de avanzar hacia un mundo más sostenible y equitativo. El momento es ahora.
Comienza a destacar en el mundo empresarial recibiendo las noticias más exclusivas del día en tu bandeja Aquí. Si aún no tienes una cuenta, Regístrate gratis y sé parte de nuestra comunidad.