
Carlos Prieto Balbuena, Gerente del Área de Estudios Económicos del BCP
Los mercados no han internalizado del todo el profundo deterioro institucional que ha vivido el Perú en los últimos años y continúan privilegiando la baja deuda pública del país. Sin embargo; si hoy los mercados financieros empiezan a cuestionar el excepcionalismo de EE.UU. con mucha mayor razón pueden cambiar rápidamente de opinión sobre las finanzas públicas del Perú.
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Diferentes indicadores dan cuenta de la erosión de la fortaleza fiscal en los últimos años:
- La deuda pública bruta pasó de 20% a 31% del PBI entre 1T15 y 1T25; pero habría superado el 40% del PBI de no haberse consumido casi 10 puntos del PBI de ahorros fiscales.
- La deuda pública neta (bruta menos ahorros) saltó de 2% a 23% del PBI entre 1T15 y 1T25.
- La deuda pública bruta como porcentaje de la recaudación tributaria subió de 117% en el 2014 a 222% en el 2024.
- El Fondo de Estabilización Fiscal cayó de 4.5% del PBI en el 2014 a 1.1% en el 2024.
- Hace 10 años el Perú pagaba cerca de 1% del PBI en intereses, mientras que hoy está más cerca de pagar 2%. Esto implica menores recursos disponibles para otras áreas.
- El gasto en remuneraciones del gobierno general aumentó 40% en términos reales entre el 2014 y el 2024, pero con un claro deterioro de la calidad de gasto en los últimos años.
- El déficit fiscal se ubica en 3% del PBI a pesar de que los términos de intercambio están en sus niveles más altos en 75 años.
- Riesgos fiscales crecientes: (i) medidas populistas del Poder Ejecutivo y del Congreso en un año pre-electoral, y (ii) contingencias fiscales (Petroperú, arbitrajes internacionales, etc.).
- El deterioro institucional también se refleja en el inusual alto número de ministros de Economía y Finanzas en los últimos años y la pérdida de respeto a la tecnocracia (siete retiros de fondos de las AFP, múltiples salvatajes a Petroperú, incumplimiento de las reglas fiscales, etc.).
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Consejo Fiscal
Hace más de una década un grupo de expertos locales e internacionales elaboraron una propuesta para fortalecer el marco macro fiscal del Perú que dio origen a la creación del Consejo Fiscal independiente y un techo a la deuda pública como porcentaje del PBI. Estos pasos fueron luego seguidos por Chile y Colombia.
Los expertos también concluyeron: (i) una política fiscal activa se debe reservar para épocas de crisis (como la sucedida entre el 2008 y el 2009 debido a la crisis internacional), o cuando se espera un desvío significativo de la economía respecto de su nivel potencial, (ii) el objetivo principal del fortalecimiento del marco macro fiscal debe ser garantizar la sostenibilidad fiscal a través de medidas orientadas a otorgar predictibilidad al financiamiento del gasto público y a generar ahorro público destinado a atender eventos extraordinarios que afecten la economía, como desastres naturales severos, incertidumbre y descenso del precio de materias primas, o materialización de eventuales contingencias.
Además de una regla fiscal que se cumpla y no se modifique al antojo, nuevas propuestas sobre el fortalecimiento del alicaído marco macro fiscal deben incluir aspectos como:
- Otorgar al Consejo Fiscal la facultad de acudir al Tribunal Constitucional para solicitar la inconstitucionalidad de normas que afecten el fisco.
- El Consejo Fiscal podría proyectar de manera independiente los ingresos fiscales a ser usados en el Presupuesto de la República.
- El artículo 79 de la Constitución establece: “Los representantes ante el Congreso no tienen iniciativa para crear ni aumentar gastos públicos, salvo en lo que se refiere a su presupuesto” Este artículo claramente no solo refiere al año en curso como se ha querido mal interpretar. Asimismo, el artículo debiera ser extensivo también al gasto tributario o exoneraciones tributarias.
- Establecer que, una vez convocadas las elecciones, no se puedan aprobar modificaciones que afecten los ingresos fiscales de la siguiente administración.
- Aplicar la norma ‘pagar-gastar’ para los aumentos de gasto y de reducción de tasa o base impositiva, fuera del presupuesto inicial. Así, toda nueva propuesta de gasto o reducción de impuestos (en adición a las incorporadas durante la formulación y aprobación del presupuesto) conlleve una propuesta de su financiamiento por medio de la adopción de medidas tributarias, o de un corte de otro gasto, con impacto equivalente al monto del gasto propuesto. Sin embargo, hoy no se percibe el interés de muchos políticos en tener una política fiscal responsable y se les tira el problema a las siguientes administraciones. Internalizar la importancia de un manejo fiscal responsable es prerrequisito vital.