Director periodístico
El año nuevo arranca con una extraña sensación. La expectativa es que la situación del país mejore, hay un ligero optimismo en el aire, sin embargo, en el fondo, sabemos que las cosas seguirán igual porque no estamos haciendo nada diferente. Y la mejor prueba de ello son las lluvias.
Es verdad, la probabilidad de un impacto moderado o fuerte del fenómeno El Niño ha disminuido (aunque sigue siendo un riesgo latente), pero en estos días observamos como las usuales lluvias de inicios de año ya generan una serie de problemas en diferentes ciudades del país. Y esto recién comienza.
Las lluvias propias de la temporada de verano solo esta semana han causado al menos ocho muertes, decenas de personas damnificadas, desbordes de ríos en costa y selva, así como más de 10 huaicos y deslizamientos en el país. Es decir, lo mismo de siempre y sin El Niño.
Las autoridades juraron y rejuraron que se invertiría en prevención, pero lo que tuvimos es dinero que no se ejecuta, y si se ejecuta, este no tiene un impacto positivo en la vida de los ciudadanos. Por ejemplo, los 20 municipios con más recursos dejaron de invertir el 40% de su presupuesto el año que ya pasó (Gestión 04.01.2024). Una real cachetada en un país con tanto por hacer.
Sin olvidar, los tradicionales malabares estadísticos y “errores humanos” de algunos ministros para presentarnos una mejor fotografía de ejecución del gasto público, cuando todos sabemos de los serios problemas de capacidad de gestión que existe, no solo en municipalidad y gobiernos regionales, sino en los propios ministerios. Es decir, lo mismo de siempre.
Y si bien ya no debería sorprendernos, sí preocupa que iniciemos el año con un nuevo intento del Gobierno de seguir inyectando plata de todos los peruanos en una empresa quebrada, como es Petroperú. Esta vez, el Ministerio de Energía y Minas (Minem) pretende que el Consejo de Ministros apruebe un rescate de US$ 2,550 millones con plata de nuestros impuestos.
Como bien explicamos en esta edición, se busca aprobar una capitalización de US$1,900 millones (US$ 750 del apoyo financiero del 2022 y US$ 1,150 millones adicionales). Además, piden un préstamo con garantía de US$650 millones. Y todo esto para una empresa que hasta la fecha no termina de implementar un plan de restructuración a la que estaba obligada, luego de los US$ 750 millones de dólares que ya le dimos todos los peruanos en mayo del 2023, a través del MEF. Es decir, los mismo de siempre.
¡Ah!, pero si no fuera poco, además el Minem espera que Perúpetro, la agencia estatal que licita los lotes de hidrocarburos en el país, le otorgue la concesión del Lote X, el más importante del noroeste, de manera directa, en la medida que todas sus proyecciones de ingresos y utilidades para el 2024 los hace con este yacimiento. Pero, ¿por qué entregarle a dedo estos pozos a una empresa que a la fecha no es rentable?
Estaremos atentos a cómo es recibida esta propuesta de más recursos para Petroperú en el Consejo de Ministros y si este nuevo año tendremos una política económica mucho más seria o si, por el contrario, estaremos frente a lo mismo de siempre.
Magíster en Economía, diplomado internacional en Comunicación, Periodismo y Sociedad, estudios en Gestión Empresarial e Innovación, y Gestión para la transformación. Cuento con más de 15 años de experiencia en el ejercicio del periodismo en medios tradicionales y digitales.
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